L.E.A 《Fukumenkei Noise》

Capítulo XXII》"Hablemos de L.E.A"

Si cuando tenía trece me dolió mi primer período, ahora que tengo dieciséis no soporto el dolor de cabeza.

¿Viene al caso?

Creo que no, pero no exagero cuando digo que este dolor de cabeza me está haciendo ver extraterrestres bailando una extraña pero pegajosa música.

—No creo que debas salir en este estado —murmura Amaya con la cabeza gacha. Ella y Kuro no han hablado con nadie ajeno a mí, y la mayoría del tiempo miran sus pies, manos o incluso techo. Ellos ocultan algo.

—Me da igual —Amaya me mira y bufa disgustada—. ¡Hey! ¡Soy Lea, la chica que no tiene apellido y llega tarde al aula! ¿Realmente crees que me importa? —ella sonríe y niega, claro, viendo cualquier lugar menos mi rostro.

Debería cuidarme, pero eso no ha estado nunca dentro de mis prioridades.

[...]

Estar en un parque a las siete de la tarde, sin sudadera o un abrigo es firmar mi propia sentencia. Primero, porque se está escondiendo el sol, y segundo; porque me voy a enfermar.

—Tu desayunas en peligro, Lea.

Abro los ojos con sorpresa y volteo. Una tierna escena me hace sonreír. Es Sakaki Momo rodeado de gatos, sí, GATOS.

—¡Sakaki! —digo con una sonrisa, un pequeño gatito blanco y de ojos azules se acerca a mí y yo lo cojo, para luego caminar y sentarme junto a Sakaki.

—Hola Lea —murmura sin verme. Qué chico más extraño.

—¿Qué haces aquí, Sakaki? —pregunto curiosa, acariciando la pequeña cabecita del animal en mis brazos.

—Necesitaba inspiración. Soy un compositor a tiempo completo.

Abro los ojos más de lo normal. ¡Es compositor, y yo he dejado que vea mi creación!

—¿Y tú? ¿Qué haces por aquí? —dejo escapar un suspiro.

—Es un parque tranquilo y necesitaba pensar, Sakaki...

—Llámame Momo —niego, él voltea para verme con sorpresa. Ay Dios, creo que hoy habrán muchas sorpresas más.

—No. Sakaki es mas lindo, además tu nombre me recuerda a un pato, no preguntes por qué porque yo tampoco lo sé —Sakaki ríe y veo que en su cabeza hay un gatito. ¡De verdad, este chico me matará de diabetes!

—Eres rara.

—Gracias.

Nos quedamos en silencio, yo pensando en qué hacer para no tener este mar de emociones mezcladas en mi cabeza, y él... ¿Cómo se supone que lo sepa?

—Lea, ¿serías capaz de escuchar una historia? —pregunta un poco nervioso, yo bajo la mirada. Últimamente las personas deciden contarme partes de su vida que son como un agua de realidad totalmente fría. Asiento sin dejar de preguntarme qué es lo que quiere decirme, y si será necesario ir a un psicológico luego.

—Primero, Sakaki, ¿por qué a mí? Sólo me viste una vez, y no te traté muy cortés que digamos —murmuro sin dejar de ver el animalito blanco que ahora duerme tranquilo.

—Porque me inspiras confianza.

¿Confianza? ¿Será verdad? Kuro, Amaya y Shiro me han contado prácticamente lo más oscuro de sus vidas sin remordimientos y de golpe, como si  fuéramos familia. ¿Será porque me ven como una persona confiable? ¿Cómo pueden saberlo?

—De alguna manera sé que bajo esa chica tan especial, y sabes a lo que me refiero, hay un alma noble que sólo quiere ayudar a los demás, a costa incluso de su propio sufrimiento.

Sonrío con tristeza. Ah Sakaki, si supieras...

—Pues adelante, que tengo los oídos dispuesto a escucharte.

—Cuando era niño tenía una amiga, una muy especial en el buen sentido. La quería de esa manera, ¿sabes? La quería demasiado, y por eso todas las noches accedía a cantar con ella, pues éramos vecinos y teníamos nuestras habitaciones en el mismo piso, y pararelas. Ella era de ese tipo de chica que no escucha a nadie por nada del mundo, y aunque en ocasiones lo odiaba, secretamente estaba feliz de que ella fuera así.

"Un día, bueno; noche... Mis padres empacaron nuestras cosas y me llevaron a otro lugar, sin dejar que me despidiera de ella. Estaba destrozado, y comencé a componer canciones con la esperanza de que ella las escuchara y volviera a mi. Tonto, ¿no? Ella estaba lejos y no volvería, debía aceptarlo, pero yo sabía que ella era mía, porque ella es mía. El caso es, que estoy comenzando a sospechar que esa chica está cerca, y que si se aparece frente a mí, ya no podré seguir componiendo jamás. Estoy avergonzado porque las canciones que compuse para ellas las usé para ganar dinero y pagar la deuda de mis padres. La vendí, pero no vendí los recuerdos, y aunque suene absurdo, los recuerdos de tu primer amor siempre serán los más dolorosos."

Suspiro. De verdad Sakaki me matará con su dulzura uno de estos días.

—Fuertes declaraciones.

Sakaki ríe y aprieta mis mejillas haciéndome fruncir el ceño. Un poco después, el suaviza su agarre, y en vez de apretar mis cachetes, acaricia mi mejilla sin dejar de verme. Trago saliva y le ordeno a mi inservible mente que busque algunas palabras de apoyo para mi nuevo... amigo.

—¿Sabes, Sakaki? Por más cliché que parezca, las cosas pasan por algo. Quizá el destino quiere que las cosas tomen un rumbo diferente al que ya llevan, o quiere que de una vez sigas con tu vida. Quizá, y sólo quizá encuentres a una chica que te quiera y te haga sentir aún más especial que tu antigua amiga, y cuando eso suceda, debes dejarte llevar y arriesgarte, pues de eso se trata la vida, ¿no? Un eterno todo o nada en el que siempre puedes perder cosas, y ganar otras. Cuando encuentres a alguien que también te inspire para escribir, entonces habrás encontrado a la chica que puede ser la responsable de tener tu corazón en sus manos. Ese día, yo te diré con todas sus letras "estaré apoyandote desde las gradas" y posteriormente, dejaré al descubierto mi lado infantil y no dudare en molestarte, porque de eso se trata la amistad, aunque... ¿Somos amigos?

Mis consejos están mejorando, y eso que aún no he hecho el pacto con el diablo como había planeado.

—Somos amigos —afirma Sakaki sonriendo con tristeza, yo le dedico otra sonrisa al mismo tiempo que un TIERNO gatito me entierra sus uñas—. Yo quiero saber más de ti, ¿de qué hablamos?

Suspiro y acaricio al gatito.

—Hablemos de L.E.A.

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Faltas D":

Wow, fuertes declaraciones del emo <3 Momo es taaan ahdjakfujwjx...

Si tan sólo Lea le viera de otra manera 7w7