Capítulo 24

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(N/a: ¡muchas gracias a todas las que se ofrecieron a co-escribir las novelas! :D ya tengo co-escritoras para las cuatro, y espero que junto a ellas podamos llevar a buen puerto las historias ;D)

-Doce minutos para la medianoche- susurró Louis, emocionado por estar pasando una de las mejores navidades de su vida junto a Harry y su familia. Ya todos los invitados se habían retirado y quedaban Anne, Des, Gemma, Oliver (el prometido de Gemma), Harry y él. Ahora estaban preparándose para ir a dormir.
-¡Miren lo que tengo!- dijo Gemma, estando bastante feliz luego de haber bebido algunas copas de champaña, apareció por la puerta del jardín y sacudió una ramita de muérdago sobre las cabezas de los dos hombres.
-¡Beso! ¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!- comenzó a canturrear felizmente.
Harry sonrió sin mostrar los dientes y acercó su rostro al de su novio.
-¿Estás seguro? Pavo frío con chocolate caliente no parece ser la combinación ideal para un enjuague bucal, queda un sabor raro- murmuró el hombre-gato, entrecerrando un poco sus exóticos ojos.
-Cállate, no me importa cómo sepas, eres tú- el rizado puso  una mano en la nuca del mayor y lo atrajo hacia sí, conectando sus labios.
El castaño dudó por unos segundos antes de corresponder al beso. Éste inició dulce, pero luego fue volviéndose más y más picante, hasta que los cuerpos de ambos estuvieron pegados y ellos se besaban como si no hubiera un mañana. Estaban en su propia burbuja de pasión, amor, y pavo con chocolate caliente.
-Uuuuy, ¡ahora consíganse un cuarto!- rió la feliz chica, a la que ya habían olvidado, que seguía sosteniendo el muérdago sobre sus cabezas.
Se separaron con un chasquido y miraron a la chica.
-Vamos, Lou- el ojiverde tomó la mano del hombre-gato-. Buenas noches, Gem- dijo.
(...)
Ya en el dormitorio de cuando el menor era un niño, el ojiazul intentaba convencer a Harry de que lo follara.
-Vamos...- lloriqueó- Me odias, ¿verdad? Estoy embarazado y caliente y lo único que te pido es que metas tu pene en mi culo.
-Que no, ya duérmete- dijo con su rostro contra la almohada.
-No me quieres- sollozó.
El rizado gruñó, levantando la cabeza.
-Manos arriba- dijo.
-¿Qué?
-Toma la cabecera de la cama con ambas manos y no te sueltes- se levantó de la cama, en toda su casi-desnuda gloria, y caminó hacia su armario. De allí tomó dos de sus corbatas del colegio y un antiguo calcetín, asegurándose de que éste estuviera limpio.
-¿Qué vas a hacer?- preguntó Louis, obedeciendo.
Harry no respondió, amarrando ambas manos del mayor a la cama con las corbatas.
-Abre la boca- dijo, en cambio.
-¿Para q-mphm..?- antes de que siquiera pudiera preguntar, su boca estaba llena con el calcetín.
-No queremos molestar a nadie ¿verdad, gatita?- dijo en  voz baja y rasposa.
-Mhphm- el castaño sacudió su cabeza.
-Voy a darte un beso negro, y tú vas a correrte para mí como la buena gatita que eres ¿no es así?
-Mhm...- asintió frenéticamente.
Louis amaba sentirse vulnerable en las manos de alguien en quien sabía que podía confiar. Amaba sentir que no podría controlar lo que sucedería, que todo estaría en manos de Harry, eso lo encendía increíblemente mucho.
El rizado quitó las sábanas del cuerpo de su novio y rápidamente removió sus bóxers; el miembro del hombre-gato saltó, quedando duro y ya goteando algo de presemen en su abdomen.
-Tan duro para mí, Lou- gruñó el chico Styles-. Te vas a correr  tanto, bebé...
Louis gimió desde el fondo de su garganta, cerrando los ojos. El menor tomó las piernas de su amante y las colocó sobre sus hombros, cuidando que que la cola de su pareja no estuviera en una posición incómoda para ninguno de los dos. Harry contempló el apretado agujero, hinchado y rosado, y sopló suavemente en él. Las piernas de Louis apretaron alrededor de la  cabeza del rizado, pero éste no le dio importancia y procedió a lamer la entrada con la lengua plana. Los pies del mayor de pusieron planos contra la espalda de Harry y lo empujaron más cerca. El ojiazul mordió la calceta con fuerza; se sentía tan caliente que podría llorar. Quería que hiciera algo ya, pero sabía que  a su novio le gustaba jugar con él. El rizado gruñó sobre la sensible carne, sólo para sentir a Louis ponerse un poco más tenso. El hombre-gato tiraba de sus restricciones tan fuerte que casi dolía; todo su cuerpo gritaba que quería que Harry  se apresurara.
-Tranquilo, no voy a ir a ninguna parte- rió bajito, enviando placenteras vibraciones por toda la columna del mayor.
Jugó con su lengua alrededor del anillo de músculo hasta que las piernas de Louis apretaban su cabeza tan fuerte que casi podrían aplastarla. Sólo entonces, empujó lentamente la punta de su lengua en el sedoso calor, gruñendo por el sabor almizclado y dulce al mismo tiempo. El ojiazul respiró pesadamente, intentando moverse para conseguir más de la lengua del rizado dentro de él. El ojiverde tomó los muslos del castaño, forzándolo a abrirlos para tener un mejor acceso.
-Mmmph- gimió Louis cuando sintió que la lengua de su amante iba aún más profundo en su interior, notando que la nariz del menor rozaba ligeramente sus bolas.
Harry comenzó a joder a Louis con la lengua, sin titubeos y con un fuerte ritmo establecido.
-Mmm- gemía el ojizarco cada vez que Harry lamía sus paredes interiores.
Pronto el hombre-gato estaba gimiendo alto, aunque la mayoría de los sonidos que producía eran amortiguados por el calcetín. Se encontraba cerca, muy cerca, y cualquier cosa podría empujarlo directamente en caída libre a  través de un fuerte orgasmo.
El ojiverde murmuró algo como "Córrete para mi" antes de succionar con fuerza el sensible anillo de músculo. El castaño chilló con los ojos cerrados, lanzando blancas tiras de su esperma sobre su barriga hinchada y parte de su pecho. Louis se sentía algo mareado mientras bajaba lenta y temblorosamente del cielo al que el fuerte clímax le había impulsado, mientras que Harry veía con ternura la manera en la que los dedos de los pies de su novio se abrían y cerraban rítmicamente con los restos del orgasmo que golpeaban al mayor. Se apresuró a desatar las manos del ojizarco y a quitar la calceta de su boca.
-¿Y tú?- murmuró Louis, entrecerrando sus ojos por el cansancio.
-Estoy bien- dijo, sabiendo que su pareja se refería a su palpitante erección. No podía correrse ahora o estaría demasiado cansado para hacer lo que debía hacer; aquello era lo que lo mantenía su líbido fuera.
Se dirigió hacia el baño, tomó una toalla de mano, la humedeció y volvió a la habitación. Limpió cuidadosamente el semen del cuerpo de su amante, acariciando su vientre, donde el hijo de ambos se desarrollaba. Luego dejó la toalla a un lado de la cama y besó el ombligo del mayor.
-Te amo y me alegro de haberte encontrado de nuevo, te he extrañado demasiado- susurró sobre la barriga del hombre-gato.
-Haz...- murmuró éste, sonriendo, aunque ya estaba sumido en un profundo sueño inducido por todos los sucesos del día.
El rizado sonrió con cariño y se recostó al lado de Louis, colocando una de sus manos sobre el abdomen de su novio. Rápidamente, también se durmió.
.
-¿Ya se durmió?- preguntó Liam, saliendo del baño.
-Mhm- sonrió Zayn.
-Es una pequeña bolita de energía y felicidad- dijo el castaño.
-Sip- dijo infantilmente.
-Vamos a dormir, estoy muerto- dijo, bostezando exageradamente.
-Será mejor que bajemos pronto y dejemos los obsequios debajo del árbol si no queremos que mañana no haya nada.
-Tienes razón, vamos.
Ambos tomaron los obsequios que se las habían arreglado para comprar cuando Leo no veía y bajaron. Los colocaron debajo del pino antes de volver a subir. Ambos se quitaron sus ropas hasta quedar en bóxers y se metieron en su cama, abrazándose el uno al otro.
-Buenas noches.
-Buenas noches...
Unos pasitos se oyeron por el corredor.
-¿Papá, papi?
-¿Qué sucede, bebé?- preguntó el hombre de ojos color chocolate.
-No puedo dormir- el pequeño tomó el borde de su pijama y lo estiró hacia abajo, luciendo adorable.
-Ven aquí- el moreno estiró uno de sus brazos hacia el niño.
Leo caminó hacia la cama y se instaló en el cómodo espacio que sus padres adoptivos habían dejado para él, en el medio de ellos dos.
-Buenas noches, papis- bostezó el niño.
Ambos adultos sonrieron cariñosamente y besaron las mejillas del pequeño antes de que los tres se rindieran a un plácido sueño.
.
(...)
-Lou... despierta, cariño- el chico Styles acariciaba las orejas del ojizarco, que seguía dormido.
-Mmmhph...- gruñó, intentando que Harry lo dejara seguir durmiendo.
-Vamos, cariño, despierta-  besó la punta de la nariz del mayor-. Ya es Navidad, y te tengo unas sorpresas.
-Eso es hacer trampa- se quejó Louis, frotando sus ojos con sus puños y estirando su cuerpo desnudo en la cama.
-Feliz Navidad- rió el menor.
-Feliz Navidad a ti también- dijo, sonriendo perezosamente-. Ahora ¿dónde están mis sorpresas?
Harry abrió la boca y frunció el ceño, fingiendo que estaba ofendido.
-¿Sólo me quieres por mis sorpresas?- preguntó.
-No, también te quiero por tu pene- respondió descaradamente.
-Bien, ya me has ofendido- le dio la espalda a su novio y se cruzó de brazos.
-Nooo, Haz- ronroneó Louis, intentando que el menor le mirara, pero éste desviaba la mirada cada vez que se ponía frente a su rostro-. Lo siento,  yo te quiero por ti- dijo, haciendo cosquillas a la cara del ojiverde con su cola.
El rizado rió.
-Bien, te perdono- resopló-. Pero sólo porque estás embarazado y te ves muy tierno así.
-¡Sííí!- dijo con fingida voz infantil- Y ahora, ¿las sorpresas?
Harry soltó una carcajada.
-Vamos, vístete y te las mostraré- dijo.
-¡Yei!
Louis se vistió con entusiasmo y se paró junto a la puerta.
-Vamos, vamos, vamos...
-Espera, debo ponerme mis zapatos- dijo Harry.
-Ay, sí, sí, el señor Abuelo debe ponerse sus zapatos- se burló.
-Siempre puedo volver a meterte un calcetín en la boca- dijo el joven Styles-. Pero esta vez voy a asegurarme de que sea uno sucio- amenazó.
-Sabes que eres demasiado bueno como para hacer eso.
-Vamos- se levantó de la cama y tomó la mano del hombre-gato, abriendo la puerta y  bajando las escaleras.
Allí abajo ya se encontraba el resto de la familia Styles, sentada en la sala de estar. En una esquina de la habitación, estaba el árbol decorado con excelente gusto.
-Feliz Navidad, de nuevo- dijo el menor.
-¿Vamos a abrir regalos?- preguntó, ilusionado- No hago eso desde los diecisiete- sonrió.
-Entonces, vamos.
Luego de intercambiar saludos con Anne, Des, Gemma y Oliver, Harry tomó un paquete de debajo del pino y se lo ofreció a Louis.
-¿Para mí?
-Sí, es para ti.
-Pero... ¿cómo? ¿cuándo?- preguntó, sorprendido.
-Te sorprendería lo temprano que abren los centros comerciales si estás dispuesto a pagar por ello- guiñó un ojo al hombre-gato, quien estaba sorprendido.
-¿T-tú pagaste para... sólo por mí?- preguntó, atónito.
-Mhm- asintió.
-Pero...
-Shh- lo cortó-. Sólo abre tu regalo de cumpleaños.
-¿Es por mi cumpleaños?- no lograba procesar la razón por la que Harry era tan bueno con él.
-Sí, sí, ya ábrelo- dijo, restándole importancia.
Louis abrió el paquete. Dentro había una caja.
-Qué bonito- rió-. Me has regalado una caja... ¿tú crees que sea de mi talla?- bromeó.
Harry rió, negando con la cabeza.
-Abre la caja, tú tonto.
El ojiazul abrió la caja y miró lo que había dentro. Los ojos se le llenaron de lágrimas cuando vio lo que había dentro. Una taza personalizada. Pero no una taza personalizada cualquiera, sino una con una foto de ellos dos, de la cita en el parque de diversiones. También había una frase con la caligrafía de Harry: "No importa lo que la gente diga, tú siempre serás perfecto para mí, Lou. Te amo, mi minino.". Y, como la cereza del postre, el aza de la taza era una cola esculpida en la porcelana, del color de su cabello.
-Harry- dijo con la voz algo estrangulada por la emoción-. Es hermosa...
-Feliz cumpleaños- dijo el rizado, abrazándolo. El no haber tenido sexo con Louis la noche anterior había valido totalmente la pena, sólo para poder despertar temprano, salir a sobornar al dueño de uno de los centros comerciales de la zona y ver la impagable expresión en el rostro de su novio.
-Eres increíble, te amo- dijo el mayor.
-También te amo- dijo, sonriendo.
Acercaron sus rostros y fundieron sus labios en un beso. La familia de Harry,  hace tiempo olvidada, celebró el momento con aplausos, que en cualquier otro momento hubieran hecho que se echaran atrás, pero entonces sólo hicieron queda el momento fuera aún más perfecto.
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:'333 Omaigá :'333 Que boneeeta ke's la veeeda :D
Capi largo, con un toque de smut y el fluff justo, un momento de Ziam con su hijo y... ¡voilá! Tormenta eléctrica de feels pronosticada para justo ahora :))
Sé que no debería fangirlear mi propio fic, pero no puedo evitarlo. Es que es tan asgahjasbxgasgb que sólo no puedo evitarlo jajaja.
Espero que les haya gustado ;D

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Megakisses
Anto :*

Meow? -Larry Stylinson- (Neko!Louis ~ Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora