Abro los ojos con dificultad como normalmente al despertar, únicamente logro contemplar la oscuridad que emana el lugar, no existe mínima grieta de luz que me subsidie a asimilar un poco las cosas, sólo oscuridad. No sé dónde estoy ni mucho menos cómo llegue aquí, estoy completamente segura de jamás haber estado en este lugar antes. Me encuentro sentada en una especie de suelo rasposo, la pared de la que me recuesto, sin embargo, es un tanto más lisa. El ambiente es frío y escalofriante, únicamente yace el silencio, además de escucharse claramente mi respiración casi tan agitada como suele ser. Comienzo a escuchar murmullos sin saber de dónde provienen. Las preguntas de dónde estoy y cómo llegue aquí retumban en mi cabeza, y como si me hubiese leído los pensamientos alguien me responde.
—Esto no es real, no del todo. No tienes por qué preocuparte —dice y me sobresalto—. Tranquila, no te haré daño. —Es la voz de una mujer, pero no la reconozco, puedo asegurar que jamás la he oído antes, aun así, sobre todo a pesar de no estar en el contexto para creerle, por alguna extraña razón su voz es tan tranquila y serena que me hace bajar la guardia—. Algo muy malo pasará el día de mañana, apenas llegue la noche, todo aquel que pase de los 25 años empezara a comportarse de una manera extraña y hará cosas que no tendrán ningún sentido... —Veo como se abre paso en la oscuridad, está rodeada de luz, tanto así que logro verla con detalle. Es una mujer joven, cabello castaño, ojos verdes, me quedo atónita por un instante con su apariencia, hasta que me decido a hablar.
— ¿Quién eres tú? ¿De qué estás hablando? ¿Por qué habría de pasar algo así? —En este punto ya casi puedo tener total garantía de que es simplemente otro sueño sin sentido de los que normalmente tengo.
—La sociedad está mal, por muchas razones, hay mucha gente a la que la hacen pasar por enfermo mental sólo por ser diferente y, en el caso contrario, hay gente que sabe ocultar muy bien su locura. Muchos sufren de demencia, ansiedad, depresión, bipolaridades y muchas cosas más y por eso es, hay que comenzar de nuevo. Los llamados enfermos mentales se curaran y los llamados sanos que pasen de los 25 años de edad les tocara alguna enfermedad, cosa que podrían llegar a suicidarse, provocar un incendio, asesinar a alguien, pueden llegar hasta el canibalismo. Necesitamos que escojas muy bien quienes de tus conocidos van a sobrevivir a esta tragedia, equípate con todo lo que creas que vaya a ser necesario y sólo infórmale de esto a los que estarán contigo el resto de la tragedia. — Ella lo dice como si fuese lo más normal del mundo, como si estuviese esperando este momento desde hace mucho.
— ¿Qué pasa si todos los inocentes mueren? —Pregunto tontamente sabiendo claramente que, en el caso de que esto sea real, mucha gente morirá.
—Si mueren es porque no tienen por qué sobrevivir.
—Entonces supongo que yo no tengo porqué sobrevivir, porque no mataré a nadie sólo para sobrevivir yo. Sinceramente no le veo el sentido a nada de lo que estás diciendo y me siento loca por seguir teniendo esta conversación contigo, quien sea que seas o lo que seas.
—Si estás aquí es por algo, y por la manera en la que hablas se nota que eres una de las pocas que merece sobrevivir. Sólo recuerda que no sólo se trata de ti sino también de tus conocidos. Ya te dije todo lo que tenías que saber, lo demás corre por tu cuenta. —Hace una pausa mientras se voltea a ver un punto fijo—. Ya vienen, será mejor que te vayas y, recuerda, ellos no son conscientes de sus actos, no intentes persuadirlos.
— ¿De qué hablas? ¿Quiénes vienen? —Digo llevando mi mirada hasta donde se encuentra la suya. Logro ver la luna y las estrellas, ahora el lugar está un poco más iluminado. Estoy en una especie de cueva—. ¿A dónde se supone que deba ir?— Le pregunto y me percato de que no está. Me he quedado sola y ni siquiera sé exactamente en dónde estoy o qué debo hacer.
Decido levantarme, y en cuanto lo hago, empiezo a escuchar gritos, cada vez se escuchan más cerca, casi puedo asegurar que vienen en mi dirección. Me digo que esto no está bien y antes de que pueda siquiera dar un paso más, siento como alguien me agarra y me tira al suelo. No puedo ver bien quién es o cómo es, sólo puedo reconocer que es una mujer, no la misma de antes, de eso estoy segura. Cuando logro asimilar mi situación, noto que dicha mujer tiene un bate de béisbol en la mano y me está mirando con una expresión en su cara que me describe la locura misma, sonríe maliciosamente y me empieza a golpear con el bate una y otra vez. Duele, demasiado. Juro que siento que va a matarme, pero no puedo hacer nada al respecto, me golpea con demasiada fuerza. El tiempo pasa y no resisto más, me encuentro cerrando los ojos, creo que me desmayare, o algo mucho peor, siento que moriré si ella me sigue golpeando con tanta fuerza. Antes de cerrar los ojos y perder la consciencia, logro oír cómo alguien dice «esto es solo el comienzo».
ESTÁS LEYENDO
¿Será este el final?
DiversosSeef es una historia que tiene sus adentros en el siglo XXI, un grupo de amigos se ve en una situación caótica cuando todo lo que conocen y aman se desploma a su alrededor. Una de ellos tiene una visión de lo que se aproxima, pero no le hace caso a...