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    Otra vez en el mismo lugar, la misma oscuridad, el mismo silencio. La pregunta es: ¿Qué hago aquí otra vez? ¿Por qué me desmaye?

    —Estás aquí porque quiero demostrarte qué pasará si tú no me crees —dice la misma mujer de la otra vez—. Esto es real, se te acaba el tiempo, si no me haces caso, tú y tus amigos morirán, cuando pudiste haberlos salvado.

    — ¿Qué hay de las marcas que tengo por todo el cuerpo? —Pregunto recordando que apareció de repente— ¿Cómo salvaré a mis amigos si ni siquiera sé si puedo salvarme yo?

    —Tú puedes con esto, podrás si te lo propones, te elegimos a ti por una razón, ahora te toca escoger bien a quienes salvar y, respecto a las marcas, son a causa de la chica de la última vez. Si no me haces caso, eso quizá quede corto comparado a otras cosas que podrían llegar a sucederte pero, si me haces caso, tendrás la oportunidad de salvarte a ti y a todo aquel que quieras. Tú decides. —Dice y esta vez se siente más como una amenaza.

    — ¿Eso es una especie de amenaza? ¿Ahora tengo que elegir entre mis amigos? —Pregunto algo molesta— ¿Qué pasa si dejo que me maten? —Pregunto cruzando los brazos con osadía pensando en que no quisiera vivir cuando todos a mi alrededor están muriendo

    —No, es una advertencia. Tienes que escoger a los mejores para que juntos puedan sobrevivir a la tragedia. Si dejas que te maten, puede que incluso te quede aquí para siempre y que tus amigos se conviertan en locos también.

    — ¿Y si muero por sacrificarme por uno de ellos o algo por el estilo?

    —Haces demasiadas preguntas. Mejor observa —dice señalando a un punto fijo a mi izquierda. Lo que veo me deja en shock, se pueden ver varias casas incendiadas, gente asesinándose y suicidándose, es perturbador. Puedo sentir el odio, la desesperación, el miedo, todo lo que emana de las personas que yacen en la visión, incluso puedo sentir su dolor, lo cual es inquietante—. Eso pasara dentro de poco, tú decides que harás al respecto.

    —Pero...— Se ha ido, otra vez, y como si fuese una repetición del otro sueño, veo la salida de la cueva y escucho gritos acercándose, sólo que esta vez corro para que no me alcancen, intentando encontrar otra salida del lugar.

    Ya no escucho gritos, sólo veo una pequeña luz y me pregunto si debería acercarme. Del mismo lado en donde está la pequeña luz, logro escuchar que alguien dice mi nombre. Es Cameron el de la voz, me acerco y mientras más cerca estoy más fuerte se escucha su voz.

    — ¡Maya, despierta! —Por fin lo veo—. Oh, por Dios, Maya. —Me abraza y puedo notar lo acelerado que está su corazón—. Me habías asustado, joder.

    — ¿Qué hora es? —Digo mientras me aparto para buscar mi teléfono—. Mierda, son casi las 12. —Digo y me apresuro—. Cameron, necesito que conduzcas, tenemos que a buscar a mis hermanos, luego pasaremos por algunos de nuestros amigos. Cuando estemos a salvo, te explico.

    — ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué paso? ¿Cómo que cuando estemos a salvo? —Dice bastante confundido.

    —Sólo confía en mí, por favor. Empaca sólo lo que sea realmente necesario, como si fuésemos a viajar, mientras yo busco unas cosas por aquí, luego iremos a mi casa a buscar otras cosas más. — Le digo mientras tomo mi teléfono para avisarle a mis hermanos.

    —Está bien, confió en ti, iré a hacer la maleta. —Dice dándome un beso en la mejilla. Sigue confundido y lo comprendo, pero me alegra que no se ponga terco en estos momentos.

~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~

    Ya tengo a mis hermanos, por lo cual me he quitado un pequeño peso de encima. Nuestros padres nos han estado llamando y mandando mensajes como locos. Me lleve a mis hermanos sin decirles nada, de todos modos no me iban a creer, demasiado fue que confiasen en mi cuando les dije que se vinieran. Hay unas cuantas personas a las que me gustaría salvar, pero no sé si logre salvarlas a todas. La primera persona a la que llamaré será a Abril, la casa de Jasón queda cerca y posiblemente hasta se encuentren juntos.

    El teléfono suena y contesta casi al instante.

    — ¿Hola?

    —Abril, vamos para tu casa, empaca sólo lo necesario, nos vamos, no preguntes porqué ni cómo ni para dónde, sólo confía en mí, cuando llegue quiero que estés totalmente lista para que te metas al auto rápido. Llegamos más o menos en 10 minutos, vas a salir por el portón y, sé que sonara raro, pero trata de que tus padres queden encerrados en casa cuando salgas...

    —Suenas cómo una total loca, pero confío demasiado en ti como para no prestarte atención, sobre todo ya que llamaste.

    —Anda dile a Jasón y, apresúrate, por favor.

    Fin de la llamada.

¿Será este el final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora