STRUNK {JOSHLER}

07

Los restaurantes no eran mucho el gusto de Josh, pero su hermano había insistido bastante en que lo acompañara.

—¿Para que me trajiste aquí, Jordan?

—¿Por qué eres mi hermano?—dijo alzando una ceja.

—¿Y?—Josh se encogió de hombros.

—Quería pasar tiempo contigo, Josh—dijo con seriedad—Casi nunca se nada de ti y nunca contestas mis llamadas o mensajes.

—Sólo me llamas para regañarme como si fuera un maldito niño de cinco años—dijo apretando los dientes, molesto.

—Lo hago porque quiero ayudarte pero parece que estas sordo y no logras entender que Ashley y yo sólo queremos que estés bien.

—¿Ashley?—dijo riendo—Esa niña jamás me quiso.

—Perdónala pero gracias a ti mis padres jamás notaron a Ashley.

—Nuestros padres jamás hicieron algo por mi, no es mi culpa que Ashley sea una maldita perdedora—dijo y Jordan endureció su rostro.

—Mis padres siempre estuvieron contigo, Josh, siempre te dieron lo que querías porque eras su favorito—dijo hablando con recelo y manteniéndole la mirada a Josh—Ellos siempre te quisieron más que a nosotros, y no se molestaron en ocultarlo, aún ahora sólo te notan a ti, a pesar de que sea un alcohólico que sólo nos ha causado problemas.

—Te he dicho que no me llames así—Josh golpeó la mesa con las palmas de sus manos—¿Sabes que Jordan? Por eso no me gusta estar contigo, siempre arruinas todo.

—No quieres estar conmigo porque no quieres que te digan lo que eres—dijo y Josh se puso de pie—Josh, no te vayas.

—¿Crees que me importas, Jordan?—dijo Josh sonriendo—Me daría igual que te murieras.

—Pero a mi no si tu lo hicieras—dijo, su voz tornandose lastimera—No quiero que te pase nada malo, Josh.

Josh soltó una risa amarga y negó con la cabeza.

—Sabes que tú, Ashley y mis padres, y todos estarían mejor si estuviera muerto, Jordan—dijo y Jordan se paró frente a él.

—Josh, sabes que te quiero—dijo queriendo hacer entrar a Josh en razón—No quiero desperdicies más tu vida.

—No puedo desperdiciarla si no tengo una vida, Jordan—dijo Josh—Pero yo escogí esto, ahora tengo que sobrellevarlo.

—No, Josh...

Jordan dejo sus palabras al aire cuando Josh había salido del restaurante, suspiró, deseando que fuera pronto el día que Josh se diera cuenta de lo que hacia, no creía que Josh soportara mucho más.

-

Sus puños golpeaban con fuerza la pared, no sabía como más desaseare de la necesidad, sentir dolor podía intercambiar el síndrome de la abstinencia.

—Mierda—Tyler pegó su frente contra la pared—Puedes lograrlo, Tyler, puedes hacerlo, lo has hecho antes y puedes hacerlo ahora.

Las uñas de Tyler rasguñaron la pared y soltó un jadeo lastimero, su respiración estaba agitada y sus ojos se habían llenado de lágrimas. Cada día se sentía más fuerte, era como si su piel se carcomiera por no tener un poco de su dulce favorito, pero había prometido no hacerlo más, por él mismo, por querer cambiar, pero era muy difícil.

—S-Si...p-puedo aguantar—Tyler cayó poco a poco al suelo, y soltó un pequeño sollozo.

Un jadeó ahogado salió de su garganta pero su cuerpo se congeló cuando escuchó su celular, se levantó rápido del suelo y lo buscó por todas partes, apenas lo tuvo en sus manos y contestó sin ver quien era.

—Tyler...

—¡Zack!—dijo Tyler aliviado—Gracias que me llamaste, tengo que...

—¿Qué te pasa?—dijo extrañado—Te escuchas raro.

—Estoy...muy ansioso yo...—Tyler soltó un suspiro tembloso—Necesito estar con alguien.

—¿Estas drogado?

—¡¿Qué?!—Tyler gritó—Claro que no, Zack, por favor, esto es muy difícil para mi, no puedo hacerlo solo, no puedo estar solo...

—No me vengas con mierda, Tyler, todos en esta familia te conocemos, sabemos que eres un adicto de mierda y nadie aquí te quiere cerca...

—No—la voz de Tyler se rompió—Zack, hermanito, no me puedes dejar solo, los necesito a todos y...

—¿Cuantas veces nos dijiste lo mismo antes, Tyler?—dijo riendo—Muchas veces nos mentiste para sacarnos dinero, y estamos hartos, así que desde ahora estas solo.

—¡No!— Tyler gritó desesperado, por algo de compasión, pero la llamada ya se había cortado—No quiero estar solo.

Tyler soltó el celular dejándolo caer al suelo y se arrodilló, sus uñas enterrandose en sus brazos y apretaba sus dientes, estaba sufriendo cada segundo desde que dejó las drogas, creía que sería fácil, si tenía su familia con junto a él, pero ya los había traicionado veces antes, y al parecer ellos no creían en segundas oportunidades.

De sus ojos no paraban de caer lágrimas, sentía que su piel quemaba y quería amarrar sus manos para que dejarán de moverse, lo peor eran los pensamientos en su cabeza, o más bien las voces, su voz, que le pedía, le rogaban, por algo de droga, lo que fuera, pero sentía que lo necesitaba.

—No quiero—Tyler negó con la cabeza poniéndose de pie—¡No quiero, no quiero! ¡No!

Tyler apretó los labios y un suspiró tembloroso salió de sus labios, pero repentinamente escuchó que tocaron a su puerta. Apenas pudo levantarse y rápidamente abrió la puerta.

—¿Qué carajo haces aquí?—gritó Tyler al ver a el chico de cabello largó que hace semanas no sabía nada de él.

—Te desapareciste, pequeño Ty—dijo sonriendo de lado.

—¡Vete!—dijo Tyler enojado—¿Qué mierda te ocurre? Después de lo que pasó, ¿sigues viniendo a buscarme?

—Por favor, Tyler—el chico rió—¿No éramos tan amigos antes?

—Vete a la mierda—dijo entredientes queriendo cerrar la puerta pero el chico puso su mano contra la puerta.

—¿La mierda que tanto te gusta, Tyler?—dijo alzando una ceja.

—Te dije que no quiero saber nada de ti—dijo con rabia.

—Bien, me iré—el chico chasqueó la lengua—Aún así, sabes donde encontrarme.

Tyler cerró la puerta sin responder, no le quedaba de otra que resolver sus problemas él solo.