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    Me levanto de la cama como en cualquier otro día normal, a excepción de que, no estoy en mi cama, no estoy en mi casa y relativamente este día no es como cualquier otro. Rápidamente noto la ausencia de Cameron, lo que me parece extraño porque no me despertó a mí. Bajo a prepararme el desayuno, en lo que recuerdo las reglas que yo misma coloque para una mejor administración de la comida. No tengo ganas de seguir durmiendo así que subo en busca de Cameron y aprovecho para corroborar que Jade siga dormida. Busco y busco por toda la casa, pero no hay señales de ninguno de los dos, me preocupo un poco y salgo a buscarlos por los alrededores. Mientras los busco, me voy percatando de que no son los únicos que faltan y me encuentro con Ángela, Isabella y Abril saliendo de la que se supone es "mi casa".

    — ¿Han visto a Cameron o a Jade? —Pregunto una vez lo suficientemente cerca de ellas.

    —No —responde Ángela extrañada—. De hecho estamos buscando a los muchachos que tampoco aparecen.

    —Sí, yo tampoco los he vis... —Me encuentro diciendo pero me interrumpe un grito proveniente del terreno que queda detrás de la casa, me giro para ver y me quedo en shock al ver a un hombre sosteniendo a mi hermana—. Suéltala —es lo único que logra salir de mi boca mientras lo miro con temor—, p-por favor. —Le suplico.

    —Dame una razón para hacerlo. —Me responde con un tono altanero mientras se carga a mi hermanita a los hombros. En eso sale Jasón y se queda perplejo ante la situación—. Aunque no creo que con palabras me puedas hacer cambiar de opinión —dice y todos buscamos manera de acercarnos a él, pero saca una pistola y se pone a la defensiva—. Un paso más y la situación ira a peor. —Es lo último que dice antes de empezar a adentrarse más en el terreno perdiéndose poco a poco de nuestras vistas. Nos quedamos estáticas y Jasón sale corriendo repentinamente en dirección al hombre, por lo que recibe un disparo en la pierna de su parte y terminamos por perderlo de vista.

    — ¡¿Por qué carajos hiciste eso?! —Le grito mientras lo socorro.

    —La verdad... —hace una pausa—. No sé bien la razón. Fue un impulso debido a la desesperación, supongo —dice mientras gime de dolor—. No parecía que ustedes fueran a hacer algo. —En eso vemos llegar a Kevin, Brad y Cameron, y quiero gritarles mil y un cosas, pero decido calmarme poniendo a Jasón como prioridad.

    — ¡Vengan rápido! —Grita Abril—. ¡Jasón está herido! —Rápidamente corren a donde nos encontramos y cargan a Jasón.

    — ¿Qué le pasó? —Pregunta Cameron mientras lo cargan hasta la casa.

    —Eso no importa en este preciso momento, primero hay que encargarnos de la herida. —Le respondo mientras terminamos de entrar a la casa y lo recuestan en el sofá con la pierna tendida en una mesita que se encuentra en el medio del lugar. Una vez hecho eso Cameron y Sam empiezan a encargarse de la herida de Jasón, ellos siempre han estado interesados en este tipo de cosas por lo que tienen conocimiento de ello y no se les hace difícil lidiar con la situación.

    —Me hubiese gustado ser paramédico —dice Sam una vez que terminan con la herida de Jasón—. Supongo que de alguna manera puede que tenga ese trabajo. —Se encoge de hombros.

    —Aja, bueno —dice Cameron acomodándose—, ¿ya nos puedes explicar qué carajos pasó? —Pregunta dirigiéndose a mí.

    —Primero que nada no me hables así que tú también tienes mucho que explicar —digo molesta e intento prepararme para decir lo siguiente—: Pasa que mientras ustedes no estaban porque andaban haciendo quién sabe qué en quién sabe dónde, resulta que a mi hermana la secuestro un loco y Jasón en un intento fallido de salvarla salió herido.

    —Quizá si ustedes hubiesen estado acá las cosas hubiesen sido diferentes. —Recalca Ángela también molesta.

    —Bueno, bueno, pero en vez de estar discutiendo, deberíamos estar viendo cómo hacemos para traerla de vuelta. —Dice Jasón desde el sofá y nos volteamos a verlo.

    —Jasón tiene razón —dice Abril—. Cosa que es raro, pero aja. —Susurra para sí misma, pero logramos escuchar y Jasón frunce el ceño ofendido.

    — ¿Cómo lo haremos? —Pregunta Brad dirigiéndose hacia a mí.

    —Primero deberíamos revisar el perímetro para divisar si hay algún lugar cerca de acá —digo y me quedo pensando unos segundos—. Pienso que la terraza es una buena opción para eso, desde ahí se ve todo.

    —Iré a buscar los binoculares para tener un mejor panorama —dice encaminándose hacia su bolso para buscarlos.

    —Bueno, vamos, no podemos perder más tiempo —digo—. De todas maneras, alguien debería tener preparado el coche por si las circunstancias lo ameritan.

    —Yo iré. —Dice Cameron seguido de agarrar las llaves y dirigirse a la entrada.

    —Sam, deberías ir con él —digo antes de que Cameron salga del lugar—. Kevin, Abril e Isabella deberían quedarse cuidando de Jasón, y los demás venir conmigo.

    —Está bien. —Responden todos al unísono y cada quien se dirige a su tarea.

Ángela, Brad y yo ya nos encontramos en la terraza y, aun sin binoculares, se puede ver perfectamente el panorama desde acá. Me quedo perpleja un momento con la vista, en lo que Brad me interrumpe.

    —Mira, allá —dice señalando con el dedo hacia un punto fijo aun con los binoculares puestos—. Hay una cabaña no muy lejos de aquí y no parece estar deshabitada. —Me termina de decir quitándose los binoculares y yo se los arrebato de las manos para corroborar y analizar mejor la situación, en lo que veo algo.

    —Ahí está —digo sin poder creerlo. Es el mismo hombre al que veo, me percato de algo más, pero todavía no hay rastros de mi hermana—. Es él, pero no veo a Jade, sólo un chico que parece ser quizá de su edad.

    —Puede que sea su hijo y también puede que Jade esté dentro de la cabaña. —Me dice Ángela alentándome.

    —Sí, pues vamos a ver cómo jodemos a ese hijo de puta.

¿Será este el final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora