Cuando Jony abrió los ojos se encontró en una cama totalmente cómoda y con el abdomen totalmente vendado.
- ¿Ya has despertado? - dijo una chica hermosa entrando a la habitación. - ¿Te sigue doliendo el estómago? El viejo Juvé... Tan agresivo como siempre...
- ¿Dónde estoy? - dijo Jony totalmente perdido. Siempre decía para sus adentros: "Siempre que abro los ojos me encuentro totalmente perdido". - ¿Quién eres?
- Anoche unos hombres te quisieron atracar, viendo tus condiciones, y... No fue posible para mí quedarme quieta. Son la vergüenza de Imouto, así nunca saldremos del pozo en el que estamos... Perdiste el conocimiento y decidí llevarte a casa. Mi nombre es
Conii. Si te puedes mover, he hecho el desayuno.
- Oh... Gracias Conii... Bueno, yo soy Jony, un placer... - dijo Jony, agradeciendo de corazón sus actos. Despues, se levantó de la cama (sentía una pequeña molestia en el estómago pero no era nada)y se dirigió hacia el comedor, en el que había unas tostadas untadas con mermelada y una taza con leche esperándole, y al fondo había un perro grande echado, mirándole.
- Oh, ¡tienes un perro! Me encantan los animales - dijo Jony acercándose al perro para acariciarlo.
- Bueno, es hembra y sí, se llama Floppy. Ha estado conmigo des de que era pequeña.
- ¿Y vives sola? ¿Dónde están tus padres? - preguntó Jony extrañado. Era una casa bastante grande como para que una chica de 17 años pudiera pagar.
- Mis padres murieron cuando era pequeña, y des de entonces he vivido sola. Siempre he sido bastante independiente así que no me costó mucho adaptarme.
- Vaya... Lo siento - dijo Jony finalmente dejando a Floppy en paz. - ¡Huele genial! ¡Gracias de verdad! Por cierto, ¿tienes WiFi? Parece que se me han acabado los datos... - dijo Jony acercándose a su chaqueta que estaba colgada en una silla para coger el móvil.
Al sacar el móvil del bolsillo, Conii mostró una cara aterrorizada.
- ¡Quita esa cosa de mi vista! - gritó Conii
- L... Lo siento - dijo Jony. Al parecer a Conii no le gustaba comer con el móvil en la mesa, o eso pensaba Jony, pero no era de vital importancia.
- Sólo siéntate a desayunar... - dijo Conii con una cara pálida. Jony obedeció totalmente y se sentó a comer. - ¿y de dónde vienes? Nunca te he visto por aquí, y todos nos conocemos.
- Soy de Barcelona, estaba con mis amigos en los Pirineos, pasaron algunas cosas y... Cuando me dí cuenta estaba en un callejón.
- ¿Pirineos? No me suena, pero debe estar lejos. Si quieres alojamiento, puedes quedarte un tiempo aquí si quieres. Pero me sorprende que Imouto tenga turistas, no hay nada que ver aquí...
- ¡Oh, gracias! Te lo agradezco de verdad, pero debería volver a casa. Además, nunca había oído hablar de un pueblo llamado "Imouto"... ¿Quizás es francés?
Conii estaba cada vez más extrañada por las palabras de Jony, pero pensaba le hacía gracia todas aquellas cosas que decían.
Al acabar de desayunar, Conii se levantó a recoger los platos.
- ¡No, mujer, no! Ya recojo yo, faltaría más. Me sentiría un aprovechado al después de dormir en tu casa y gozar de tu comida no te ayudara en nada. - dijo Jony levantándose y cogiendo los platos y las dos tazas.