Meow? -Larry Stylinson- (Neko!Louis ~ Mpreg)

Capítulo 6 (Parte 2/2)

Capítulo 6 (Parte 2/2)

Y Harry le siguió el beso. Pasó sus manos por el cuerpo del hombre-gato, haciéndolo estremecerse. Louis abrió la boca para dejar a la lengua del rizado colarse dentro de ella y él aprovechó para verificar si el ojiazul aún tenía sus amígdalas o no.

Minutos después, se separaron con un chasquido y los labios algo hinchados. El castaño sonrió felinamente y susurró:

-¿Sabes? Soy un gato, y me gusta la leche tibia por las mañanas.

Harry arqueó una ceja.

-¿Quieres quedarte a desayunar? Yo n- Louis lo interrumpió con una risa mezclada con ronroneo.

-Creo que no has entendido, cariño.

Puso a Harry de espaldas nuevamente sobre la cama y fue bajando un camino de húmedos besos hasta llegar al miembro ya erecto del ojiverde. Lo tomó con una de sus manos y acarició un poco la aterciopelada piel del tronco. Lamió suavemente la cabeza rojiza, presionando un poco. Oyó un gemido grave por parte del rizado y sonrió un poco antes de seguir lamiendo con su lengua algo áspera. Jugueteó unos momentos con el pene erecto antes de tomar lo más que pudo en su boca, lo cual, al tener experiencia, era casi toda la longitud del gran miembro de Harry. A lo largo de todo su tiempo como "prostituto sin cargo" había aprendido varias maneras de hacer una mamada muy placentera y las dominaba a la perfección.

Se preguntarán ¿Por qué "prostituto sin cargo"? Piensen seriamente en esto: eres mitad gato. La mayoría de las personas de la sociedad no te aceptarían a su alrededor sólo por eso. Pero si a eso se le suma el pequeño detalle de que eres gay, reduce el número de personas que te aceptarían a su alrededor. Así que eres un inaceptado por la mayoría de la sociedad, nadie te aceptaría en un empleo. Tampoco has ido a la universidad, ya que tuviste demasiada vergüenza de ti mismo como para mostrarte en un sitio público. Lo único bueno es que tienes una cantidad excesiva de dinero, lo suficiente como para que cinco generaciones vivieran cómodamente, heredada de tus difuntos padres adoptivos. Así que, considerando que a Louis le encantaba el sexo, era algo así como su "profesión".

Volviendo al tiempo presente, la polla de Harry estaba metida en su boca, hasta la garganta. El ojiazul estaba mamándosela como si fuera el pezón de su madre, la que nunca lo amamantó.

Bajaba hasta que su nariz estaba enterrada en el vello púbico con aroma almizclado y a sexo de Harry, y luego subía hasta que sólo tenía en la boca el glande esponjoso. Chupaba con fuerza, haciendo gemir al ojiverde, y luego volvía a bajar, tarareando, enviando placenteras vibraciones por todo el pene del rizado.

Siguió dando placer a su amante hasta que éste se corrió en su boca sin aviso previo. Tragó todo lo que Harry le dio sin dejar escapar ni siquiera una gota. Luego de limpiar a conciencia con la lengua todo el pene, se levantó de la cama y se puso frente al espejo para arreglar su cabello.

-Louis...- oyó que Harry lo llamaba, aún seguía en la cama, pero se encontraba sentado.

-¿Qué?- respondió secamente. No estaba acostumbrado a que las personas con las que tenía sexo lo llamaran de otra manera que no fuera Kitten, cariño, incluso gatito o minino.

-¿Volveremos a vernos?

Louis arqueó una ceja con desdén.

-No lo creo- continuó arreglando su cabello distraídamente para que quedara con un aire despeinado mientras intentaba ocultar las orejas felinas.

Sí, el premio al hombre más perra del mundo era suyo, totalmente suyo, lo cual era irónico siendo él un gato.

-¿Por qué no? ¿Acaso no soy bueno en la cama?- preguntó Harry, algo indignado.

Finalmente, el ojiazul dejó de verlo mediante el espejo y volteó con una mueca de irritación.

-Mira... Harry, ¿verdad? Esto- dijo con desdén- sólo fue sexo casual con un desconocido, así es mi vida, un tipo nuevo cada mes. Tú no eres nada más que un buen polvo para mí.

Dicho esto, salió de la habitación, y tomó su beanie, sus gafas y su abrigo. Se los puso y estaba dispuesto a salir cuando oyó:

-Eres una perra, gato.

Louis sólo apretó los dientes y cerró los ojos con fuerza antes de salir del apartamento.