Ronroneos ➾HOPEV (cancelada)

19

-Para tú información-Levantó su dedo índice señalándolo-Odio esto.

-Tu aceptaste-Se quejó el Ragdoll metiendo a su boca un puñado de pochoclos.

-Pero creí que veríamos algo como Spider Man-Lloriqueo empujando a su menor.

Era su primer cita y Taehyung lo había obligado a ver la última película de terror en cartelera, por no decir que solo aceptó por que el mocoso le había echo pucheros y le prometió comprarle una pizza a la salida del cine. A su lado izquierdo había una pareja de betas bastante calientes para su gusto y a su derecha había una anciana que al perecer disfrutaba su vida.

La película comenzó de manera extraña, y a medida que avanzaba se dieron cuenta que habían entrado a la sala equivocada, estaban viendo Cincuenta sombras más oscuras. Quizás fue su culpa por no leer correctamente​ el número de sala pero aquél adolescente malhumorado solo corto sus entradas sin mirarlas antes.

-TaeTae, ¿es una indirecta?-Le susurró divertido Hoseok al omega-Sabia que me deseabas pero no era necesario que hagas esto, podría hacerlo sin...

-Hyung, entramos a la sala equivocada-Se rió y el alfa se encogió de hombros.

-Aún así podría hacerlo si quieres.

-Cállate-Murmuro sonrojado-No creo que podamos salir de aquí.

-Yo estoy bien-Le dijo observando la figura desnuda de la actriz.

-Sucio.

-Sucio tú que me haces ver estas cosas.

-¡Yo no te obligué!-Gritó y varias de las omegas detrás de el lo callaron-¿Ves lo que me haces hacer?-Hoseok solo le guiñó el ojo y continuó viendo la película.

Los minutos pasaron y la película avanzaba, pero ninguno de los dos le prestaba atención ya que el omega dormía cómodamente sobre el hombro de Hoseok y este solo golpeaba sus rodillas con sus dedos nerviosamente, el ronroneo de Taehyung lo volvía malditamente loco. Sus facciones relajadas y la manera en la que se acurrucaba contra su cuello era su perdición. Suspiró y dejó caer su cabeza sobre la del lindo gatito de grandes ojos azules, ignoró los gemidos de los personajes y se dedicó a disfrutar la cercanía del omega, desprendía un delicioso aroma a vainilla que lo relajaba demasiado. Era extraño, jamás se había sentido de esa manera pero le gustaba, tanto que comenzaba a asustarse.