cubierta de lluvia
pequeña y sangrante
temblando de frío
la encontraste ahí
pequeña paloma
dolida y sin vida
sin queja... sin furia
parecía morir
la mano dañina
no supo siquiera
tamaña medida
de su cruel actuar
siguió su camino
con la vista altiva
no vio a la paloma
sangrar... y sangrar.
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lo que esconde el árbol tras el amanecer.
Şiirhe aquí mis escritos para días oscuros y grises. (o quizás no tan así.)