— ¡Despierta! —Grita la voz de una mujer— ¡Despierta! —Grita mi madre—. ¡Despierta! —Mis hermanos—. ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Despierta! —Ya no sé quién grita, son demasiados—. ¡Despierta!
—Aaahh ¡Basta!— Grito.
Estoy en mi cuarto, llena de sudor y con un dolor de cabeza horrible, sin mencionar que me siento bastante aturdida. Sólo fue un sueño, sólo eso, pero ese ha sido uno de los peores sueños que he tenido, creo que jamás me habían dañado tanto físicamente en un sueño. Me duele todo, apenas puedo mantener los ojos abiertos, y no del todo. Me percato de la hora y trato de levantarme de la cama, pero las piernas me fallan, mientras agarro fuerzas sólo puedo pensar en que espero que ese sueño sólo haya sido otro absurdo que agregar a la lista. De todos modos, no soy de esas personas a las que se les cumplen los sueños, una que otra vez se ha cumplido alguno y ha sido pura casualidad de la vida.
Por una parte, el sueño cómo que tiene sentido. En este mundo todos estamos locos o enfermos, sólo que todos lo demuestran de una manera diferente y algunos lo estamos más que otros, a veces simplemente toman a la gente por loca. Si yo publicara todo este drama de mi sueño, todos me tomarían por loca y nadie me creería, y no los culpo, la verdad ni yo lo creo y menos lo creería si alguien más me lo dijese. No negaré que me preocupa un poco que ese sueño sea verdaderamente una advertencia, pero prefiero meterme en la cabeza que todo va a estar bien y que sólo ha sido un sueño.
— ¿Hija? ¿Estás bien? —Pregunta mi madre y en su rostro se nota la preocupación. No note cuando entro.
—Sí, sólo fue un sueño, tranquila. —Digo y me ataca el dolor de cabeza por lo que suelto un quejido.
— ¿Segura? —Pregunta dudosa—. Te ves fatal ¿Qué soñaste?
—Sí, bueno... Me siento un poco mal ¿hay algo que me pueda tomar para el dolor de cabeza? —Preferible para mí ignorar esa pregunta por variadas razones.
—Sí. ¿Te lo traigo? —No es común en mi madre tanta atención e interés en mí, normalmente estaría quejándose de mí por la situación o hasta sin razón aparente.
—Sí, por favor.
—Ok, ya vengo —dice pero no termina de salir de la habitación—. ¿Vas a casa de Cameron hoy o te sientes muy mal para ir?
—No, no, estoy bien —niego cruzando las manos consecutivamente en respuesta a lo que dijo sobre no ir a casa de Cameron—, es decir, seguramente con una pastilla me siento mejor. —Le doy una sonrisa de labios cerrados para que se quede tranquila.
—Está bien, pero apresúrate, tienes que salir a las 3 y te ves fatal, dormiste demasiado. —Dice saliendo de la habitación con una sonrisa.
—No lo dudo.
~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~
Son las diez de la noche y estoy sentada en el mueble con Cameron, podría quedarme toda la noche así con él hasta simplemente quedarme dormida en sus brazos, sus brazos son tan cómodos para mí. Estuvimos toda la tarde viendo películas, jugando video juegos y las típicas cosas que solemos hacer, aunque mayormente simplemente disfrutamos de la compañía del otro. Sus padres salieron hace un rato y dijeron que iban a llegar súper tarde, Cameron no quería quedarse solo en casa, así que me pidió el favor de que me quedara con él hasta que ellos llegasen. Lo más posible es que me tenga que quedar a dormir, porque deje la copia de la llave de mi casa y no quisiera molestar a mis padres a estas horas. Sé que parecerá extraño que un chico de 18 años no quiera quedarse solo en casa, pero sucede que todos estos días ha tenido pesadillas y alucinaciones porque se puso a inventar jugando la ouija con unos amigos suyos. Mis padres no tienen problema con que me quede a dormir ya que llevo un tiempo saliendo con Cameron, ellos lo conocen desde que apenas éramos amigos, lo adoran y eso para mí es una de las cosas más perfectas del mundo.
—Amor —dice sacándome de mis pensamientos. Ha estado acariciándome el cabello por un buen rato mientras ninguno de los dos decía nada—. ¿Qué son estas marcas?
— ¿Qué marcas? —Digo extrañada porque en verdad no sé a qué marcas se refiere.
— ¿Cómo que qué marcas? Tienes marcas como de golpes por todo el cuerpo, ¿y no sabes qué son? —Pregunta con un tono algo sarcástico, pero a su vez histérico. Me acomodo y empiezo a revisarme para encontrar las marcas, cosa que no se me hace difícil. Son verdaderamente notables, y duelen, hasta están hinchadas, lo raro es que no me había percatado antes, incluso mi mamá tampoco se percató de ello, toda la tarde con Cameron y ahora es que se viene percatando de ello—. ¿Qué me ocultas, Maya? —Dice como si le doliese el hecho de que le estuviera ocultando algo, con cara de pensar lo peor.
—No te oculto nada —aparto mi mirada de la suya—, y créeme que no sé cómo rayos me hice esto. —Digo mientras trato de recordar cuándo y cómo me golpee, y lo único que logro recordar es aquel estúpido sueño.
— ¿Fueron tus padres y por eso no me quieres decir? —Dice con preocupación, pero sé que en el fondo está molesto por la idea de mis padres golpeándome.
—No, Cameron. ¿Alguna vez me habían golpeado antes? —Digo ofendida y él aparta la mirada.
—No —dice cortante—. Pero antes tampoco te había visto con una marca como...
—Para —lo interrumpo—. No me siento bien. —A penas logro decir lo último, siento que me desmayare.
— ¿Qué tienes? —Pregunta, pero no respondo, de verdad me siento muy mal...— ¿Maya? Maya ¡Maya! —Volví a desmayarme.
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¿Será este el final?
AléatoireSeef es una historia que tiene sus adentros en el siglo XXI, un grupo de amigos se ve en una situación caótica cuando todo lo que conocen y aman se desploma a su alrededor. Una de ellos tiene una visión de lo que se aproxima, pero no le hace caso a...