Oye, despierta. «vk»

dos.

Jungkook empujó la cabeza del chico hongo con su dedo pero esta volvió a caer a su hombro.

Pensó en pararse para que el muchacho cayera al asiento pero le fue imposible, pesaba mucho.

Así que solo se le ocurrió tocar suavemente su cabeza y hablarle al chico para que se levantara.

—Oye— dijo sobre la cabeza del chico, pero este no se levantaba.

Comenzó a sacudir su hombro.

—Oye, despierta— dijo un poco más fuerte.

Pero el chico seguía sin despertar.

Le quitó un poco de importancia, tal vez el solo se haría a un lado.

Estiró su mano para presionar un botón de su celular y ver la hora, pero se sorprendió al ver que tenía otro fondo de pantalla.

Una foto de el durmiendo, ese día, en ese tren.

—Pero que mier...— soltó espantado sin terminar la frase, para luego tomar rápido el teléfono y darle la vuelta.

No era el suyo, era del chico dormido en su hombro.

—Ok, basta.— gritó en voz no tan alta, poniéndose de pie bruscamente haciendo que el chico a su lado cayera y despertara asustado por segunda vez en el viaje.

—¡Yo no, yo no!— Gritó Taehyung atrayendo la atención de la gente en el vagón.

—Despierta idiota.— dijo Jungkook con un tono molesto.

—Eh ¿estaba soñando?— se preguntó confundido.

—¿Quién eres, qué quieres y qué haces con una foto mía como fondo de pantalla?

—Ah eso, oye siéntate y te explicaré todo ¿si? Lo siento— dijo Taehyung calmado.

Jungkook hizo caso pero siguió un poco desconfiado.

—Bueeeno, te pareces a mi primo Carlos y te tomé una fotografía para mostrársela.— Dijo Taehyung con un toque de mentira en su voz.

—Ya ¿y se puso sola como fondo?

—Siii, es que... tengo una app que hace que cada foto que tomo se ponga de fondo de pantalla. Interesante ¿no? jaja— dijo nervioso.

—Si, ahora algo más interesante, dime la verdad o llamo al guardia y le diré que me estás acosando.

—P-pero es la verdaaaad.

—GUARDI...— Taehyung le tapó la boca.

—Ya está bien, te digo la verdad, solo no llames al guardia, me asusta.

—Dale, te escucho.— dijo Jungkook serio.

—Bien— suspiró —La verdad es que te me hiciste muy lindo y quise tomarte una foto como ¿recuerdo? de mi crush del tren.

—Una selfie hubiera sido más normal, pensé que querías secuestrarme o algo así.
Taehyung al escuchar eso hizo una cara pervertida que hizo que Jungkook lo mirara raro.

—¿Bi...en? Entonces dime tu nombre, no vaya a ser que más tarde estés cortándome el cabello para clonarme o algo así.— dijo Jungkook burlesco.

—V de Vaca.

Jungkook bufó. —Ya enserio idiota ¿cuál es tu nombre?—

—Ro-ber-to.— gritó Taehyung.

—Sabía que eras un niño molesto, cabeza de hongo tarado.— dijo Jungkook susurrando eso último.

—¿Cómo me llamaste?

—No te incumbe.

—Ah si, pues tú eres un cabeza de coco.— le contestó Taehyung bromista.

—Bien me voy.— Jungkook tomó su mochila con intenciones de irse al asiento vacío a unos metros de el que estaba desocupado desde que empezó el viaje.

—No no— Taehyung tomó su mano —Solo bromeaba, quédate y hablemos.— dijo serio.

Jungkook estaba algo molesto por la actitud inmadura de el chico pero la forma en que le dijo eso lo hizo volver a tomar asiento.

—Bien, pero basta de tus cosas extrañas.

—Sí oppa...— respondió Taehyung coqueto.

—Ándate a la mierda.— Jungkook se puso de pie, tomó su mochila y sin detenerse se cambió de asiento ignorando completamente la existencia de el chico, de el cual no sabía ni su nombre.

Taehyung trató de detenerlo nuevamente pero fue inútil. Decepcionado ocultó sus manos en su sudadera y agachó la cabeza, sacó una mano y se dio un manotazo en la frente.

—Ahh, cabeza de coco, me hiciste actuar como tonto.— Susurró.

Se levantó y se acercó de nuevo a Jungkook pero este miraba a la ventana perdido en el paisaje con un audífono puesto, sin música reproduciéndose.

—Ya ya, lo siento, solo trataba de ser amistoso, me encantaría ser tu amigo.— le dijo Taehyung haciendo un puchero.

Jungkook escuchó y lo vio por el reflejo de la ventana, no pudo evitar sonreír, el chico era muy lindo y se veía adorable pero solo se limitó a ignorarlo.

Taehyung estaba a punto de tomar su mano para llamar su atención pero se le ocurrió una gran idea, así que regresó a su asiento y se puso a buscar algo en su mochila.