HUNTER - "Rebirth" [Completa] *Editando*

Capítulo 12

Tal y como vino nuevamente al mundo, luego de que la encontrara malherida y la llevara a mi casa, había sido encerrada en una cápsula con líquido rojo dentro, completamente desnuda. Solo llegaba a ver su cabello como si fuera una espesa nube negra y algunas partes de su cuerpo, así como intravenosas y demás tubería conectada a su cuerpo.

Varios doctores caminaban de un lado a otro, llevando frascos llenos de su sangre o muestras de cabello y uñas, mientras que otros tecleaban con frenesí mientras miraban los diferentes cuadros de genes que sobresalían por la pantalla especial en 3D.

Toqué la luna que me separaba de aquella sala. Mi padre estaba a mi costado, mirando mi comportamiento. Esa habitación estaba aislada hasta del sonido.

―Viendo su pulso, debería estar durmiendo ahora.―Dijo él, sin mirarme ahora, vigilaba en cambio la máquina de pulsos cardiovasculares a su derecha.―Dime Jared, por qué ahora la proteges tanto. Nunca te has apegado tanto a alguna persona. Ese cambio de comportamiento es inusual en ti. Puede llegar a alterar tu control sobre tus emociones. Te puede conducir a la muerte.

―No la protejo.

―No niegues lo que es evidente.

―Puedo entenderla hasta cierto sentido. Pero no por eso me he apegado a ella.―Le miré amargo.

―Explícamelo. Porque por lo que sé, ella ha perdido la memoria. Su chequeo médico lo indica.― ¿A qué quería llegar?

―Siento empatía, solo eso.―Traté de no tocar el tema de su amnesia. Podía sincerarme y llegar a contarle lo que había visto, lo que viví.

―Hmmm...―me miró con sospecha pero luego volvió su vista al frente. ―Tu madre va a ser trasladada aquí, solo por seguridad. Podrás visitarla a partir de la próxima semana.―. Me le quedé viendo, estaba actuando como buen padre pero, no me iba a engañar. Algo ocultaba.

De pronto, la puerta metálica se abrió, y dos doctores salieron veloces.

―Zoé...―susurré, pero la reacción de ella fue más.

Zoé se agitaba dentro de la cápsula, veía burbujas de aire atraparse en la manguera principal de oxígeno. Su cabello revoloteaba y las contracciones que ella generaba de su cuerpo creaban burbujas de aire que se iban acumulando al llegar a la cima de dicho embace cilíndrico de vidrio.

Me había quedado atónito, me había olvidado por completo la perfecta audición de Zoé. Tal vez había tratado de olvidarlo, pero simplemente no se podía ignorar ese comportamiento. Varios doctores nos miraron, tanto a mí como a mi padre, quien no parecía querer moverse de su lugar.

Zoe abrió los ojos y con una de sus manos arrancó la mascarilla que le daba oxígeno, gritando en silencio en un mar notoriamente viscoso y distante.