Al día siguiente me levanto y bajo a desayunar. Veo que están los chicos y me alegro.
- Buenos días Marta. ¿Cómo has dormido?, ¿qué te parece la casa? y... ¿la cama?. - puede apreciar como me guiña un ojo. Menudo descarado, Louis.
- Emh... Buenos días a ti también. ¿A qué viene tanta pregunta, Louis? - me acerco a él pero me esquiva la mirada. No entiendo este juego.
- Déjalo, desde que llegaste junto a Liam está algo tonto. - dice Niall.
Definitivamente aquel irlandés tiene toda la razón. Además, Louis está tratando de, no sé, ¿ligar conmigo? pero... esas no eran las maneras para "ganarme".
Louis tiene toda la pinta de enrollarse con una y con otra y luego se olvida. Total, es su vida, claro está, pero eso no es lo mío.
Me siento en la silla al lado de Harry. Puedo ver como él se acerca a mí.- No se si habrás notado, pero, a Louis le gustas mucho. - susurra.
- No, nada que ver. - miento.
- Te va a crecer la nariz como pinocho si sigues mintiendo, nena. - me dice mientras cambia el tono a normal y se separa un poco de mi lado para seguir desayunando.
Harry es un listillo.- Chicos, me voy a dar una ducha y a buscar un instituto. - digo mientras me levanto de la silla y pongo en su sitio.
- Hermana, ¿no vas a desayunar?. - pregunta Liam.
- No Liam, no tengo ganas.
- ¿Estás bien? no sé, te noto rara. - me pregunta Niall.
- Estoy de mil maravillas Niall,¿o no lo ves?. - digo con una enorme sonrisa en mi rostro. Supongo que no ha sido la mejor pero algo es algo.
- No sonrías así que me los enamoras. - dice riendo Liam.
- Liam, deja las tonterías a un lado y preocúpate por acompañar a tu hermana a buscar un instituto. - dice Niall.
- Yo conozco uno que esta algo cerca de aqui. - dice Harry mirándome.
Harry apunta en un papel el nombre el instituto y se lo da a Liam. Liam lo guarda.- A ver, perfectamente puedo ir yo sola y más si queda aquí mismo. - digo.
- Pero yo te quiero acompañar. - responde mi hermano.
- Ok, lo que quieras.- subo hasta mi habitación. - Lo que tengo que soportar, por Dios. - digo en voz baja mientras entro en mi habitación y busco la ropa antes de meterme a duchar.
Ya estoy más que lista. Me pongo una camiseta de manga corta que pone en letras bien grandes "Life is beautiful". Amo esa camiseta. Encima, una chaqueta de cuero, un pantalón pitillo y unas botas con tachuelas y tacón. Simple y a mi gusto. Bajo a la entrada.
- Wow, ¡qué guapa!
- Muchas gracias, Harry. - le digo sacando la lengua.
- De nada, morena. Para eso estoy, para hacerte cumplidos todos los días.
- Gracias, de nuevo. Pero no lo veo necesario. Aún así, tú luces bonito hoy.
- Esto es un no parar de halagos, señorita. - me abre la puerta y salgo.
Ahí estaba Liam apoyado al lado del marco de la puerta fumando un cigarrillo.
- Vamos, preciosa. - dice Liam con un tono un tanto seductor que no me gusta nada.
De repente, le suelto:- Liam, no estoy para halagos.
- Pero, ¿qué te pasa?. - suelta mientras nos alejamos de la casa de Niall.
Vuelvo a repetir, ¿de qué sirve que me acompañe?
- Pues que... Harry me dijo que...
-¿Qué te dijo Harry? De él me puedo esperar cualquier cosa.
- Pues que a Louis le gusto.
En ese momento ya habíamos llegado al instituto que le había dicho Harry a mi hermano."Instituto Peter Sour", señalaba en grande.
- Bueno, dejemos el tema de Louis. Luego lo hablamos. Ahora vamos a lo que vamos.
Siento como me coje del brazo con mucho cariño y entramos a aquel instituto. Las puertas son enormes. Nos dirigimos a una recepción. Ahi está una señora mayor.
- Hola. - saludo alégremente. - ¿Me puede decir cómo puedo registrarme en este instituto? - le pregunto.
- Hola, buenos días. Sí. Tome, aquí tengo unos papeles de un chico que se iba a registrar pero no vino, así que, todos tuyos.
Extiende la mano y ahí tiene los papeles. Los cojo.
- Gracias, señora. Muy amable.
- De nada.
Me siento en una silla. Puedo ver que Liam ya está cómodo.
- Pues aquí estoy hermano. - me sentía realmente feliz.
- Pues... vale.
- Que simpático que eres Liam. - le digo irónicamente. No me contesta. Quizá esté así por lo de Louis.
Eso le afecta más que a mí y lo entiendo porque él es mi hermano y sabe como es Louis y no quiere que me haga daño (o eso creo aunque por mi misma soy consciente) Desde el día que nos abandonaron él ha sido así conmigo. Muy sobreprotector, y eso se lo agradezco mucho, pero no quiero que esté encima mío ya que debo aprender a defenderme por mí misma.- ¿Nervios?. - me pregunta de la nada. Pensaba que no quería saber nada de nadie pero por lo visto volvió Liam.
- ¿Yo? Ni en tus sueños, querido hermano. - disimulo pero es evidente.
Termino de rellenar los papeles: el nombre y apellidos, la fecha de nacimiento, etc.
Me quedo un rato sentada en aquella silla. Puedo obsevar como a Liam le suena el móvil. - ¿Con quién estará hablando? - pienso. - Seguramente es nuestra tía Elizabeth.
Liam:
Esto es muy aburrido. Quiero salir cuanto antes de este instituto. Y sé que dije que la quería acompañar pero es que no lo soporto.
Escucho un sonido proveniente de mi bolsillo. Mi móvil.- ¿Quién será? - pienso.
Lo abro para leerlo y ponía:
-¿Qué tal todo? - es Harry.
- Todo va genial, por el momento. Una cosa, tío, ¿por qué le dijiste eso a mi hermana?
- Me alegro. ¿De qué hablas?
- Sobre a que Louis le gusta ella.
- Ah, sí. Pues simplemente se lo dije y ya.
- Luego hablamos.
- Ok. Hasta ahora.
Apago el móvil. Me fijo como Marta ya habia terminado de rellenar los papeles.
- ¿Ya está hermana? - pregunto.
- Sí, hecho.
Marta:
Me levanto de aquella silla tan cómoda y me acerco a la recepción junto a Liam.
- Tome, señora. Ya está.
- Ok, perfecto. - los coje y los mete en un tipo de carpeta donde habían otros papeles. Me resulta extraño que no los comprobara.
Salgo del instituto. Solo me quedaba esperar. Espero que no sea muy larga la espera.
- Pues ya está. - me dice Liam dándome un cálido y agradable abrazo.
- Esto es un amor-odio. - le digo riéndome.
ESTÁS LEYENDO
Latidos
FanfictionMarta Bianchini, una chica de Ámsterdam de 16 años la cual, junto a su hermano Liam, viajan a Londres para disfrutar de una nueva etapa llena de emociones. Ella no llega a creer en las personas, ya que su infancia no aportó nada significativo para e...