–¿Radio o CD?–preguntó Ross con la mirada fija en la vía.
–Da igual–dije restándole importancia.
–Radio será.–dije encendiendo su equipo de sonido, empezó a sonar una canción de Eminem que no recuerdo el nombre–Ahora sí, cuéntame, ¿Qué te pasaba en la mañana?–preguntó con preocupación tiñendo su voz.
–Bueno, ya sabes, estoy en mis días y eso–mentí
–A mí no me vengas con esa mierda, no creas que te vas a safar de esto solo por decirme que estas en tus días.–mierda.
–Marcus–me limité a decir
–¿Qué hizo? a parte de ganarse el premio al padre del año–dijo con sarcasmo
–Ahora le dio por recompensarme el tiempo que no estuvo ahí conmigo, así que decidió mudarse cerca de mi casa y mi madre no lo tomó de la mejor manera, esta mañana cuando se lo dije simplemente me dejó en la cocina diciendo que no quería hablar de eso, y hoy cuando llegue a casa ella no estaba así que la llamé y me dijo que estaba comiendo fuera, pero en verdad sé que estaba bebiendo ¿con quién diablos? no sé. Dijo que había comida en el refrigerador, pero no había nada, todo lo que encontré fue un queso rancio y un poco de jamón. Ella nunca es así, tú lo sabes Ross, ella siempre está preocupada por cualquier mínimo detalle. Quisiera saber con exactitud lo que paso entre ellos, no quiero quedarme sentada viendo como todo se desmorona–no había dejado de hablar y cuando paré me di cuenta que mi cara estaba húmeda por las lágrimas que había derramado.
–Tranquila pequeña–dijo Ross intentado fijar su mirada en mí y luego regresándola a la carretera.–Todo va a estar bien, es normal que Emma no se sienta bien con lo de Marcus, no debí preguntarte nada de eso. Lo siento tanto, quita esa cara, vamos de fiesta y me importa una mierda que no quieras beber o bailar. ¡Lo vas a hacer! Vamos a sacar ese dolor.
–Ya sabes que soy una llorona–dije dándole una sonrisa de medio lado.–¿Desde cuándo el alcohol te hace sacar el dolor?
–No lo eres. –dijo dándome una tierna sonrisa.–corrijo, no saca el dolor, simplemente te hace olvidar, es algo–dijo encogiéndose de hombros, negué con mi cabeza.
Después de varias canciones y comentarios del locutor, llegamos a nuestro destino. Era una gran casa, no lujosa, pero si gigante, las paredes de afuera estaban pintadas de un verde con algo de moho dejando ver la pintura antigua que era un blanco grisáceo en algunas partes debido al tiempo. Había varia gente afuera algunos ya ebrios, otros fumando, y algunos metiendo su lengua hasta el estómago de su pareja -asco-, las puertas eran de lata negra estaban totalmente abiertas dando paso a cualquier personas que quiera tomar alcohol o enrollarse con alguien. Nos dirigimos a la entrada recibiendo unas cuantas miradas como siempre, esta vez los chicos me miraban con cierto anhelo, cosa nueva para mí. Al entrar a la casa parecía una totalmente diferente, a diferencia del exterior, esto era bonito, el piso de madera muy bien cuidado, escaleras altas con barandales forjados en hierro justo en frente de la puerta que llevaban a la planta superior. Todo era tan acogedor, increíble pensar que se realizaría una fiesta aquí, o que por fuera pereciera una verdadera casa abandonada.
Por todas partes habían chicas con mini vestidos, que más bien parecían bragas en colores brillantes, me sentí feliz de haber venido con mis jeans, no quisiera ser confundida con alguna de ellas, aunque mis vestidos eran más... decentes. Los chicos eran totalmente desconocidos para mí, veía solo algunos de la escuela. Alcancé a ver a Todd a lo lejos así que me di la vuelta rápidamente.
–Ven, vamos a buscar a Mathew–dijo Ross pasando su brazo por mis hombros.
Gracias al cielo, nos dirigimos a la sala, que era como todo mi sala, comedor y cocina juntos, difícilmente encontraremos a alguien aquí.
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¿Destiny?
أدب المراهقين“Mi vida es un total desastre. No tengo muchos amigos, depresiones cada 2x3, adicta a los libros, al té, y a los cigarrillos -hecho vergonzoso- y para aclarar las dudas, NO, no soy una “malota” que sale a fiestas, fuma, bebe y sabe divertirse. Todo...