ocho.

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—¿Qué haces?— Jungkook le preguntó a Taehyung burlesco.

—Hueles lindo— este le respondió.

—Pero es raro que estés tan cerca de mi, hazte para allá loco— Jungkook empujó a Taehyung mientras reía pero este solo lo miro serio.

—¿Qué me vez?— preguntó Jungkook juguetón.

Pero Taehyung solo lo veía fijamente.

—...¿Cara de pez?— volvió a preguntar, esta vez Taehyung no pudo evitar reír e hizo que Jungkook le volviera a empujar.

—A veces asustas— le Jungkook mientras empezaban a caminar a otro lugar.

—Y tú me gustas— Confesó Taehyung, Jungkook se sonrojó al oír eso sin embargo solo lo volteó a ver, tenía una cara de pervertido la cual hizo que Jungkook olvidara el color rojo en sus mejillas y soltara una carcajada.

—Estás loco— le respondió.

—Por ti— volvió a mirarlo pero Taehyung seguía viendo hacia el frente.

—Ya basta— Jungkook le dio un pequeño golpe en el hombro mientras sonreía.

—Deja de ser tan hermoso.

—Deja de decir esas cosas, me pones nervioso— Jungkook agacho la cabeza.

—¿Te pongo nervioso?— Taehyung se acercó a Jungkook y chocó su frente con la de el viéndolo directo a los ojos con una sonrisa ladina.

—T-Taehyung aléjate— susurró Jungkook nervioso.

—Que lindo eres— dijo Taehyung mientras le arrebataba el dibujo a Jungkook de las manos —¿Quién se quedará con esta maravilla?— preguntó elevando el papel al aire.

—Me gustaría que lo conserváramos los dos, hyung.

—Jungkook, aquí solo hay un papel.

—Ahg lo sé, no estoy ciego ¿si?

—Bien, podrías mudarte conmigo y así lo tendríamos los dos.

—Hablando de eso ¿dónde vives?

—En Daegu— Taehyung respondió sarcástico.

—Ay lo sé, ¿en qué parte, tonto?

—¿Conoces el restaurante de fideos en el centro de la ciudad?

—¡Por supuesto, amo ese restaurante!— Jungkook dio un pequeño saltito al decir esto.

—Bien, en los edificios al lado, en el último piso.

—¿Vives solo?

—No.

—¿Con quién vives?

—Contigo a partir de ahora.

—Que gracioso.

—¿Me ves cara de payaso?— Jungkook solo le volteó a ver molesto.

—Ni loco viviría contigo, estás demente.

—¿Por qué no? Soy genial.— Taehyung acomodo su corbata invisible.

—Fingiré que lo eres para no herir tu ego.— Jungkook revolvió los cabellos de Taehyung mientras esté pasaba una mano por sus hombros y lo abrazaba mientras seguían caminando.

Lo siguiente solo fue el resto de la exposición, que transcurrió normalmente.

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Oye, despierta. «vk»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora