Capítulo 12: Goku

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Goku tomó una ducha en su casa después de llegar de su paseo en motocicleta, él no quería oler el aire después de alejarse de la casa de Milk. Él encontró divertido que de repente era consciente de que había conocido a su pareja. Él quería su aprobación, al igual que su lobo.

En realidad hizo un intento de peinar el pelo de su cara, pero siempre acababa volviendo a su ojo izquierdo.

Había elegido un color rojo oscuro para su camisa de polo. Hacía un lindo contraste con las marcas de su cuello, que en el momento le parecieron agradables.

Tomó el teléfono y la billetera y los puso en sus bolsillos traseros.

Sara y Brian estaban esperando en la sala de estar, Sara tenía en sus manos una sartén con brownies y Brian llevaba algunos juegos, uno de los cuales Goku reconoció como dominó.

Se acercó a Sara y tomó la bandeja de brownies de ella y simplemente dijo: —Voy a llevar esto por ti.

Sara le sonrió en apreciación.

—¿Listo? -Brian preguntó-.

Tanto Sara y Goku asintieron con la cabeza

Sara llamó a la puerta de Lily y Milk y sintió como las marcas de su cuello le picaban un poco cuando el volvió y se encontró con un coche que circulaba lentamente. Goku dejó que su lobo saliera lo suficiente para ver quién era el que estaba conduciendo anormalmente lento frente a la casa de su compañera. Goku estaba al borde. Ahora sabía que había otro Grey en el área y su padre le había comentado que Milk estaba en peligro. También había recibido una llamada telefónica anónima de un lobo que dice ser el Alfa de Coldspring cayendo con que ya había sido reclamada por otro lobo y que Goku debía salir de inmediato. Milk fue la que abrió la puerta y él no pudo evitar la sonrisa que se dibujó en su rostro. Era, después de todo, un fuego milagroso. Podría haber tenido que esperar siglos antes de encontrarla, pero solo le había tomado 17 años. Había sido bendecido.

—Entren -dijo cortésmente-.

Obedientes, todos caminaron hasta la puerta de entrada y ella les apuntó en dirección de la cocina, donde Goku podía oler el aroma de la pizza.

—Hola chicos -Lily les dio la bienvenida-. —Estoy tan contenta de que ustedes pudieran venir -abrazó a Brian y a Sara-. Bulma y Pan ya estaban llenando sus placas cuando Lily observó. —¿Qué? ¿Ya están esperando a sus clientes?

—Hey, les estamos haciendo un favor a ustedes -Dijo Bulma-.

—¿En serio? -Dijo Lily-. —Y exactamente ¿qué favor es?

—Ya sabes, probando el producto, asegurándose de que sea seguro. Odio envenenar sin saberlo, a pesar de que tendría un gran titular -respondió Bulma-.

—Bulma, ¿siempre tienes que decir lo que estás pensando?, ¿alguna vez piensas sobre lo que dices?

—Hey, tal vez deberías callarme a golpes, buena idea ¿no? -Milk miró a su mejor amiga-.

—Estas de mal humor solo porque has estado pensando en Trent -dijo Bulma-. Goku no pudo evitar el ruido sordo en su pecho que le escapó cuando a Milk se le escapó el nombre de un viejo amor reciente.

La cabeza de Lily giró bruscamente hacia él. Goku ladeó la cabeza a un lado como si su lobo le lanzara una mirada perspicaz. —Interesante -Goku pensó para sí-. — Ella sabe algo.

Milk debió de haber cogido ese último pensamiento, porque lo oyó preguntar. —¿Ella sabe algo acerca de qué?

Goku apartó la mirada de Lily y se volvió para mirar a la confundida cara de Luna. Iba a tener que decirle, pero no esta noche, pero pronto y también iba a tener que hablar con Lily. Algo le decía que ella no estaba al tanto de quién y qué era.

Príncipe de LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora