Instrucciones

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Sin muchas creencias llegamos a la quinta en donde lord Reydarh vivía, ya la empezaba a decir lord para irme acostumbrando porque seria faltarle los respeto si no le decía lord cada vez que le dirigía la palabra. Vikthor encabezaba el pequeño grupo que conformábamos los tres, entramos a la habitación principal, note que la habitación estaba adornada con muchos cuadros y trofeos de distintas ramas de competencia, había de cricket , algunos de fútbol, y los mas interesante eran cabezas de animales disecadas, me imagine que eso eran los trofeos de caza. El tal Reydarh se encontraba. Frente de todos leyendo las noticias en un periódico local, acompañaba esa acción con un trago de wisky de los añejos, me imagine que era eso por su textura y la rara botella que lo traía, yo se algo de licores tuve que aprender en fiesta para así elegir el mejor trago.

Vikthor se acerco un poco a el y presentó respeto - buenos días lord Reydarh vengo a presentarle al nuevo muchacho que aspira a llegar a unirse a nuestra filas.

- me puedo imaginar que ya te encargarse de erick - habló el anciano con voz algo ronca, su voz sonaba como un susurro por las noches cuando hablas para que no te descubran haciendo algo.
- por supuesto mi lord sabes que sus ordenes siempre serán cumplidas - contesto Vikthor muy alagador.
- porque siempre seras así de tan lamen bota Vikthor jamas vas a cambiar - resonó una voz entrando al umbral.

Todo giramos la cabeza para ver quien era esa persona que le falto los respeto a Vikthor, tuvo que ser alguien igual de importante que el propio Vikthor por contestarle de esa manera, era un hombre joven aparentaba unos 25 años, era de piel blanca como la leche, sus ojos son azules como el cristal del zafiro y su cabello corto a lo militar le lucia con su barba sombreada, su genes eran muy hermosos a pesar de ser un hombre. Tampoco se encontraba solo venia entrando con dos muchachos que tenía una cierta edad comprendida a los 10, aunque su rostro expresaba seriedad y experiencia al parecer no eran niños normales.

- como siempre tus estupideces salen a relucir en un momento tan inoportuno como el que estamos viviendo - replico Vikthor con clase.
- deberías de cambiar tus insultos en verdad son patéticos a lo igual que tu - respondió el hombre de los ojos azules con un tono burlón.

Eso saco de quicio a un Vikthor que iba a contestar pero fue frenado por la voz de mandato de lord Reydarh, el ambiente se puso tenso, todos los miraron a ver.

- basta de sus estupidez de niños, su actitud no es la de una sombra - miro a los chicos
Que estaban con el recién llegado - niños con ustedes hablares mas tarde así que se pueden retirar.

- esta bien padre - dijo uno que tenia el cabello castaño, parecía el menor de los dos.
- quiero hablarte de algo importante mi lord - respondió el mayor aunque no se dirigió a Reydarh como un hijo lo hace con su padre, al parecer parecía un soldado mas de sus tropas.
- Sergio te dedicare tiempo cuando me desocupe - le termino diciendo Reydarh al niño mayor.

Los niños se retiraba de la habitación a lo igual que su tutor pero el hombre cristalino fue detenido por Reydarh.

- Jon tu te quedas - Jon se dio media vuelta y miro a la cara a Reydarh - quiero que me des el reporte de los niños.
- mi lord los dos avanza con mucho pontecial pero el bastardo tiene mas agilidad que su muchacho.
- ¿cual es el problema de Ray? - preguntó lord Reydarh.
- en ocasiones para dominar algo le cuesta un poco mas que al bastardo.
La voz de Reydarh exploto - no le digas así - se calmó un poco, su carácter era delicado no le importaba que fuera un anciano igual su fuerza de voluntad era de un incendio forestal - no importa sino lleva mi sangre igual lo veo como un hijo.

Jon se sentía impotentes por no poder hacer nada, apretó los puños a sus espalda por la ira que cargaba al parecer no se llevaba bien con el señor Reydarh pero tenia que acatar órdenes, yo me sentí por un momento como un trofeo mas de las paredes porque no me movía y lo que hacia era puro observar, tampoco era tomado en cuenta por eso no me sentía usado como persona sino como un objeto.

En las sombras: El origen del malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora