Arae
Me despierto sobre las doce. Necesitaba un sueño de belleza urgentemente, en fin, eso de levantarse todos los días a las seis de la mañana no es algo que me agrade, ni a mí ni a nadie seamos sinceros.
Las chicas no están, supongo que se habrán ido de compras o a estudiar, aunque me temo que la primera opción es la ganadora.
Desayunar sola se me hace tan triste. Estoy acostumbrada a las deliciosas tortitas de Naomi y a los cotilleos matutinos de Kelly.
Hoy es sábado, lo que significa que tengo que trabajar en una hora. No es que no me guste, pero ¡por Dios! es sábado, nadie quiere trabajar un sábado.
Una de las famílias más ricas de la ciudad va a dar una fiesta de cumpleaños a su hijo pequeño y por supuesto necesita un par de fotógrafos para cubrir toda la exagerada ceremonia que se están preparando. Tampoco me quejaré porque gracias a sus extravagancias tengo dinero para comer, pero igualmente lo veo una exageración. ¿Dónde ha quedado la típica tarta de cumpleaños de chocolate con una vela reutilizada y tus padres cantándo el cumpleaños feliz?.
Cuando llego a la ceremonia Bryan no me está esperando, supongo que ya habrá entrado para hablar con la madre del cumpleañero.
Conozco esta casa, tenia vistas de ella desde la ventana de mi habitación en casa de mis padres, es una mansión enorme, realmente muy bella. En la entrada hay un enorme arco de flores de todos los colores y un hombre vestido con traje y corbata, supongo que es el portero. Tiene una lista en la mano con lo que supongo que son los nombres de los invitados...Vaya, un niño de seis años necesita lista en su fiesta y yo puedo contar mis invitados con los dedos de la mano.
No necesito decir nada ya que tengo un pase colgado en el cuello que indica que no vengo aquí a comer tarta y cantar el cumpleaños feliz, él me deja pasar sin problemas. El cumpleaños es en el jardín, lo deduzco ya que hay un camino de globos y pétalos azules nada mas cruzar el arco de flores.
En el jardín trasero se ve una cantidad enorme de gente bien vestida, niños corriendo y castillos hinchables por todo el recinto. Me siento algo desubicada al mirar unas chicas que se pasean por el jardín con sus vestidos elegantes y sus copas de champán. Se nota a que he venido ya que mi vestimenta es un poco fuera de lugar, en fin, no sé que tiene esta gente en contra de sudadera y vaqueros.
Bryan está en el otro lado del jardín.
- ¿Qué tal mocosa?- me dice sonriendo y mirándome con sus enormes ojos verdes. Antes de que pueda responder él levanta su cámara y me apunta con el objetivo haciendo sonar el click y que una ráfaga de luz estalle en mis ojos.
- Espero que no la imprimas y la pongas en tu mesita de noche.-digo riendo y rascándome los ojos en el intento de que el destello del flash desaparezca de mi vista.
- Pues ahora que lo pienso no suena nada mal.- dice con toda tranquilidad.- Aquí hay mucha gente, será mejor que te ocupes de la parte de los niños mientras yo saco fotos a las chicas guapas.
- Parece mentira que tengas veinticinco. Anda, ves a hacer fotos a la tarta y a los regalos mientras yo hago la parte divertida.- digo y él me guiña un ojo y se dirige hacía la zona del bufete.
La mejor parte de mi trabajo sin duda es la buena relación con Bryan, es como un hermano mayor- aunque en realidad es mi jefe-.
Me dirijo hacía donde están los niños jugando. Me siento en el suelo delante de donde hay una especie de maquinaria que escupe espuma y empiezo a fotografiar a nuestro cumpleañero reírse como nunca lo habrá hecho.
...
Cuando llego a casa son las siete. Kelly y Naomi están encerradas en mi habitación. Cuando entro Kelly ya está vestida con lo que creo que es el vestido más sexy que jamás he visto.
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The Last Star
Teen FictionArae se enfrenta junto a sus dos mejores amigas a su primer año de universidad donde conocerá a Dylan Scott, un chico complicado que volverá su mundo del revés. ¿Qué ocurrirá cuando descubra sus secretos?