Capítulo XXIX》"Los nervios atacan"

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—¿Es una broma? —pregunto aún sin poder creerlo, Kazuya niega y nos detenemos para pagar la entrada al parque de atracciones.

—No. Yo pagaré por ambos, es lo mínimo que puede hacer un chico en una cita, ¿no?

Golpeo al Come Hamburguesas Ajenas Chantajista y él ríe. La chica nos entrega los boletos (que por cierto, hoy valen una fortuna) y nos mira raro. Claro, como una chica como yo está junto a una cara bonita hoy todos nos miran raro.

Entramos al parque de atracciones y algo en mi estómago me hace querer ir al baño. Oh madre, los nervios atacan y yo no puedo hacer nada.

—¿A qué hora dices que tus amigos vendrán? —pregunto nerviosa, Kazuya pone una mano sobre mi hombro y sonríe con ternura.

—Ya deberían estar aquí —responde—. ¿Sabes? Eres muy linda cuando estás nerviosa.

Antes de que diga nada, alguien que muy bien conozco hace acto de presencia. Trago saliva en seco, ¿es que Kazuya no puede tener un amigo diferente? ¡¿Por qué tiene que ser Kuro?!

—Lea... —susurra asombrado, yo hago una pequeña mueca y asiento.

—Hola Kurone —digo, Come Hamburguesas Ajenas Chantajista nos mira confundido.

—¿Ya se conocen?

—Ya tuve el placer —digo desviando la mirada.

—¿De verdad? Genial, al menos no seré el único que te conozca en la cita —sonrío, y luego de un par de minutos en silencio, otro chico aparece.

Es rubio, igual que Kazuya, pero a diferencia del anterior tiene ojos violeta y no marrones. Le sonrío y él se queda como piedra al verme. No pienso preguntar por qué, en realidad no quiero saberlo.

—Hola —dice extrañado y un tanto nervioso, mientras Kuro no me saca los ojos de encima.

—Hola —digo, Kazuya sonríe.

—Hola Peter, ella es Lea, el motivo principal de la cita —sonrío un tanto nerviosa.

—Hola Lea, yo soy Peter y él es

—Kurone —completo, él asiente extrañado.

—Bueno chicos, vamos a por esos juegos que no ocupan solos.

[...]

Me he subido a varios juegos ya, lo he disfrutado hasta cierto punto. Kurone y el tal Peter no han dejado de mirarme, y eso es realmente incómodo. De Kazuya... Bueno, él sabrá lo que hace. No es que realmente me importe.

—Lea, ¿estás bien? —pregunta Come Hamburguesas Ajenas Chantajista preocupado, yo asiento tragando saliva en seco.

Una casa.

Una casa del terror.

¡Una casa del terror sin iluminación aparente, en una noche fría y sin estrellas!

Estúpido.

—¿Segura? Si quieres nos montamos a otro juego y dejamos pasar este —niego cerrando mis manos y formando un puño—. Bien —murmura no muy convencido—... Kuro y Peter fueron a por algo de beber así que entraremos los dos juntos, ¿vale? —asiento y él le enseña nuestros tickets al guardia que nos dedica una sonrisa amarga y sin brillo.

Nos adentramos a la casa, y puedo sentir la tensión en el ambiente. Tonta yo por entrar aquí, pero no quiero que mi orgullo decaiga.

Oh por Dios, ¿hasta dónde puede llegar mi nivel de estupidez?

Escucho unos pasos detrás de nosotros y bueno, ahí es cuando me paralizo. Siento un horrible nudo en la garganta y también siento como las lágrimas comienzan a bajar por mis mejillas sin mi consentimiento. Odio esta sensación de inutilidad dentro de mí, odio tener miedo.

Odio llorar.

Flash balck

Escucho unos pasos acercarse a la habitación y por inercia me escondo en el armario parcialmente vacío. Sé que luego de esto sólo sentiré dolor y eso es algo que sencillamente no deseo. Desde que tengo memoria he tenido que convivir con la oscuridad y no puedo hacer nada para evitarlo.

—Bien, tienes una hora para hacer lo que quieras con la zorrita, sólo no la mates.

Esa es la voz de papá, hace dos días que no escuchaba. Tapo mi boca con ambas manos procurando no hacer mucho ruido cuando noto una presencia diferente a la mía dentro. No tiene un aura oscuro, pero tampoco muy brillante.

Sé que me hará daño, lo sé.

Fin flash back

Suspiro, y acto seguido siento una mano sobre mi hombro. Tengo unas ganas de gritar horribles, pero la voz simplemente no sale, en cambio siento mis piernas convertirse en gelatina y mis párpados cansados.

Esto ya me ha pasado antes. No es nada bueno.

—¿Lea?

Y eso es lo último que escucho. Siento mucho sueño y me dejo caer al suelo en un intento de convertirle en cama.

Oh, qué genio. A que nadie había pensando en convertir el suelo en cama.

[...]

—¡Lea! —escucho que gritan, así que intento abrir los ojos sin conseguir resultados. Ah madre, ¿y si me he metido en problemas? La que se va a llevar mi madre cuando lo sepa— ¡Mierda Lea! ¡Responde!

Arrugo la nariz y abro los ojos encontrandome con un montón de curiosos. Trago saliva en seco y por fin noto que sobre mi cuerpo hay una manta blanca. Ah, sólo estoy en una ambulancia.

—¡Serás cabrón! ¡¿Cómo se te ocurre llevarla a un lugar oscuro?! —grita un chico peli marrón a otro rubio, ambos empapados de lágrimas.

—¡¿Y cómo iba a saber yo que le teme a esas cosas?! —se defendió el otro, justo antes de que el puño del primero terminara en su mandíbula. Hago una mueca, eso me ha dolido hasta mí.

—¡¿Y si por tu estupidez ella cae en coma?!

—Eh, que estoy despierta —y entonces todas las miradas se encuentran sobre mi. El chico peli marrón (que por cierto tiene unos hermosos ojos verdes) que se encontraba a un par de metros de mí, corre al escucharme y se gana junto a la camilla.

—¡Lea! —exclama sin dejar de llorar, yo asiento y muerdo mi labio inferior.

Una mujer de veinte y tantos de cabello rubio y labial excesivamente rojo se acerca a mí.

—Hola —dice con una sonrisa—. ¿Me puedes decir tu nombre?

—Lea —respondo seca, aunque no lo deseo. La mujer lo anota en una libreta y luego dos hombres suben la camilla a la ambulancia y cierran las puertas, dejando a el rubio de ojos marrones y al peli marrón de ojos verdes atrás, además de una extraña sensación de dolor en mi.

—Dime Lea, ¿qué es lo último que recuerdas?

Llevo una mano a mi barbilla intentado recordar.

—Que papá no quería ir a misa esta mañana.

Y eso fue suficiente para que los ojos de la mujer se abrieran de golpe.

-.-.-.-.-.-.-.-

Faltas D:

Sí, muy cliché y todo, pero se callan >:v

Y si no les gusta, pueden retirarse, nadie les obliga a leer :3

L.E.A 《Fukumenkei Noise》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora