Meow? -Larry Stylinson- (Neko!Louis ~ Mpreg)

Capítulo 2

Capítulo 2

Harry sonrió ladinamente.

-Hola, Kitten.

-Eres muy guapo, guapo- dijo Louis.

-Lo poco que logro ver de ti también es muy bonito, minino- lo elogió-. ¿Quieres tomar algo primero o nos vamos ya?

-No lo sé, si quieres tú bebe algo, yo no bebo.

-Entonces nos vamos, yo no suelo tomar alcohol, sólo en ocasiones especiales.

-Bien, pero, antes de irnos, debes prometerme algo- la sonrisa se borró del rostro del más bajo.

-¿Qué sucede?- preguntó extrañado.

-Que, tanto si tenemos sexo como si no, no contarás a nadie sobre mí, nada.

-Por mí no hay problema, pero ahora me has dado curiosidad, ¿qué tienes, un brazo en la espalda? No creo que nada sea tan grave ni raro.

-No, definitivamente, no es un brazo en la espalda, pero necesito que no entres en pánico.

-¿Por qué entraría en pánico?- preguntó, ya algo asustado.

-Lo verás cuando ya no haya gente alrededor- respondió.

-Okey... ¿vamos?

Louis sonrió de nuevo.

-Vamos- afirmó.

Ambos caminaron hacia la salida y se subieron al Audi A4 del rizado.

-¿No has venido en coche?- preguntó Harry.

-No, dejé mi coche en casa.

-Perfecto, así no tendrás que volver a buscarlo por la mañana, y tampoco te preocuparás por si algo le sucede.

Puso las llaves en el contacto y encendió el motor, el cual comenzó a emitir un leve ronroneo. Para sorpresa del ojiverde, el extraño chico sentado a su lado comenzó a ronronear también mientras apoyaba la mejilla en el vidrio. Lo miró de reojo por unos segundos antes de comenzar a conducir hacia su departamento.

Condujo por las calles de Londres hasta llegar al edificio en el que vivía. Aparcó el coche y avisó a su acompañante que ya habían llegado.

-Eh, Kitten, ya hemos llegado.

Bajaron del auto y subieron en el elevador en un misterioso silencio.

Cuando llegaron al apartamento y estuvieron solos, Harry preguntó:

-¿Qué era lo que tan callado te tenía?

Louis cerró los ojos y suspiró pesadamente.

-Date la vuelta.

El más alto, aunque algo extrañado, obedeció.

El mayor lentamente fue quitándose el beanie, las gafas y el gran abrigo.

-Ya está. Puedes voltearte- avisó.

Cuando Harry se volteó, sus ojos se abrieron como platos.