HUNTER - "Rebirth" [Completa] *Editando*

CAPÍTULO 13

Un chillido alto y estresante llenó la habitación, dejando en claro la sed de sangre que tenía aquel monstruo. Traté de relajar mis músculos y evitar sentir miedo. Aparte que ese tipo de sentimiento me alteraría el cerebro, debía de mantenerme calmado y pensar en cómo derrotarlo.

Este ser extraño de más o menos metro noventa, tenía pelos gruesos cubriendo todo su cuerpo, obeso, con aparentes púas en lo que debería de ser su lomo. ¿Un puercoespín? Tenía un rostro extraño y sus patas eran igual de extrañas. Miré a quienes tenía como compañeros de práctica.

Entre ellos estaba Liam, quien no sabía cómo secar sus manos sudorosas por el nerviosismo. Estaba colorado y su expresión dejaba en claro su temor hacia la muerte.

Sabía muy bien que él tenía lo mismo que yo, pero la etapa en la que se encontraba no era la misma que la mía, por lo tanto no sufriría ningún tipo de ataque Neuro-cerebral. Aún.

Volteé nuevamente para poder ver a ese "mutante", mas unos decidieron ir de frente a atacar.

Idiotas

Espinas atravesaron las extremidades de muchos, a uno u otro le atravesó su estómago. Las mujeres del grupo sacaron a los heridos hacia el fondo del escenario, antes de que el animal volviera a atacar. Entre ellos estaba Zoé y Misa. Las dos llevaban a un moreno llamado Javyer, si bien no recuerdo, este tenía una de las púas atravesadas en dos de sus piernas y uno al parecer había herido un costado de su abdomen. La deforme masa punzante con vida comenzó a querer avanzar pero varios del grupo activaron el holograma de la máquina de pulsera que le había dado Ox Company, usándolo de escudo. Otros, atrás de ellos, cargaban sus armas de fuego y dispararon, pero apenas y le habían hecho daño al monstruo.

Se me ocurrió algo.

― ¡Zoé!―hablé como si ella estuviera a mi costado. Vi de reojo para asegurarme que me había escuchado. Ella me miraba atenta.―Sácale una de las púas y lánzalo a uno de los ojos de ese animal.

Noté su sonrisa desde lejos, Misa nos miraba sin entender y le preguntaba a Zoé.

Entonces activé también mi reloj, manipulando el programa para controlar su movimiento a mi merced. Tal y como había sucedido aquella vez.