-¿Tu eres el señor Scott?.-pregunto algo sorprendida mirándolo fijamente. Lleva una sudadera roja y sobre su rostro lleva unas gafas. Tiene el pelo mojado y algo alborotado, como si hubiera salido de la ducha ahora mismo.
-En efecto, señor Scott, Dylan Scott.- me responde él extendiendo la mano a modo de presentación "formal". Ni siquiera me molesto en corresponderle.
Esto tiene que ser una puta broma, no puede ser que este viva en frente nuestro, no puede ser. Espero que sea la casa de... ¿su abuela? y que simplemente imparta clases aqui.
-Con que la guitarra era para Maggie ¿eh?.-me dice arqueando una ceja.
¿Se acuerda? Durante estos dos días había actuado como si no me hubiera reconocido, pero efectivamente se acordaba de mí.
-Si claro, para quien iba a ser sino... No te pienses que voy a dejar aquí a mi hermana sola contigo, quien sabe si la matarías y venderías sus órganos en el mercado negro.-dije quitándole importancia a la situación.
-Puedes entrar y quedarte vigilando a tu hermana si no te fías de mí.-me sugirió.- pero ¿quien te garantiza que no vaya a hacer lo mismo contigo? Cuatro riñones valen más que dos.-respondió mientras acompañaba a Maggie hacía el interior del apartamento con una mano y con la otra cerraba la puerta.
A causa de un acto reflejo posé mi mano rapidamente entre la puerta para que no se cerrara del todo.
- Déjala abierta.-dije refiriéndome a la puerta.- Y yo dejaré la mía abierta también.- añadí mientras me daba la vuelta disponiéndome a entrar en mi apartamento.
- Somos vecinos, menuda sorpresa.- me dijo mientras fruncía el ceño.
- Te estoy vigilando.-le advertí.
Entro lo más rápido que puedo y dejo la puerta entreabierta. Todavía no me puedo creer toda esta situación. ¿Acaso mi madre ha perdido el juicio?, simplemente entrega a su hija pequeña a un universitario alcohólico. Todo esto parece sacado de una película.
Kelly está en el sofá pintándose las uñas de un color verde horrendo mientras Naomi está sentada a su lado leyendo lo que parece ser una revista de National Geographic.
Las dos clavan sus miradas en mí.
- Por Dios Arae, parece que has visto un fantasma.-dice Naomi que ha dejado la revista a un lado y ahora presta atención en mi.
- Dylan Scott es nuestro vecino, viven enfrente.- dije sin expresión en la cara. Realmente había visto un fantasma, uno jodidamente atractivo, pero desafortunadamente estúpido como una puerta.
- No te creo.- dice Kelly con la boca abierta.- ¡Es la mejor noticia que me han dado en todo el mes!.
- ¿vive solo?, quiero decir no habrás visto a Tyler por ahí.- pregunta Naomi con la cara sonrojada y mirando al suelo.
- Em, no, solamente he visto a Dylan. ¿Porqué lo preguntas?-digo con una sonrisa pícara.
- Por nada, es solo que hemos quedado mañana para vernos después de clase.-dice Naomi.
- ¿Qué? ¿quién eres tu y que has hecho con mi amiga Naomi?.-dice Kelly sacudiéndola de los hombros. No puedo evitar reírme.
- Tía, ten cuidado, ya sabes lo que él busca y no es precisamente una relación de flores y bombones.- añade Kelly ahora con cara de preocupación.
Naomi nunca tiene citas con nadie y me asusta pensar que él la pueda hacer daño de alguna forma, pero intento alegrarme por ella. Solo será una aventura loca.
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The Last Star
Teen FictionArae se enfrenta junto a sus dos mejores amigas a su primer año de universidad donde conocerá a Dylan Scott, un chico complicado que volverá su mundo del revés. ¿Qué ocurrirá cuando descubra sus secretos?