Capítulo 30 (Segunda parte)

656 75 23
                                    

Dave no mentía cuando dijo que iba a estar de vuelta en cinco segundos. Nunca pensé tomarlo en algo tan literal pero al verlo frente a mí en este momento, jadeando levemente y con dos cervezas en las manos, me doy cuenta que hablaba en serio. Destapa una de ellas y me la entrega antes de corretear al chico que está próximo a mí y sentarse a mi lado. Intento acomodarme en el sofá, tratando de alejarme un poco pero estoy en medio del brazo del mismo y el cuerpo de David.

Él destapa su cerveza y me la enseña, inclinándola hacia adelante.

—¿Salud?

Lo miro antes de bajar la mirada y chocar mi botella contra la suya.

—Salud. —respondo y bebo un sorbo. El líquido pasa felizmente por mi garganta y el sabor ya no se siente tan desagradable como la vez anterior. Siento mis labios un poco dormidos o tal vez es idea mía, no lo sé.

Dave se mantiene a mi lado y parece ajeno a todo porque no deja de mirarme con el fantasma de una sonrisa en sus labios. Es un poco incómodo, a decir verdad. No me gusta cuando me miran de esa manera tan fija porque siento que quedo totalmente expuesta.

—¿Por qué me miras de esa manera? —me aventuro a preguntar y luego de una pausa, casi en silencio, agrego: —Me incomodas...

No creo que él haya oído lo último que dije porque sigue mirándome de aquella manera que me hace querer arrancarle los ojos y lanzarlos a algún lugar donde no pueda encontrarlos jamás.

—Me gusta cuando no usas anteojos. Me gustan tus ojos.

Río —¿Por qué? Es decir, es un color bastante común, ¿no crees?

—Tal vez lo sea pero la forma en que observas, la manera en que tus ojos brillan hace que sea un marrón especial.

Intento no cohibirme pero es imposible.

—Ah... ¿Gracias?

—Había olvidado lo chistosa que eres. —señala, negando con la cabeza. Se acerca la botella a los labios y bebe. Copio su acción— ¿Sabes? Estas dos semanas en las que no hemos hablado, te he extrañado mucho.

—¿De verdad? —mi voz tiembla y yo creo que es culpa del latir desenfrenado de mi corazón.

—Sí. Aunque fuera para leer un "buenos días idiota". Yo no quise que las cosas terminaran de esa manera, Nat. No es que yo no hubiera querido responder...

—Dave...

—Déjame terminar, por favor —pide. La conversación se siente íntima y no me importa estar rodeada de personas en estos momentos. Ellos están pendientes de sus asuntos y yo del mío—. No es que yo no hubiera querido responder tu mensaje es sólo que me tomó tan de sorpresa. Diablos, yo nunca esperé que me dijeras eso.

Como el Dave Borracho me agrada más que el otro, decido indagar un poco más y preguntarle:

—¿Por qué?

—Porque eres tú —ríe, su mano peina su cabello en distintas direcciones—. Porque muchas veces me dijiste que yo era un idiota, la espinaca que no te gustaba y que no respirara cerca de ti.

» Por un momento pensé que estabas bromeando, ¿sabes? Cuando me enviaste ese mensaje, pensé que era una broma o que hasta Charisma estaba escribiendo por ti sólo para jugarte una broma. Luego llamé a Rick y me convencí de que lo que decías era verdad e intenté arreglarlo pero tú ya te habías ido y cuando te dije que también me gustabas, saliste con ese cuento de "fue un reto" bla, bla, bla.

Bebo cerveza para refrescar mi garganta y ganar un poco de tiempo. Me siento pequeña bajo la mirada intensa de Dave.

—Entonces... —hablo luego de beber más de la mitad de la cerveza—, ¿lo que dijiste era cierto?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 06, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

No respires cerca de mí » dave francoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora