Cuando Jony llegó a casa, Alex y Conii aún no habían llegado, haciendo que se preocupara cada vez más. ¿Cómo estaría Conii?, y ¿qué debería decirle? Estuvo sentado en una silla durante media hora, pensando sus palabras al ver llegar a Conii de nuevo, hasta que finalmente llegaron.
- ¡Hola! - dijo Jony, nervioso por lo que dirían.
- ¡Hola, Jony! Lo siento mucho lo que ha pasado esta mañana... - dijo Conii agachando la cabeza. Al ver ese gesto, Jony se tranquilizó. Al fin y al cabo ya no estaba más enfadada.
- Debería ser yo quien se disculpara... Tendría que habértelo dicho cuando me sacaste de ahí.
Alex, al ver aquella escena, sonrió. Realmente, Conii y Jony hacían muy buena pareja. Siempre que estaban juntos estaban sonriendo, pero de repente Conii se puso a llorar, haciendo que Jony inclinara el cuerpo para poner sus ojos a la altura de los suyos a una distancia de apenas cinco centímetros.
- ¿Qué pasa, Conii? - dijo Jony sonriendo
- Ojalá pudiera ir contigo al lugar al que perteneces... Eres lo más importante que tengo...
- Siempre dejando a Floppy de lado, eh...
El calmado tono con el que Jony hablaba hacía que Conii, por una parte se tranquilizara pero por otra que sintiera más pena al saber que se iría. Sin embargo, al ver que Conii enseñaba un rostro cada vez más triste, Jony la cogió por la cintura y la besó.
Se podían ver cómo lágrimas recorrían el rostro de Conii. Su estado de ánimo era como el del mar. A veces podía estar calmado, pero de repente podría alborotarse a tal punto de perder el control.
Cuando acabaron aquél largo beso, Jony la miró a los ojos y le dijo:
- Conii, nunca te olvidaré.
- Por favor... - dijo Conii, aún entre lágrimas - no lo hagas.
- Pero bueno, hagamos del tiempo que nos queda el mejor, ¿no? - dijo Alex yendo hacia Floppy - ¿os apetece pasearla?
El rostro de Conii resultó mejorar, y tanto ella como Jony gritaron afirmativamente a la propuesta de Alex.
Así pues, se levantaron, llamaron a Floppy, y salieron por la puerta. Los tres sabían el lugar perfecto para ir a relajarse en una noche oscura como aquella. Poder sentir el olor de las rosas bajo la luna era lo mejor en aquél momento. Aún faltaba una persona, pero sabían que no tardaría mucho en ser encontrada, ahora que la reina estaba de su parte, y todos los del castillo de Jareño estaban buscando por la característica que faltaba: La traición.
Nadie sabía qué podría significar, pero los tres protagonistas no le daban mucha importancia. Conii y Jony se encontraban sentados en aquél campo observando a Floppy correr detrás de Alex. Se le podía oír gritar, pero eso hacía que Floppy corriera más rápido.
Tanto Jony como Conii sonreían al ver aquella cómica escena bajo la luna, en ese campo lleno de rosas.
- Por cierto, Conii, ¿hace cuánto que tienes a Floppy?
- No lo sé bien bien, pero hace mucho... La tuve cuando tenía unos diez años... - dijo mirando el cielo iluminado por las estrellas - Estuve deprimida durante cinco años por la muerte de mis padres, estaba siempre en casa sin hacer nada, pero un día de tormenta, fui a correr la persiana porque me daban miedo los rayos que iluminaban el cielo y vi a un cachorro en medio de la plaza. La expresión que mostraba me recordaba a mí... Parecía estar tan sola que ignoré los miedos que tenía y salí. No pensé ni en ponerme una capucha para protegerme de la lluvia.
Cuando la cogí, estaba temblando. No sé cuánto tiempo había pasado ahí, pero me la puse bajo mi camiseta para que se calentara.
Al llegar a mi casa, encendí la chimenea y nos pusimos los dos a refugiarnos del frío que hacía en el exterior. Al ver que cogía sueño, cogí unos gordos abrigos de mi padre y los coloqué en el suelo. Eso ha sido su "cama", digamos, durante todos estos años...
- ¿Y nadie lo reclamó? Me resulta extraño que hubiera un cachorro en medio de una plaza una noche de tormenta.
- No... Nadie vino por él, pero me alegro de que haya sido así. Ha sido mi única compañía, aunque estuviera prácticamente todo el tiempo echada mirando su alrededor. - dijo Conii sonriendo.
De repente, a lo lejos vieron a alguien salir del castillo.
- ¿Qué estará haciendo a estas horas de la noche? - preguntó Conii.
- Vayamos a ver - dijo Jony levantándose.
Así, los dos protagonistas fueron a ver que hacía aquél hombre. Al acercarse, se dieron cuenta de que era Jareño.
- ¡Hola, Jareño! - dijo Jony - ¿Qué haces a estas horas de la noche?
- ¡Buenas, Jony! Cazar un poco, ya sabes. ¿Sabéis algo de la décima persona?
- No, aún no. Creo que ya lo sabrás, pero la última persona es caracterizada por la traición.
- Sí, me lo dijo Milca. ¿Queréis pasar?
Mientras Jony y Jareño hablaban, Conii intentaba disimular con todas sus fuerzas, pero saber que se llevaban bien le rompía el corazón. Saber que la persona a la que amaba era amigo de la persona que asesinó a sus padres era algo que no acabó de aceptar.
- Alex y Floppy están...
- Es verdad, no podemos, Jareño. Otro día será - dijo Jony.
Se podía ver a través de los ojos de Jareño que pensaba que Conii podría ser una complicación para poder llevar a cabo el conjuro. Sin embargo, se limitó a observar como aquellos dos se iban y sonreír al mismo tiempo que acababa de enterrar una mano que salía de la tierra.
- No debí dejarla con vida... - se dijo.
Cuando volvieron, Floppy y Alex estaban echados en el campo durmiendo.
- Puto vago, no aguanta nada - dijo Jony riéndose. Conii aún tenía un rostro algo triste tras ver la relación entre Jony y Jareño.
- Yo tampoco te olvidaré - dijo Conii
Jony, al escuchar eso, sonrió y cogió a Conii de la mano.
- ¡Pinche promise! - dijo Jony entrelazando su meñique y el de Conii
- Querrás decir Pinky promise, ¿no?
- No, la pinche promise será sólo entre tú y yo. Algo que nos ayudará a recordar todos estos lindos momentos que estamos pasando juntos.
Tras oír eso, Conii no pudo contenerse y se lanzó sobre Jony, quedando los dos estirados frente al campo.
- Te amo harto... - dijo Conii
No obtuvo una respuesta, sin embargo. Sólo hizo que Jony sonriera, mientras miraba aquella enorme luna que iluminaba el campo de rosas.
Finalmente, tras una hora en la que Jony y Conii miraban el cielo estrellado y la luna llena cogidos de la mano, Alex se despertó.
- ¡Heeeeeeeey, it's me! - dijo Alex levantándose - ¿Hora de irse? Me muero de sueño...
- Pero cabrón si llevas un huevo dormido - respondió Jony.
- Esto solo era una siestecita, ahora viene dormir en la cama - dijo riendo
Dicho eso, los tres se fueron con Floppy a casa.
Cuando llegaron, cada uno se fue a su respectivo cuarto después de decirse las buenas noches, como cualquier otra noche, pero cuando Jony entro en la suya, se dio cuenta de que la pantalla de su teléfono, que estaba en la mesita de noche estaba encendida.
Se acercó rápidamente y pudo leer "Mensaje de texto de María (Reina)", el cual decía:
"Milca me ha escrito diciendo que hablemos. Me dirijo hacia el castillo. Te cuento mañana, seguramente me quede a dormir ahí."