Capítulo 12

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Al día siguiente me despierto y la casa está vacía. Kelly y Naomi se han ido a una convención por parte de la universidad y solo volverán por la noche.

La casa se ve tan vacía sin ellas. Sobre todo porque son ellas las que me preparan todo el desayuno y como no están tengo que recurrir al clásico bol de cereales.

Me visto y me dirijo al campus en mi coche. Pongo la música a tope y me abstengo del mundo exterior, tanto que incluso me pitan cuando el semáforo abre y yo debido a que estoy volando en mis pensamientos no me doy cuenta.

Cuando llego al campus Noah me está esperando con una sonrisa de oreja a oreja. Sus grandes ojos verdes brillan cuando me ve.

Me acerco a él y le dedico una sonrisa mientras él me rodea los hombros con el brazo y nos adentramos al recinto.

- Estas muy callado, ¿Qué ocurre?.-pregunto después de unos largos minutos de silencio donde él solo caminaba con la mirada perdida.

- Ayer en las clases de fútbol en el vestuario me enteré de algo.- dijo Noah con cierta cara de preocupación. Me tenso. Nunca había visto esa mirada en él, deduzco que es algo muy gordo.

Suena el timbre y Noah quita el brazo de mi hombros.

- Te lo cuento luego.- dice por fin dándome un beso en la mejilla y subiendo las escaleras al siguiente piso.

Víbora mala. Me dice eso y se va sin contármelo, ahora no conseguiré dejar de pensar en eso hasta que me lo cuente.

Adentro a mi primera clase del día y me siento en el primer lugar que veo. La clase se me pasa volando. La verdad es que mi cabeza está en otra parte y eso es malo. Muy malo.

Cuando toca el descanso salgo volando de clase. Los pasillos se empiezan inundar de gente que me retrasa el paso y me veo marchando hacía la cafetería, sí, marchando, ya que parecemos zombies yendo hacía la misma dirección arrastrando los pies.

Cuando llego a la cafetería Noah todavía no está. Dejo mi mochila en mesa que solemos sentar todos los días y voy a pedir nuestro almuerzo.

Después de la gigantesca cola para pagar por fin vuelvo a mi mesa y ahí está Noah con un libro esperándome sonriente.

- Suéltalo, ya.- le digo antes incluso de sentarme. bebo un sorbo de mi café y le miro atónita. El líquido caliente desciende por mi garganta calentando mis entrañas. Como amo el café.

- Ayer antes de que saliéramos a entrenar tuvimos que ir a cambiarnos al vestuario.- obvio, hasta ahí nada nuevo.- me senté en una esquinita a cambiarme y a unos metros de mi estaban Dylan, Tyler y Josh. Por cierto, menudos cuerpos, casi se me cae la baba cuando se empezaron a quitar las camisetas.

- Al grano.- digo cortando su descripción. Él me fulmina con la mirada, no le gusta nada que le corten cuando está hablando pero sé que si no lo hago no parará de decir lo buenos que están y blablabla.

- Bueno el caso es que mis oídos de murciélago llegaron a escuchar una cosa muy jugosa.-Noah se acerca a mi mirando de un lado a otro como si alguien nos fuese a escuchar. -Era una conversación entre ellos tres. Estaban hablando de que el Tyler esta ultima semana se ha estado... encontrando con la ex de Josh. Por eso no la habló, por eso ese capullo estuvo ignorando a Naomi.- dijo por fin con indignación.

Vaya, el tema de Tyler. Puse mi mejor cara de sorpresa, él no puede saber que yo lo sé, se enfadará conmigo por haberlo ocultado.

Automáticamente me empieza a hervir la sangre. Cuando me lo contó Kenai me sentía frustada. Quería ir y arrancarle las pelotas con las uñas... Aún sigo queriendo. Pero me tranquilizaré...

The Last StarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora