The Last Star

Capítulo 10

Dylan

Siento un gran alivio cuando salgo de clase. Es jodidamente estresante tener que escuchar ese royo que a nadie le importa.

Hoy empieza el fútbol. Solo estuve de acuerdo con esta mierda porque Josh dijo que me pagaría unas birras. Faltaba gente y yo como soy muy solidario pues decidí apuntarme.-y también porque hay chicas en pantaloncitos correteando de un lado a otro, pero eso no viene al caso.-

El vestuario apesta. Huele a testosterona por todas partes.

Abro mi taquilla y me cambio de ropa, enseguida entran Tyler y Josh con cara de pocos amigos. Parece que han estado discutiendo.

- ¿Venga me vais a decir que coño pasa aquí o esperáis a que lo adivine?-digo después de un puto silencio que jamás ha habido antes entre nosotros.

- Lo que pasa aquí es que este gilipollas se la ha follado.- grita Josh empujando a Tyler con fuerza de manera en que su espalda choca contra un casillero haciendo mucho ruido.

Sabía que pasaría, era inevitable.

- Te lo pregunté tío, dijiste que no te importaba.- contesta Tyler respirando fuerte y cerrando los puños.

Sabía que esta mierda pasaría. Lo que pasa aquí es que Josh tiene una ex, estuvieron saliendo un par de meses y el chaval se enamoró, hasta que la pillo en el cuarto de la limpieza enrrollandose con el profesor de literatura -repugnante, lo sé-. El caso es que la tipa está buena que te cagas y Tyler no es de dejar pasar las oportunidades.

- Pero a ti porque coño te sigue importando joder, eso fue hace un puto año. Supéralo Josh.- contesto al cabo de un rato.

- No puedo tío, no puedo, ella es mi talón de aquiles.- dice sentándose y tapándose la cara con ambas manos.

Buff, odio dar consejos, no puedo manejar bien mi vida como para hacerlo con la de los demás.

- Escucha, ella es una zorra sin importancia Josh, no te merece, nunca te mereció.- empiezo a decir apretándole el hombro.- No puedes joder una amistad por culpa de esa tipa, ¿Me entiendes? Déjalo estar.

Él asiente con la cabeza y se va una vez que se ha cambiado. Tyler y yo vamos justo a unos metros detrás suyo.

- Hay unas dos mil mujeres en este puto campus Tyler, ¿tenía que ser esa? Sabes que no se le pasará tan fácilmente, la has cagado hermano.-digo dándole un manotazo en la espalda mientras salimos al enorme campo de fútbol.

El sol está dando directo en el campo, bajando lentamente entre las montañas. El aire es frío, no frío de invierno, pero hostias, en cuanto me da la brisa se me encojen las pelotas.

El campo es enorme y está lleno de focos apuntando al mismo.

Hay gente en las gradas estudiando o escuchando música, como siempre suele haber.

En el campo hay mínimo 50 tíos corriendo de un lado a otro, calentando. Se dice que el entrenador, Phill, es un bestia. Veremos.

Rápidamente me uno a la multitud y empieza a trotar de un lado a otro del campo.

Justo delante nuestro está el campo de voleibol. Por ahora está vacío, pero eso es porque ellas empiezan media hora después que nosotros, se dice que es porque sino nos calentamos demasiado rápido, ya sabéis.

El entrenador nos manda al suelo a hacer algunas flexiones, nos ponemos en círculo y empezamos a contar uno a uno al unísono. Me fijo que al otro lado del círculo está Kenai. Vaya...

No es que me caiga mal del todo, es solo que le partiría la cara sin dudarlo.

Esto viene de antes, cuando en mi primer año de universidad le conocí-ahora estoy en mi segundo año- él era hermano de uno de mis amigos y empezó a andar con nosotros. Todo iba bien hasta que se le subió todo a la cabeza. Me robaba las tías e incluso se folló a una en mi puta cama. Obvio que no lo dejé pasar, un día le enfrenté, le dejé bien claro quien mandaba y que no podía hacer lo que quisiese sin sufrir consecuencias. Nos pegamos en una fiesta y desde entonces no se atreve a decirme nada, el único motivo por el cual sigo mirándolo a la puta cara es porque tenemos el mismo grupo de amigos.