L.E.A 《Fukumenkei Noise》

Capítulo XXV》"Tú no eres mi hija"

[Narra Lea]

—¿Y bien? —pregunto un tanto nerviosa, Shiro juega con sus lentes y suspira cuando la canción termina.

—No está mal —murmura, yo bajo la mirada—... ¡Está increíble! Tenemos que llamar a H para los arreglos de la le-

—Hablando de eso —digo rascando mi nuca, Shiro me mira curioso—... No puedo permitir que H retoque la letra. Son mis sentimientos expresados en una canción, y por si no lo recuerdas, elegí a H porque es la voz más parecida a la mía.

—Si tanto te gustaría cantar, ¿por qué no lo haces y ya?

—Tengo... Una vida fuera de esta que no quiero sea descubierta.

Shiro suspira, creo que se ha enfadado. Bueno, él creó esto por mi música, ¿no? Ahora se las aguanta el muy puto.

—Bien... Sin cambios en la letra entonces —asiento con una sonrisa, pero antes de que me vaya de la oficina, él vuelve a hablar—. Lea, H quiere saber quién eres.

—Pues que se joda.

[...]

Cantar. Sacar fuera el odio cantando "Dead" de "My Chemical Romance" se siente tan bien.

A pesar de que Amaya y Kuro aún dan vueltas por mi cabeza, me siento mejor.

—¡Lea! ¡Bajale a esa mierda!

Abro los ojos sorprendida, no sabía que mamá usara mi lenguaje. Sonrío y hago todo lo contrario, subo el volumen al máximo y salto sobre mi cama. Después de todo, la canción termina en breve.

Ops, creo que se volverá a repetir.

Esto de componer se siente tan bien...

—¡LEA!

Pongo los ojos en blanco y apago la música. Tengo deberes aunque no lo parezca.

[...]

—Lea, tenemos que hablar —dice mamá en un suspiro, papá se tensa enseguida y yo noto el mensaje subliminal. Aunque me cueste entender algunas indirectas, este tipo de cosas es difícil de pasar por alto.

—Dime madre —digo con una sonrisa, ella bufa y apaga la televisión.

Oh-oh.

—Tu padre y yo queremos que dejes la música hoy mismo. Nos tienes hartos de tanta rebeldía, ir contra nosotros significa ir contra la iglesia y Dios. Sé que estás un poco confundida, pero son cosas que pronto pasarán.

Todos pueden cambiar el mundo a su manera, yo lo cambiaré con mi música lo quieras o no lo quieras.

—Oh, qué interesante —digo sarcástica, mamá me mira severa y papá... Papá sólo quiere ver el mundo arder—. ¿Sabes mamá? No planeo vivir encerrada en estas cuatro paredes. Es a ti a quien no le gusta la música, no a mi. Que te traiga malos recuerdos no me interesa, no por algo así dejaré de hacer lo que me gusta.

—Lea, soy tu madre, ten un poco más de respeto.

Dejo escapar una carcajada ácida.

—¿Respeto dices? Mamá, estás más loca que una cabra y yo no digo nada. Hace unos días atrás estabas flipando en colores con la idea de la música, y ahora me vienes con esto. Definitivamente tienes un trastorno de bipolaridad eh.

—Lea, ¿cómo puedes decir esas cosas tan horribles de tu madre? ¡Yo te crié, deberías estar agradecida! ¡Sin mi no estarías viva!

—¡¿Y quién demonios te ha pedido a ti que me adoptes, eh?! —suelto, ella me mira y guarda silencio. La he cagado con gritarle, pero ella la ha cagado más. Sinceramente creí que el de los trastornos de bipolaridad era Shiro, no mamá— Dime, madre, ¿quién te pidió que me sacaras a mi del orfanato?

—Lea... —dice ella a segundos de romper en llanto.

—Ni Lea ni nada, madre. ¿Sabes? Estaba muy feliz de que volvieras a casa, pero por Dios que hay algo mal en ti mujer. Tu no eres mi madre, mi madre era comprensiva, y lo sabes.

—¡Tu tampoco eres mi hija! —exclama ya llorando— Mi hija obedece las reglas y no va en contra de ellas jamás, tampoco dice palabras soeces... Tú no eres mi hija.

—Pues dime dónde quedó esa niña, porque yo nunca la vi en casa.

—¡Tu eres esa niña!

—¡Acabas de decir que no lo soy!

—¡Es porque te comportas como una desconocida!

—¿Disculpa? No soy yo quién ha cambiado durante dos años, mamá. Yo siempre he sido así. ¿Y si estuviste ciega todo este tiempo y no te diste cuenta? No lo habías pensado así eh —murmuro, mamá no deja de llorar y eso me hace enfuerecer. Hace dos años estaría llorando con ella, pero ella cambió y dejó de ser la misma, así que no, gracias.

¿Y si tiene razón y yo cambié?

Nah, siempre he sido así de rebelde.

Subo a mi habitación y al ritmo de una canción que compuse hace años atrás guardo en mi maleta algo de ropa. No me quedaré aquí si tengo a la cabra sufriendo una crisis por no tener sus pastillas al día.

—¡¿A dónde crees que vas, jovencita?! —grita mamá al verme caminar hacia la puerta principal. Hago una mueca de disgusto y abro la puerta.

—A donde el cuco no me encuentre.

-.-.-.-.

Faltas D:

Asjajfuanzbfjapbrai señora, su hija es una rebelde xD.

Y nah, aquí hay maratón hasta que me canse  (?)