Una cosa era verlo ejercer, otra cosa era el saber utilizarlo. Justo en estos momentos me sentía como un antiguo simio que recién sabía lo que era el fuego.
Zoé cayó al piso, chillando por el impacto. Eso me desconectó de mi reciente idea y avance un poco, pero me detuve cuando una luz verduzca y transparente creció sobre la pulsera que traía ahorcando mi muñeca. Se desarrolló hasta adoptar una forma cuadrangular. La miré por unos segundos, levantando mi mano.
Zoé gritó, desconcentrándome-de nuevo-. Viré hacia ella, avizorando como se retorcía de dolor. El mutante (no se me ocurre otra forma de llamar a su desarrollo desproporcionado) la estaba volviendo un capullo blanco, estaba guardándola para su merienda de la tarde.
Mierda.
― ¡Oye tú!― grité para la araña, la chica Howstky me miró perpleja (tal vez por el hecho de que, teniendo un brazo roto, me esté exponiendo a peligro). La cosa gigante giró y elevó sus patas delanteras vociferando cosas que ni una araña normal y pequeña entendería. Articulando sus patas como dedos en un piano, comenzó a avanzar.
La pantalla adquirió color y dureza. Aparté mi mirar de ese frustrante obsequio y me dirigí hacía la bestia, directo a atacarle. Aunque eso me costase la vida.
La presión repentina en mi pecho, mientras corría, se hizo presente con fuerza. Tenía que controlarme, o no iba a llegar muy lejos.
La bestia extendió sus patas para golpearme, las cuales esquivaba sin éxito, por lo que opté como única medida de seguridad el cubrirme con la pantalla de mi muñeca derecha. Cerré mis ojos.
Cuando recibí el golpe caí al suelo por el impacto. Traté de no golpearme el brazo magullado y, en la oscuridad del no mirar, pude divisar chispas de colores y formas, como rayos de una tormenta tropical. Los abrí para apaciguar la curiosidad repentina.
La imagen proyectada desde la pulsera se rodeaba de rayos y chispas blancas y amarillas, y en el filo corría sangre. Gruñidos y crujidos ocasionaron que levantara la vista...
―Madre santa...―susurré. La criatura se retorcía, moviéndose frenéticamente hasta quedar en el suelo. Vi la herida que iniciaba en su cara hasta llegar a su abdomen, un corte largo y fino que era la puerta para qué sangre espesa recorriera por su cuerpo. Era mi oportunidad.
Corrí hasta Zoé, quien aún no creía lo que veía, y con el filo del holograma corté con sumo cuidado el dichoso capullo y la levanté con cuidado. Zoé se quejó.
―Ahora sí, trata de no entrometerte.―le advertí, esperando se quedara conforme.
― ¿Qué vas a hacer?―me cuestionó. Bufé fastidiado mientras que la ayudaba a sentarse en la parte del pasillo que no había sido afectado.
ESTÁS LEYENDO
HUNTER - "Rebirth" [Completa] *Editando*
Science FictionLa realidad es una ilusión que cada quien decodifica según sus patrones mentales que le dicen que "eso es eso" y que "aquello es aquello", aun cuando otra persona, viendo lo mismo, lo interprete de diferente forma. Mientras que unos piensan estar en...