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Harry no se concentró en toda la mañana y salió de las reuniones sin enterarse de la mitad de las cosas, incluso sus socios lo notaron distraído.

Y es que se suponía que su secretario tendría que estar presente pues debía tomar notas pero no estaba y Harry lo culpaba a él de su distracción.

Este finalmente había pedido a otra de las secretarias de los presentes que le fotocopiase las notas y se las mandase por fax a su despacho.

Poco antes de la hora de comer subió a la planta décima pues estaba muy decidido a buscar la dirección de Louis en su expediente e ir a su casa, creía urgente pedirle perdón y también pedirle que por favor volviese a la empresa.... lo necesitaba.

Cuando​ el ascensor abrió sus puertas, el empresario se quedó blanco pues su ayudante estaba de nuevo sentado en su mesa.

El ojiverde carrapeó y Louis levantó su mirada quedándose absortos el uno en el otro durante unos minutos, luego de ello, el empresario asintió y siguió caminando hacia su despacho.

-Señor Styles-Lo llamó-ha llegado un gran paquete para usted, lo he dejado encima de su mesa.

-Por favor... venga a mi despacho, Louis-dijo su jefe antes de adentrarse en este.

El ojiazul tragó saliva, cogió su blog de notas pues creía que su jefe le echaría la bronca y lo despedía o pudiese ser que no, la suerte estaba echada.

Caminó con decisión hasta la puerta y tocó.

-Pase-dijo Harry desde dentro.

Este se adentró y entonces vio a su jefe de espaldas mirando por el gran ventanal.

-Abra el paquete...por favor, Louis.

El ojiazul obedeció y caminó hasta la mesa, sacó el precinto de este y lo abrió, luego sacó las esponjas protectoras y vio que debajo había otra caja envuelta en papel de regalo, le sacó el envoltorio y los metió en la caja para la basura.

-Ya está, señor. Contiene un regalo empaquetado. No hay tarjeta alguna por lo que no sé quién lo envía.

De repente el ojiverde se giró hacia a Louis.

-No me lo envía nadie, porque no es para mí.

-¿Ah no? pues entonces no entiendo.

-Ahí dentro hay un portátil y es para ti, Louis-dijo Harry sonriendo.

El ojiazul fingió emocionarse.

-¿P-Para mí?, pero ¿por qué?, no entiendo

-Es mi manera de pedirte perdón.-dijo el empresario- Lo siento por ser un desalmado ayer con tu regalo. Algún día te contaré el porqué de mi reacción.

-Pero creí que estaba furioso conmigo....no puedo aceptarlo.

-Supuse que no tenías uno... ¿me perdonas?.

Louis comprobó lo sentimental, manejable y vulnerable que era su jefe pues parecía estar desesperado por enmendar lo sucedido y lograr que se quedase.

El ojiazul recordó lo hablado con su amigo Niall unas horas antes y entonces decidió aprovecharse para ello empezó a coquetearle para ver que pasaba.

-Siii... cla-claro que lo perdono-dijo mientras sonría y batía sus largas y espesas pestañas.

El ojiazul estaba realmente feliz, nunca jamás había tenido un ordenador y eso era solo el principio.

-Oh, eso está muy bien, ¿entonces, todo olvidado?, ¿volvemos al trabajo?.

Louis asintió, luego cogió su regalo y salió del despacho meneando el trasero, cosa que no pasó desapercibida para Harry.

El secretario siguió con su trabajo después de acariciar un par de veces su regalo, sonreía pensando en cómo Harry podía ser tan ingenuo.

Mientras en su despacho, el ojiverde se sentó en su sillón sonriendo satisfecho pues no había tenido que suplicar, Liam había tenido razón.

Tras salir de nuevo a comer juntos al restaurante, el resto de la tarde transcurrió sin más, finalmente el fax con la información de las reuniones llegó y Harry se pasó el tiempo revisando los datos y gestionando desde su teléfono y su ordenador.

A la hora de irse a casa Harry y Louis apagaron todas las luces y se fueron juntos en el ascensor, el ojiazul siguiendo con su juego, fingió no poder con el peso de la caja para comprobar el interés de su jefe.

-¿Quieres qué te ayude con eso hasta tu coche? -preguntó Harry.

-Oh no...y-yo no tengo coche, señor. Viajo en autobús.

-Bueno ...emm pues entonces te la llevaré hasta la parada del bus-volvió a hablar el empresario.

-Si, gracias-dijo Louis batiendo sus espesas pestañas y sonriendo.

El ojiverde lo miró embobado y unos minutos después, salieron del ascensor y del edificio, caminaron hasta la parada y el empresario dejó la caja en el banco, al lado del chico.

-Bueno Louis, emm... hasta mañana.

-Hasta mañana, señor-dijo este mientras se sentaba a esperar su autobús-Muchas gracias.

Harry fue de nuevo a su edificio, bajó al garaje y cogió su lujoso coche para irse a casa.

Lo arrancó y salió del edificio pero al pasar por la parada del autobús vio que su ayudante aún seguía temblando de frío.

Detuvo el coche y dio marcha atrás hasta quedar a del chico.

-¿Aún sigues esperando ahi?.

-C-Creo que s-se retrasa-Dijo Louis castañeando sus dientes.

-Anda sube o cogerás una pulmonía.

Louis miró en dirección a donde tendría que venir el autobús pero éste aún no se divisaba, así que se levantó, cogió su caja y subió al calentito coche de su jefe.

Louis miró en dirección a donde tendría que venir el autobús pero éste aún no se divisaba, así que se levantó, cogió su caja y subió al calentito coche de su jefe

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49. El nuevo secretario-Primera parte-Larry Stylinson (Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora