Pastel || KookMin

04 . Sugerir

Park Ji Min no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo. En medio de aquél gigante de las librerias, rogando.

_¿Su número telefónico?¿Para qué quieres eso hijo?

_Solo dámelo papá.

_No, dime por qué, nunca antes me habías pedido el numero telefónico de uno de mis empleados - dijo autoritario el señor Park- ¿Acaso tramas algo indebido? Pillín.

A Jimin se le estaba agotando la paciencia, por lo que respiró hondo y volvió a repetir. Sabía que con su padre debía ir lento.

_Sólo quiero sugerirle algo.

_¿Y no puedes decírmelo?

_ No, es privado, es de adolescente hormonado que no entiende de la vida así que, si yo no lo entiendo, tampoco tú. Anda, antes que lo piense mejor y me arrepienta.

_Jimin las drogas son ilegales¿Estás seguro en correr ese riesgo?

_¡Papá! No es nada ilegal, estate tranquilo. Repito, adolescente hormonado.

_¿Adolescente?Tienes casi 20 años.

_Casi, tú lo dijiste, no yo, así que, por favor si no es mucha molestia, el número - dijo sonriendo con su mejor cara, tratando de convencer a su padre y que este dejase de preguntar tanto.

_ Está bien, está bien, pero ya déjame - dijo harto de su pelirosado hijo, entregándole el móvil y yéndose a atender a unos clientes que estaban en caja. 

Victoria.

Jimin terminó de pasarse el número a su móvil, sonriendo como siempre y se dirigió a la caja para entregarle este a su padre.

_¿A qué hora dices que Jungkook vien-
Ahí estaba.

El castaño entrando por la puerta, mirando a Jimin curioso, con una ladeada sonrisa. Ese sujeto hacía que un acto tan simple como abrir la puerta fuera una cinematográfica hermosa y pérfecta. Casi podías escuchar el soundtrack de fondo y los subtítulos debajo.
Por un momento pareciere que el tinte del cabello de Jimin se había pasado a su cara, porque este estaba totalmente sonrojado y con el móvil en la mano.

_¡Ahí está Jungkook!¡A ver si dejas de preguntar tanto! - exclamó el padre de Jimin mientras se acercaba a su hijo un poco sorprendido.

_¿Jimin?¿Estás bien?Hace un segundo no dejabas de parlotear sobre Jungkook y ahora que está...mngh ghsn mnghjj.

_Papá - dijo Jimin con su mano en la boca del nombrado - Cállate ¿Quieres?

_Señor Park, Ji Min ¿Me buscaban? - dijo cordialmente el castaño acercándose a ambos dos, moviendo ligeramente las manos para colocarlas en los bolsillos de su ajustado y negro pantalón, el cuál era tapado por un sweater beige largo.

_Mngh jh ngj hjo

_¿Qué?

El señor Park retiró la mano del pelirosado de su boca para poder hablar.

_Mi hijo te buscaba no sé para qué , arréglense que yo tengo clientes que atender.Jungkook te espero, en quince empieza tu turno. Hay café en la cocina del fondo.

_Entendido señor Park- saludó a su jefe y le vio irse- Entonces...¿Que pasó Jimin?

Solos otra vez.

_Nada- se apuró a decir y rápido se retractó-bueno en realidad sí, venía a proponerte algo.

El castaño le miró atento y curioso, su vida era poco interesante y casi nunca le pasaba algo fuera de lo usual o de la repetida rutina, así que esta situación le daba un poco de gracia.

Park Ji Min le divertía.

_ Quiero que seas modelo para mi taller de arte, te pagaré y será un trabajo fácil, sencillo y para nada agotador. - dijo por fin Jimin, casi todo sin respirar, mirando los gélidos ojos de Jeon; como si existiera algún modo de leer su mente y saber que diría. Jimin anhelaba que Jungkook aceptara y no se había dado cuenta (hasta que llegó el momento) el cuanto lo necesitaba.

_ ¿Yo?¿Modelo?¿Por qué ? No tengo nada especial.

_ Claro que sí, tienes algo, si no, no te lo estaría pidiendo - dijo rezando para que el castaño aceptara ¿Era demasiado raro trabajar como modelo vivo? Jimin lo había experimentado dos veces en su vida y sabía ya de por sí lo dificil que era mantenerse quieto, por eso, no iba a pedirle a Jungkook una nula movilidad.
Aunque no sabía como habían quedado las cosas entre ellos después del pequeño fiasco en su primer encuentro. Pequeño era poco para Jimin, pues como cualquier miembro del colectivo, la homofobia era un problemón gordo. Y allí estaba Jungkook, dándole un puñal.
Pero habían más razones, así que Jimin pretendería hacer de oídos sordos hasta el momento adecuado.

_ ¿Y se puede saber qué es ese algo que tengo? Nunca antes nadie me había pedido algo parecido y, sabes, yo y el arte no vamos de la mano, ya te dije, lo mio es bailar y economizar, el pintar no es uno de mis dotes por más que aparente ser bueno en todo lo que hago.

Jimin negó riendo. Jungkook estaba entrando en confianza. Bien.

Gatito lindo. Gatito lindo, Jimin.

_ No, tú no pintarás nada, solo te quedarás parado, en movimiento, como sea que te lo indique yo o mis alumnos, serás tú y serás retratado, pintado y recordado. Pasarías a la inmortalidad sin darte cuenta, ese es el truco, no te diré mas, ¿Aceptas?

Jungkook quedó mirando las puertas de la tienda, dubitativo y tratando de procesar todo¿Modelo? Desde cuando él tenía algo especial. La mayoría del tiempo se quedaba embobado con la boca abierta y lleno de baba. Su cara estaba llena de ojeras por el estudio, pero las vacaciones de verano empezaron y estaban desapareciendo poco a poco, como sus tormentas al dormir. Pero ¿Modelo para un taller de arte? Lo más cercano a eso que había conocido era la escena del Titanic, y él no estaba de humor para posar desnudo. Aunque realmente dudaba que fuera eso.
Después de todo, quizás sea divertido para él.

Lo pensó.

Mientras que Jimin se perdió en la sonrisa ladeada que apareció en los labios del castaño al darse vuelta para mirarlo y asentir con la cabeza.

Aceptó.