CAPITULO 19

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Tres semanas han pasado exactamente desde que le propuse a vegeta ser amigos bueno si es que se puede desrícele así, mas bien yo lo llamaría amigos con derechos, como llegue a esa situación ni yo misma lo sé y aun me lo pregunto, mi sub consiente me había ordenado prácticamente el tener una relación seria, madurar y dejar la niñería de lado y es lo que trate de hacer unos días después de ser amiga de Vegeta, esos días las cosas habían cambiado, la verdad yo me esperaba que me mandara al diablo a mí y a mi "amistad" pero me sorprendí de verlo sentarse junto a mí en varias clases, al principio no dijo nada ya que, que se podría decir digo él no es de aceptar que algo le gusta, ni mucho menos el querer demostrar un sentimiento tan simple como la amistad, después de unos momentos en pleno silencio, decidió hablar tal vez no fue un hola o un comentario educado o amistoso entre amigos, no fue uno sarcástico y grosero hacia los profesores y que me manden al infierno pero disfrutaba mucho del humor ácido de vegeta lo encontraba muy divertido e interesante, no había un momento en que dejara de reír por sus tonterías, una vez hasta me sacaron de clase por su culpa ya que yo fui la única de los dos que no ahogo la carcajada, mientras el muy idiota solo me sonreía de medio lado mientras se burlaba de mí. Y el día que había sucedido el pasar de nuestra "amistad " a algo "mas" fue una simple tarde de estudio nos habían asignado un trabajo en parejas, al principio creí que vegeta se pondría con 18 o Goku pero no, al sentarse alado mío no necesite explicación pues sabia entender sus acciones o sus miradas, algo que tuve que aprender necesariamente para entender a ese hombre tan complicado, habíamos quedado en estudiarlo en su casa y cuando estábamos en su habitación todo iba bien, hasta que surgió el tema de decidir cómo sería el proyecto y ahí empezó, primero era una serie de insultos amistosos luego poco a poco los gritos se fueron incrementando al igual que nuestra respiración sin tonarlo poco a poco nos acercábamos cada vez hasta que dé un impulso por cerrarme la boca y callarme me beso, me beso como tanto lo había extrañado con esa pasión que el solo tiene con ese sabor tan único de él y con ese agarre y posesividad exclusivamente de vegeta, en cuanto termino el beso por la falta de aire no dijimos nada y por dios que íbamos a decir, asique lo mejor fue ignorarlo y seguir trabajando, el siguiente día del beso fue más fácil no hubo insultos ni peleas de repente estábamos conversando normal, estábamos solos ya que. El Director Rochi nos había mandado a citar a ambos por el partido que se llevaría una semanas y cuando salimos de su oficina y regresamos al salón, sucedió, basto con una sonrisa que le dedique después de uno de sus comentarios para que me apoyara en la pared y me besara lentamente torturosamente como a él le gustaba porque sabía que le gustaba el hecho de verme ansiosa, ansiosa y desesperada por él, le encantaba que después de cada beso yo terminara lo más alterada posible, con los labios hinchados las mejillas rosadas y la respiración agitada. Recuerdo que había recargado su cabeza en mi cuello mientras el trataba de normalizar su respiración y después de unos momentos regresamos como si nada. Y desde ahí se nos hiso costumbre cada vez que uno quería o se le antojaba le robaba un beso al otro, lo cual casi era siempre y en todo momento en el que estábamos solos, porque si nadie sabía eso o eso es lo que yo creo porque por mi parte no lo eh contado y Vegeta dudo que lo haya hecho, frente a los demás nos comportamos como siempre el como un desgraciado arrogante y yo pues bueno como Yo. Pero cuando estamos solos, cuando nadie nos veía era diferente, vegeta hablaba más de lo que me imaginaba, me compartía muchas cosas, reía, insultaba, se quejaba, escuchaba y sobre todo se burlaba pero era un poco más atento y eso me encantaba el siempre hecho de verlo interesado en lo que yo digo me hacía muy feliz, que le contara un chiste y que ahogara su carcajada pero que sonriera hacia que mi corazón latiera de felicidad. Si lo admito tal vez no es la relación seria que mi alma tanto exige pero si debo admitir nunca me eh sentido tan viva, tan feliz, y con tantas energías que alado de vegeta.

Puedes quedarte quieto.- le grite el muy bruto era la quinta vez en la semana que tenía que estarlo curando ya que como en unos días seria el campeonato el suicida de vegeta había intensificado sus entrenamientos, casi no dormía por estar entrenando y eso me tenía preocupada

Mi Destino Eras TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora