Fran Bow

Capítulo 3: Estado vegetal (Parte 2)

- ¿Cómo te sientes, Fran de Ithersta?

- ¡Guau! Me siento... ¡como un árbol hermoso! ¡Tengo hojas!

- ¡Me alegra que te guste! ¡Te dije que te arreglaríamos! ¡Esta agua es mágica! ¡Puede arreglarlo todo!

- ¿Cualquier cosa...? ¿Piensa usted que podría arreglar a mi mamá y a mi papá...?

- ¿Qué quieres decir? ¿Arreglarles? ¿Qué les ha ocurrido a ellos?

- Nada, doctor... ¡Muchísimas gracias por ayudarme! ¡Es usted el mejor doctor que he tenido nunca! ¡Y es usted hermoso y achuchable! Antes tenía otro doctor, su nombre era Dr. Deern, pero era un viejo malvado.

- ¿Un viejo malvado? Mmm... ¡Apuesto que no era tan malo! ¡Quizá solo seguía las reglas! Vámonos ya, te dejaré en la estación.

Me tomo con sus brazos y me sentó arriba de él, volamos hasta dejarme en el mismo lugar en donde me recogió antes.

- ¡Aquí estamos otra vez! ¡Enséñale al rey Ziar la bonita itherniana en la que te has convertido!

- ¡Gracias de nuevo, doctor! ¡Tiene que conocer a mi gatito algún día!

- ¡Eso sería estupendo! ¡Nos vemos pronto!

- ¡Adiós!

Palontras se fue volando de ahí y yo me devolví a donde estaban el rey y Sr. Medianoche. El rey estaba acariciándolo.

- ¡Gatito achuchable! ¡Ah! ¿Te gusta eso? ¡Jaja!

- ¡Aquí estoy!

- ¡Fran, querida! ¡Te han salido hojas en la cabeza! ¡Eres tan bonita!

- ¡Oh! ¡Déjame verte! ¡Te has convertido en una gran itherniana!

- Gracias señor rey... ¡El doctor es increíble! ¡Hizo magia con el agua! Pero estaba triste... Me contó muchas cosas, pero no entendí demasiado.

- ¡No te preocupes! Palontras estará bien... Conozco las razones... Tenemos problemas que resolver, pero no es nada que deba preocuparte. ¡Hablemos sobre cómo puedes volver a casa! ¿De acuerdo?

- ¡Sí, por favor! ¡Usted dijo algo sobre un gran hechicero!

- ¡Sí! ¡El Gran Hechicero es el único que puede devolverte a tu forma humana! ¡Y él tiene las piedras que abren la puerta que te conducirá a casa!

- ¿Dónde está el hechicero? ¿Qué piedras? ¡Esta tierra está llena de cosas que no comprendo!

- ¡Jaja! ¿Ni siquiera has salido de este castillo y ya quieres saberlo todo? ¡Esa es la pasión de la que te hablaba! Sé paciente, Fran... ¡El Gran Hechicero vive en la gran montaña Kotrem! Pero ya llevamos tiempo sin verle... Encuéntrale, ¡y todo irá bien!

- ¿Por qué no habéis intentado encontrar al Gran Hechicero vosotros mismos?

- Bueno... ¡Porque no era necesario! ¡Es muy lógico! Mira... No necesitamos a un mago que haga magia o prepare pociones. ¡Podemos hacerlo nosotros! ¡La tarea más valiosa del hechicero es proteger las piedras que abren el portal!

- Ya veo. ¡Así que las piedras son como llaves! Y... ¿dónde está esa montaña?

- ¡Tendrás que ir preguntando! Sigue las señales... Ahora tengo que irme... Pero volveré a tiempo para ayudarte con el portal. Que tengas un gran día en Ithersta. ¡y buena suerte en la búsqueda del Gran Hechicero!

El rey salió por la ventana y se fue volando montado en Palontras.

- ¡Guau! ¿Viste esa criatura tan enorme y achuchable? ¡Era Palontras! ¡Me arregló!