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    Nos encontramos camino a casa después de revisar por completo la cabaña y enterrar al hombre que se hallaba muerto fuera, pienso que no era correcto simplemente dejar el cadáver ahí y hacer como si nada. Eso último tardo un poco más de lo esperado, por lo que estaremos llegando algo tarde a casa, espero no se desesperen allá por la tardanza. Brad no ha opinado, preguntado, absolutamente nada de nada aparte de aquello de la cabaña. Si ahora estamos así, no me imagino cuando no nos quede más acá.

    Llegamos a casa después de un camino que para ser corto se hizo largo por las caras largas que todos teníamos y la tensión que se podía apreciar en el ambiente. Al abrir la puerta, como suponía, teníamos a Isabella, Abril y Ángela preocupadas caminando de un lado hacia otro, mientras los muchachos intentaban calmarlas. Están tan concentrados en eso que ni se percatan de que estamos parados en la puerta.

    —Estamos bien. —Dice Sam interrumpiéndolas, ellas se voltean a vernos y corren hacia nosotros. Casi puedo sentir que eso que dice Sam es cierto, pero en el fondo estamos claros de que no es así.

    — ¡Dios, estábamos muy preocupadas! —Exclama Abril aun abrazándome.

    Después de los abrazos, solo hubo un silencio incomodo debido a que todos tenían miles de preguntas en la mente, pero nadie se atrevía a sonsacarlas.

    —Iré a hacer comida —dije rompiendo el silencio, todos me miraron extrañada, se habían olvidado hasta de eso—. ¿Nadie me va a acompañar?

    —Yo voy —dijeron Isabella y Abril al unísono queriendo salir de ese momento incomodo—. Nosotras vamos.

    —Está bien. —Asiento y les hago una seña para que me sigan, ellas no lo piensan dos veces.

    — ¿Qué vamos a hacer? —Pregunta Isabella curiosa, creo que ella no se olvidó del todo de la comida.

    —Ummm, suponiendo que sí vinimos a preparar comida —dice Abril ignorando a Isabella—, igual quiero saber qué pasó allá.

    —Sí, yo también quiero saber —admite Isabella—, pero nadie parece querer hablar de ello, ¿no crees que es mejor dejarlo así? Cuando ellos quieran hablar de eso, lo harán. —Termina de decir y me abraza. Lo que dice es muy cierto y por cosas como estas la amo tanto.

    —Bueno... Está bien —dice Abril al caer en cuenta de que lo que dice Isabella es cierto—. Isabella tiene razón, lo siento.

    —Tranquilas —las abrazo a las dos—. Yo estaría igual si me hubiese quedado.

    —Ustedes no vinieron a cocinar sino a conversar, ¿cierto? —Pregunta Ángela al llegar a la cocina—. Perdonen si interrumpo, el ambiente allá está muy tenso. ¿Ustedes están bien?

    —De hecho, estábamos por ponernos a cocinar —digo ignorando su otra pregunta— ¿Nos ayudas?

    —Claro, por qué no. —Dice sin más brindándome una pequeña sonrisa al darse cuenta de que no quiero hablar del tema.

    Intentamos olvidarnos un rato de todo lo malo y nos disponemos a preparar la comida.

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    Después de preparar la comida y comer, aun seguíamos todos juntos y aun se podía apreciar la tensión que emanaba del lugar, en lo que se me vino a la mente romper el silencio con algo considerablemente simple, pero pensándolo bien no era tan simple.

    —Ehmm —dije aclarándome la garganta para hablar en lo que todos dirigieron sus miradas hacia mí—. Hay que hacer unos cuantos cambios aquí, nada realmente grave.

¿Será este el final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora