Capítulo 5: La casa de la locura (Parte 1)

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Desperté en mi cama, con cadenas amarrándome las muñecas y los tobillos... tía Grace estaba en frente de mí...

- Tía Grace, ¿eres tú?

- Mi niña, ¡por fin te has despertado! Estás en casa, querida.

- Estoy en... ¿De verdad? ¡Es increíble! ¡Estoy tan contenta de verte! Por favor, dame un abrazo.

- Pronto, mi niña.

- ¿Y dónde está el Sr. Medianoche?

- ¿Tu gato? Bueno, ya sabes que huyó después de hacer lo que hizo.

- ¿Huyó? ¿Pero qué fue lo que hizo?

- Bueno... Tu gato mató a mi hermana y a tu padre. ¡Es un traidor!

- No. No puede ser verdad... ¡El no hizo eso!

- No importa si es verdad o no. Al fin y al cabo, necesitamos a un culpable, ¿no?

- No puedes culpar al Sr. Medianoche. ¡Es mi mejor amigo!

- Pero siempre es mejor culpar a alguien en vez de cargar con la responsabilidad, ¿verdad?

- ¡Siempre asumiré la responsabilidad de mis acciones! Incluso si no son tan buenas...

- Que niña tan buena. Ahora descansa, querida... Lo necesitas.

- Pero tía Grace, no me dejes. ¿Por qué estoy encadenada a la cama?

- Porque tus manos hacen cosas malas cuando están liberadas.

- ¿De... de qué estás hablando? Quítame las esposas, ¡ahora! ¡Tengo que encontrar al Sr. Medianoche!

- Pequeña y brillante Fran, no te preocupes por las mentiras. El que busca la verdad siempre morirá, porque la maldad nunca se esconderá. Pequeña y brillante Fran... Ve a la cama y duerme bien... y olvida el dolor que hay en tu mente... Fuiste elegida para sufrir, llorar y odiar... pero la oscuridad quiere liberarte de toda desgracia... Dulces sueños, querida Fran...

Se marchó de la habitación haciendo que la puerta desapareciera detrás de ella.

- ¡No, no me dejes aquí! ¿Tía Grace? ¡Vuelve, por favor! ¿Por qué actúa de forma tan extraña? ¿Por qué culpa al Sr. Medianoche? Gatito no ha podido matar a mis padres... ¡Sus uñas son tan pequeñas y suaves! Espero que esté bien... ¡¿Pero qué puedo hacer ahora?! Tic Tac, Tic Tac. ¡Maldito sonido! Nunca se detiene... Ahora que lo pienso el relojero me dijo que el tiempo era una realidad por capas. A lo mejor hay otra versión de mí en esta habitación, ¡en otro tiempo! O a lo mejor imagino cosas. Pero si es verdad, ¿cómo podría entrar en contacto con ella? El doctor Deern dijo que estaba todo en mi cabeza...

Estaba examinando mi habitación, pensando qué hacer para desatarme de las cadenas, cuando de repente apareció una mini yo diciendo cosas raras y en una habitación diferente.

- ¡... Y el viento se llevó todo el polvo mágico! ¿Eh? ¿Hola? ¿Qué haces en mi cama? ¿Estás enferma? – Me preguntó mi otro yo.

- ¿En tu cama? Esta es mi cama. Y no, no estoy mala...

- Pero estás encadenada... ¿Eres un perro? ¡Espera! ¿Te conozco?

- ¡No soy un perro! Y sí, estoy encadenada... ¿Puedes liberarme?

- ¡Guau! Tú eres... ¡yo! ¡De verdad que lo eres!

- ¿Eso crees? Entonces, ¡eso significa que conseguí entrar a la Ultrarrealidad! – Dije un tanto emocionada.

Fran BowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora