5. Olivia

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Es la primera vez en mucho tiempo que no duermo.

la razón tiene ojos azul celeste; Luci dejó de llorar demasiado tarde y pues al parecer, tenemos un guardia en la puerta.

Aunque esta asegurada, el miedo no me abandona, son las 5 am debo levantarme tengo mucho que hacer en la cocina debo llegar antes de la 5:15 pero me da terror ir a las duchas.

el sonido de la puerta me sobresalta.

Intento cubrir mi cuerpo con la sabana; los golpes son más fuertes la puerta vibra, sé que es él, todos los poros de mi cuerpo están aprendiendo a identificarlo, Luci se levanta adormilada, me mira buscando en mis ojos la aprobación para abrirla , abre suavemente, pero algo la empuja, Luci tiene que hacerse a un lado, se abre en su totalidad y ahí está, imponente con su uniforme impecable listo para dar mando, cuando posa sus ojos en mi, me encojo .

-señorita Taliana Owel, sus rutinas del día iniciarán más temprano... necesito tenerla cerca- -

lo último lo dice en un susurro, creo que es eso lo que dice, ¿o me lo imagine? me levanto suavemente.

sólo tengo unos shorts que poco cubren mis piernas y una blusa de tiras, estamos en verano y no soporto las sudaderas, así que, al parecer me tocará prepararme e ir más vestida...

-¿Señor lo siento, podría darnos privacidad? Necesito bañarme para estar lista-

mi voz esta ronca y sale en un susurro

- por eso vine por usted señorita ... al ser una hija de un rebelde necesito tener los ojos puestos en usted-

mira todo mi cuerpo desde la cabeza a los pies muy despacio, me tiemblan las piernas y un sudor frío corre por mi columna, debe ser el calor, pongo las manos en mi vientre y me atrevo a mirarlo, respira, respira me digo, no te dejes amedrentar, ¿rebelde? ¿Mi padre? No lo creo.

-Señor, ¿que quiere decir con eso? No se de lo que habla no comprendo –

- ¿Ah No? – dice en tono seco y cortante levantando su ceja gruesa y rubia.

-Su estadía no estará ubicada en esta habitación, la instalaremos en otro lugar, sígame-

Luci abre los ojos como platos y trata de decir algo, la miro, muevo la cabeza para que no lo haga .

sus ojos se ponen rojos, sé que quiere llorar,yo también...

pero me limito a coger una sudadera y cubrirme con ella,salgo con paso tambaleante tratando de no rozar ni una parte de él.

beso a Luci como despedida, me detengo en el pasillo y veo que todo a cambiado ¿qué pasó noche?

Todo está distinto parece una prisión, en cada habitación hay un guardia y las chicas están todas fuera en fila;

Dios esto no puede estar pasando, el chico de la puerta de Olivia está sacando cosas del cuarto como loco.

-¡Señor! encontramos esto en la habitación de la señorita Carrizo ¡señor!!- Olivia está llorando y no tiene casi nada puesto ciento que voy a desmayarme respiro y cuento hasta 10.

-señorita Carrizo es esto una sustancia alucinógenas?- Pone la bolsa con su contenido verde en su rostro

-parecen especias, no se- dice de forma altanera sin tapar ninguna parte de su cuerpo y mirándolo de una forma... ¿coqueta? por dios !

-¡señor!! Permiso para hablar señor! –

trato de mirar el perfil de ese hombre mientras está ocupado con el soldado, tiene el poder de manejar al parecer la vida de todos aquí, pero cuando levanto la vista sus ojos están fijos en mi, bajo la cabeza de forma rápida .

-¿conoce usted esto, señorita Owel? - pone la bolsa en mi rostro, me atrevo a mirarlo y digo muy segura.

- No, realmente no sé lo que es-

-¡Claro que si lo sabes! ¡Tu misma me la diste¡- interrumpe Olivia gritando prácticamente .

Quiero matarla, pero cuando voy a responder él.. interrumpe..

-¡soldado!- me sobresalto, levanta la comisura de sus labios en forma de sonrisa... al parecer le encanta hacerme sentir pequeña, y temerosa.

-lleve la señorita Carrizo a la nueva sala de castigo- lo miro, ¿sala de castigo? no puede ser, no quiero imaginar lo que le pasara a Olivia, su estrategia de fuga se va por la ventana, y sin ella...

La cara de terror de la susodicha es un poema, grita y trata de tocarlo, pero el soldado la toma de las manos fuertemente ... El no se mueve ni un milímetro, mirándome todo el tiempo de forma desafiante.

-camine señorita Owel, ¡rápido!- me paralizo, no es que quiera desobedecerle pero este hombre me inquieta, me hace sentir cosas que jamás sentí. Camino despacio con mucho esfuerzo.

-¿A dónde quiere que vaya ?- las palabras salen de mi boca sin poder detenerlas, contengo el aliento esperando su respuesta, ! quiero gritar!...

-A las duchas, yo la llevo- ... contengo la respiración

No logro descifrar su sonrisa, pero no me gusta nada, es ... una sonrisa ... malvada ... temible.

Nociva ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora