Tiempo de despertar

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Abrí mis ojos lentamente, estiré mis piernas ahuyentando a la pereza y me paré de mi cama. El reloj en mi pared marcaba las 5:36 AM, podría dormir una hora más, pero realmente iba a ser una mañana relajante sin tener que correr por toda la casa por haber dormido cinco minutos más.

Revisé mi celular, dos mensajes nuevos. Abrí el primero que era de mi padre recordándome que tenía que estar a las 4:00 PM en su nueva casa y adjuntaba la dirección. Leyendo con atención el mensaje me di cuenta que ahora solo estaríamos separados por dos calles. Me armé de valor y decidí que era el momento de contárselo a mi madre, sino sería una sorpresa realmente desagradable para ella.

Toqué su puerta, cuando no obtuve respuesta la abrí, ella estaba profundamente dormida. Moví su hombro suavemente.

–Mami–volví a tocar su hombro–mami, necesito hablar contigo.–empezó a abrir sus ojos lentamente.

–¿Qué hora es Milah?.–dijo en medio de un bostezo.

–No lo sé, creo que cuarto para las seis.–dije buscando mi reloj dentro de la manga de mi saco.

–¿Te sientes mal? ¿Estas enferma otra vez?–preguntó empezando a sentarse apresuradamente.–

–No, estoy bien –le dí una sonrisa– es acerca de mi padre–esperé a ver su reacción. No se movió de su lugar–Envió un mensaje.–su rostro se contrajo–

–¿Qué decía?–preguntó ¿asustada?–

–Bueno... Quiere que este ahí hoy a las 4:00 PM para ayudarlo, con lo de la mudanza.–dije rogando que no le dé un ataque de histeria.

–¿Se muda hoy? ¿Hoy? ¿Miércoles?–preguntó, a diferencia de hace segundos ahora su rostro demostraba preocupación.–

–¿Ma? todo está bien, tranquila–dije acariciando su mejilla. ¿Porque le afectaba tanto este asunto? Sabía que no era ideal vivir a solo calles de tu ex esposo, pero no es como si él fuera a estar todo el día aquí, es más no creo ni siquiera que venga algún día.–estará a unas calles, iré a visitarlo, no hay necesidad de que él que venga aquí.–me dio una cálida sonrisa.

–Conejita, creo que es hora de que sepas porqué tu padre y yo nos divorciamos.–dijo con expresión seria. Había más razones a parte de las que yo sabía.– Mereces saberlo.–¿De qué hablaba?.–

Miró sus manos con nerviosismo– tu padre tiene una amante desde hace algunos años.–dijo evitando mi mirada. ¿Amante?– Nunca te lo dije, porque intentaba protegerte– se apresuró a decir.

Mi cabeza daba vueltas… Amante. La palabra suena tan irreal al lado de la palabra padre. Asqueroso.

– ¿Quién es ella?–dije con mi mirada fija en la pared– ¿la conoces?

– ¿Recuerdas a Jessy?–dijo mirando al piso

– ¿Jessy? ¿La asistente de grandes pechos y vestidos cortos?.–jadeé–¡Es solo 3 años mayor a mí!.

¿Jessy? ¿La chica con excesivo maquillaje, vestidos versión bolsillo, y voz chillona?. Esto debía ser una jodida broma, en serio debería.

–Milah cariño, cálmate. –dijo mi madre mientras me paraba de la cama.

– ¿Cómo quieres que me calme mamá? ¿Cómo pudieron ocultarme algo así?–grité. –Soy parte de esta  familia, ocultarlo no era una forma de “protegerme”–dije haciendo comillas en el aire, me apoyé en el marco de la puerta intentando digerir todo

–Mi padre es un maldito asqueroso. –gruñí. Negué con mi cabeza y salí de ahí, dejando atrás a mi madre repitiéndome que me calme

Entré a mi habitación, me lavé la cara y dientes, me vestí lo más rápido posible con la ropa sucia que había usado el día de ayer, salí de ahí frustrada por haber creído en toda la farsa de familia que habían mantenido hasta hace un tiempo

¿Destiny?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora