30. Presentimiento.

27 4 2
                                    

—¿Mejor?—me pregunta Robert poniendo sobre mi una manta y me acerca una taza de té.

Entre el gran enfado que tuve y sigo teniendo con Zayn y este tiempo no es de mucha ayuda para mi.

—Ahí voy.

—Te recuperarás más rápido de lo que te imaginas.

—Eso espero, Robert.

Zayn.

—Marta, joder, tu maldita manía de no mirar el móvil. Lo siento, lo siento pero me pongo demasiado nervioso porque no se si éstas bien o mal. Marta por favor, te lo pido, necesito una respuesta de tu parte. Lo siento por todo, de verdad. Espero tu respuesta. Adiós... Marta.—tiro el móvil al suelo con enfado, mucho enfado que llevo guardado.

—Menuda mierda de vida Zayn, menuda mierda —doy golpes en mi cabeza como tal loco pero me doy cuenta de que no es lo correcto y que no tengo que seguir aquí esperando a su respuesta; tengo que ir en busca de ella sea donde de sea que éste porque esto ya está puniendo con mi ser.

Cojo mi cazadora y las llaves de mi coche e instantáneamente ya estoy arrancando el coche y mientras avanzo los primeros tramos de carretera pienso un sitió donde se pueda ubicar ella.

Se que estoy siendo precipitado pensando en que ella a podido ir a un sitio lejano de aquí pero a pesar de todo pienso que es lo que ha echo Marta. De seguro que decidió coger un autobús y llegó a el primer destino que llega -que por cierto no esta muy cerca- y ahí estará, eso espero.

Liam.

—He echo todo lo que he podido tía. Llamadas y mensajes a más no poder y tan solo he recibido un misero mensaje de su parte. No se que le conllevó a irse de nuevo a allí. Lo siento, hice lo que pude para que se sintiera cómoda aquí, en Londres pero no fue posible. Muchas cosas en tan poco y para tan frágil persona es mucho.—le digo a mi tía y escuchó llantos por la otra línea.— No llores más por favor.

—Liam... gracias por cuidar de ella pero como bien has dicho fue mucho para ella y deja que tome un poco de espacio para si misma. Creo que... que... va a ser lo mejor.—dice con pena.

—No lo se...—me rascó la nuca.

—Puedes ser su hermano y aparte de eso un gran amigo para ella pero entiende que Marta quiere ser...

—¿Libre?—dudo que sea eso.

—Supongo que es la palabra adecuada.

—Tan solo tiene 17 años, tía.

—Liam, una cosa es la edad y otra la madurez y sabiduría que pueda tener ella porque Marta siempre a sido una chica especial en casi todo lo que hace porque es capaz de superar cosas que ni yo misma he podido. Eso es lo que sucede con ella.

—Tienes razón.

—Claro que la tengo. Mi secreto es que trato de meterme en sus pensamientos o en sus ideas y presiento que ella va a conseguir lo que quiere.

—¿Que crees que es lo que quiere? —pregunto extrañado.

—Tan solo lo se yo. Hasta pronto Liam y cuidate mucho. Te quiero.

—Yo también tía.

—¿Que te ha dicho? —me pregunta Harry.

—Ha sido una conversación más rara de lo normal.

—Lo normal en las mujeres...

—No, no nada de eso solo que cosas que me han dejado muy pensativo y tengo que tratar de... de...—

—¿De...?

—No se, cosas mías.—me levantó del sofá y voy a mi habitación pensativo.

Marta.

—¡Robert!—grito y el sale corriendo de la cocina con el mango del sartén y el sartén en la mano asustado.

—¿Que te pasa?

—Tengo un mal presentimiento...

—¿De que tipo?

—Algo malo.

—No digas bobadas Marta, solo te sientes mal y ya. Duerme y se te pasará.

—A lo mejor tienes razón.

—Claro que la tengo.—sonríe asintiendo, me da abrazo y sigue en lo suyo.

«Le he dado la razón como los tontos»

Pienso.

// //

Awe, ¡hola!

Pues si que ha pasado tiempo desde que no subo :-( sorry (? Ejemm... he tenido problemas personales y por eso había parado un poco y además el instituto tampoco ayuda mucho y este fic (para mi) que es rollo así que... :-(

LatidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora