¿Será este el final?

7

    Nadie ha dicho ni una sola palabra desde que salimos de la ciudad, pero tengo el presentimiento de que ya se dieron cuenta de nuestra ausencia en la residencia, por lo que pienso que no nos espera lo mismo para cuando lleguemos.

    — ¿Quién tiene las llaves? —Pregunta Cameron sacándonos a todos de nuestros pensamientos y noto que estamos por llegar a la residencia.

    —Yo las tengo —dice Isabella y se acomoda para revisarse los bolsillos— O eso creo—duda y termina de revisarse los bolsillos—. No, no las tengo.

    —Por favor dime que no se te quedaron en la ciudad. —Ruega Cameron con pesadez. Todos queremos matar a Isabella en estos momentos.

    —No —interrumpe Sam—. Mira, están abajo. —Dice señalando debajo del asiento de Cameron, todos suspiramos.

    —Bien. Sam, baja a abrirnos el portón. —Dice ya estacionado en frente de la residencia. Sam asiente y baja del auto.

    Una vez dentro de la residencia teníamos a todos nuestros amigos esperándonos en la fuente que se encuentra justo en medio de todo.

    — ¿Qué diablos fueron a hacer? —Pregunta Brad casi gritando y se abalanza contra Cameron.

    —Hey, calma —dice Sam separando a Brad de Cameron—. Fuimos a la casa de Cameron a ver si encontrábamos algo que nos sirviera.

    — ¿Y por qué rayos no nos dijeron nada? —Pregunta un poco más calmado— Nos tenían preocupados —Dice más para el que para nosotros— ¿Qué si les hubiese pasado algo?

    —No les dijimos porque si lo hacíamos, no nos dejarían ir y eso lo sabes muy bien —digo y se voltea a verme por unos instantes, pero no dice nada. Sabe que tengo razón—. Lamentamos haberlos preocupado.

    —Vayan todos a sus casas —manda Cameron, cómo cosa rara—. Los llamaremos para almorzar. —Informa.

    —Está bien. — Responden todos poniendo los ojos en blanco quejumbrosos y se dirigen a sus casas, él me hace una seña para que lo siga.

~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~

    Ya hemos terminado de almorzar y ahora los muchachos se encuentran jugando videojuegos en la sala, y por muchachos me refiero a Cameron y Sam, los demás sólo se encuentran viéndolos atentamente, exceptuando a Jasón que parece estar perdido en sus pensamientos, este último se voltea a verme lo que me hace pensar que me lo quede viendo más de lo debido. Lo que lo hace más incómodo es la manera en la que me mira, su cara describe lo que para mí parece nostalgia, pero no veo el porqué. Se queda serio y duda unos instantes antes de caminar hacia mí.

    — ¿Podemos hablar? —Pregunta en voz baja, parece nervioso.

    —Claro. —Digo y puedo ver como Brad dirige su mirada hacia nosotros, Jasón parece notarlo también, entonces me guía hacia la cocina.

    —Escucha...—Comienza a decir una vez que estamos solos— No sé cómo decirte esto—. Se nota nervioso.

    —Sólo dilo y ya, estamos en confianza. —Le digo con un tono calmado para animarlo a que me diga, me mira unos instantes y asiente.

    —Ok, ok... —Dice preparándose otra vez para hablar— Yo sé que lo arruine contigo —me mira y temo por lo que se le ocurra decir—, pero yo de verdad siento lo que te hice —baja la mirada al suelo—, y sé que estás con Cameron, pero también sé que él no te ama tanto cómo yo. —Me mira e intenta acercarse, pero me quito. Baja la mirada debido a mi reacción.

    —Jasón, yo no sé qué decirte...

    —No tienes nada que decirle —me interrumpe una voz, es la voz de Brad—. Demasiado has hecho todo este tiempo ofreciéndole tu amistad.

    —Brad, yo...

    —No, cállate —lo interrumpe—. Ni siquiera se te debió ocurrir esto, está con Cameron, por el amor de Dios.

    —Brad ¿estás ahí? —Pregunta Cameron acercándose hacia la cocina— Es tu turno de ju... —toma una pausa extrañado de vernos a los tres—. Es tu turno de jugar.

    —Voy —dice y está a punto de salir de la cocina cuando vuelve a hablar—: ¿Y acaso ustedes no van a venir? ¿No quieren ver cómo le gano a Kevin? — Pregunta burlón, pero sé sus intenciones y en parte se lo agradezco.

    —Eh si, seguro —dice Cameron—, pero adelántense, Maya y yo iremos entre un rato —todos asienten y salen de la cocina, yo sólo temo por lo que dirá— ¿Qué te dijo Jasón? —Pregunta sin más una vez que todos se han ido.

    —Nada, sólo me comentó que estaba aburrido, que vio que yo también lo estaba...

    —Y entonces decidió hablarte —completa por mí. Asiente, se muerde los labios, se queda pensando un momento y ríe antes de continuar— ¿Y por qué estaban tan serios todos ustedes?

    —Porque Jasón mencionó el tema de todo esto que está pasando. —Miento.

    — ¿Entonces sólo hablaron? —Pregunta, pero sé que no espera que le responda, aun así asiento— Bien —me sonríe y me besa en la frente— Sabes que confió en ti y que no me gusta que me ocultes nada. —Dice aun sujetándome la cara de lado a lado con sus manos.

    —Y no te oculto...— Empiezo a decir, pero me callo al ver su rostro. Tiene una sonrisa irónica que me hace entender que no me cree.

    —No me ibas a contar qué hablaste con Jasón, eso es obvio —dice y bajo la mirada porque es cierto, ni siquiera le pienso mencionar la verdad de lo que hablamos. Él parece notar mi expresión, por lo que me hace mirarlo— Hey, pequeña. No te digo esto para que te sientas mal —dice más calmado. Cameron es demasiado bueno conmigo, no le gusta discutir, no le gusta verme mal. A veces me hace pensar que no lo merezco—. Vamos con los muchachos, ¿sí? —Asiento y me regala otro beso en la frente antes de rodearme con su brazo y salir de la cocina.