Bnha versión chilena random.
Advertencia: alto uso de palabras coloniales y mal escritas, y sí es posible, leer con diccionario en mano si no eres chilen@(?)
Alto contenido homo y lenguaje explícito, creo.
¡Disfruten!
¡Hola! Les traigo otra historia más aparte de las que tengo pendientes :^) (?)
Disclaimer: Todos los personajes mencionados son de propiedad de Kōhei Horikoshi, mientras que los edits son de @ICamiPaz , favor de evitar robarlos, costaron caleta de hacer las weas >:C
Y sin nada más que agregar, disfrutenlo♡
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—¡Pero por la chucha weón, quítate de en medio, saco wea!
Quién diría que aquella frase, llena de sentimientos y compañerismo, pertenecía a uno de los alumnos del liceo más prestigioso de Santiago. Donde para quedar como mínimo tenías que matar a alguien para obtar por una vacante o tener un promedio soñado de puros siete.
Se decía que los que son de aquel lugar eran a lo más cuicos del país, demasiado mateos o los clásicos alumnos perfectos sacados de una novela. Y ni hablar de los profesores, quienes venían de las mejores universidades. En resumen, lo mejor de lo mejor en un solo lugar, educación de calidad que muchos deseaban.
O eso se suponía, porque la clase del primero medio A se pasaba por la raja todos los rumores y estereotipos que se esperaban de ellos.
Un claro ejemplo es el espécimen de pobla que tenemos aquí: Katsuki Bakugou.
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Sendo flaite, con los pantalones hasta las rodillas mostrando toa' la raja lampiña de wawa, que pelea hasta con la peineta y por eso siempre esta con los pelos en punta, trae siempre consigo una navaja oculta y listo para apuñalarte si le da la gana, porque cachai' que, con solo echarle la mirada ya te agarra el medio odio. Pero sí hablamos de rendimiento escolar es otra persona. Sacarse un seis pelado significa tener que apuñalar al profesor y el fin del mundo para él.
Será choro, pero es entero mateo (cuando quiere, eso sí)
—¡Sordo reculiao, te estoy hablando conchetumare!
Sin esperar contestación le dio un empujón al chico, provocando al fin una reacción en él.
