Cada día que pasaba era aún más difícil que el anterior.
Cuando se fue, lo intenté buscar por casi una semana y no había rastro de él, es como si no quisiera ser encontrado.
Paul me daba ánimos diciéndome que tal vez estaba confundido y que cuando aclarará todo, iba a volver. Pero hoy hacia dos meses que se había ido y sinceramente ya no tenía muchas esperanzas.
Lo único bueno de todo esto es que Esteban ya no había vuelto, es decir no sabía nada de él desde lo que paso, eso podía ser bueno o malo, pero ya no me importaba, si él quería vengar a su ex novia, Ivan o Anne pues ya lo había logrado, me había quitado lo que más amaba, aunque aún tenía a Paul y Emily y a mis padres... Siempre intentaba pensar positivamente, ya que si no lo hacía volvía a recordar a Rob y bueno después de eso me ponía a llorar por horas y nadie podía pararme por mas exagerado que sonara.
En esos dos meses no había salido, más que a cazar, hoy el día estaba muy nublado y estaba lloviendo, pero tenía ganas de salir.
Así que tome mi chamarra y una sombrilla, subí a mi carro y comencé a manejar al centro comercial.
Cuando llegue lo primero que hice fue comprar algo maquillaje, el cual era innecesario, ya que en los últimos días con suerte me ponía un poco de corrector y rímel, después fui en busca de ropa. Me había encargado de tardar lo suficiente así tenía algo que hacer y no iba a pensar tanto en Rob, después de comprar algunas blusas y sudaderas salí de la tienda y comencé a caminar por todo el lugar...ROB
Estaba comprando ropa, ya que la que tenía ya no me gustaba del todo, había conseguido un trabajo en el que me pagaban más o menos bien, cuando vi a Ema, estaba distraída viendo por afuera una tienda de ropa, se veía linda, pero cansada. Iba a alejarme del lugar, pero algo paso en mi mente, un recuerdo, de Ema estábamos en el mismo lugar sólo que yo estaba con otra chica y ella con Paul. ¿Alguna vez nos habíamos visto aquí? El sentimiento no era de emoción y en mi recuerdo Ema tampoco tenía cara de alegría.
Entonces me percaté de que ella ya se había dado cuenta de que estaba ahí, puso cara de tristeza y se dio la vuelta para irse.
La iba a dejar ir pero, en vez de eso corrí para alcanzarla.EMA
- ¡Ema! -gritó Rob.
Me pare y volteé.
-Hola Rob. -dije emocionada.
-¿Cómo has estado? -contestó poco animado, como si se hubiese arrepentido de haberme hablado.
Jodida.
-Bien ¿y tú Rob? -pregunté aún emocionada.
-Muy bien. -contestó secamente.
-Me alegro mucho Rob. -contesté ahora con menos emoción.
-Y a mí.
¿Porque era así? No podía dejar ir esta oportunidad.
-Y... ¿qué haces aquí Rob? -pregunté con una gran sonrisa.
-Oh, compre un poco de ropa. -contestó mientras me mostraba algunas bolsas.
-Ah que bien, ¿dónde te estás quedando? -quería saber más.
-Este... No sé si lo recuerdes, pero tenía un pequeño departamento, cuando llegue estaba todo destruido, pero pude cambiar las ventanas y algunas puertas ahí me quedo ahora. -explicó muy rápido.
-Si lo recuerdo. -contesté.
-Bueno me tengo que ir, fue bueno verte, cuídate Ema. -finalizó y me dio un beso en la mejilla.
-Adiós Rob. -me límite a contestar.
¿Este había sido el adiós definitivo?
Con una mala sensación regrese a casa, al parecer nadie estaba, así que sólo me bañe, me puse mi pijama y me acosté en mi cama, ya no quería saber nada de nadie, ni siquiera de Rob.*****
ROBMe había comportado como un total idiota, pero ¿qué podía hacer?
Creí que al acercarme a ella, algún sentimiento volvería, pero no.
No sentí nada y no sabía si eso era bueno o malo y de cierta forma me arrepentí de haber ido y también me sentía decepcionado de no haber podido recordar un poco más.
Decepcionado llegue a casa, en carro. Hace dos meses cuando llegue a casa me sorprendí al darme cuenta de que tenía un carro.
Necesitaba respuestas, pero no podía ver a Ema, no por el momento, así que llame a Paul y me prometió que vendría aquí a las 10:00.
Guarde todo lo que había comprado y espere a que llegarán Paul.
A las 10:00 en punto, Paul estaba tocando a mi puerta.
-Hola amigo. -saludo alegre.
-Hola, ¿cómo has estado? -pregunté igualmente alegre.
-Muy bien. -se limitó a contestar.
-Y... ¿cómo esta ella? -pregunté dudando un poco.
-Ella... bueno ha estado mejor. -contestó un poco serio.
-Entiendo.
El tiempo transcurrió y con ello Paul me contó muchas cosas, desde que la conocí hasta la primera vez que nos habíamos separado, ahora entendía porque Ema se veía tan triste, porque esta no era la primera vez que nos separábamos sino la segunda y al parecer habíamos tardado dos años para volver a encontrarnos, pero ahora yo no me sentía triste y eso me hacía sentir un poco culpable.
-Bueno amigo, me voy creo que ya sabes lo suficiente, es tu decisión si quieres intentar recordar algo o no. -dijo Paul en modo de despedida -ella realmente te ama y la está pasando mal, pero no podemos obligarte a nada, así que cuídate. -finalizó y salió por la puerta.
Me quede con un nudo en la garganta, Paul me hacía sentir culpable, pero no era mi culpa, quería recordar realmente lo necesitaba.
Me fui a mi habitación y en el gran ventanal observé Seattle.
Y a mí llegó un nuevo recuerdo, Ema sentada conmigo observándome y después un beso.
¿Y si se trataba de eso? ¿Tan sólo tenía que ir a cada lugar que estuve con ella para recordar?
Pero... No estaba si quería hacerlo, por lo que me contó Paul mi vida era un desastre y más por ese tipo de Esteban.
Me quedaba con Ema o tomaba mi propio camino.
Tenía que tomar una decisión hoy.
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Immortality
VampirosHan pasado dos años desde que Ema se fue de Cordova, aún ama a Rob, pero no esta segura de que el sienta lo mismo. Nuevas personas llegarán a sus vidas, Rob y Ema se volverán a encontrar, pero nada será lo mismo.