Siénteme [JINKOOK]

Siénteme: parte XXIII

JungKook no se molestó en esperar a su primo para volver a casa, simplemente tomó sus cosas y se fue. La salida de Jin con esa omega latente en su memoria. Hubiera deseado decirle que se quedara un rato más a su lado, hablando de sus vidas, de sus gustos pero no tenía una razón o un tema con el cual distraerlo para evitar que se encontrara con DaHyun.

Sin embargo ¿por qué tendría que sentirse celoso si él y el alfa no eran nada? No eran pareja ni nada de eso como para reclamarle el irse con otra persona. Seok Jin era libre de salir con quien quisiera y él también. Pero ¿por qué a pesar de todo aun sentía ese horrible malestar en su ser mezclado con unas intensas ganas de llorar? quizás...quizás porque no le gustaba que Jin estuviera con alguien más que no sea él.

-Eso es estúpido-murmuró en soledad mientras seguía caminando tranquilamente por las calles de Seúl.

La oscuridad comenzaba a hacer acto de presencia en el enorme cielo y Kook podía jurar que su primo pronto estaría en casa mientras que él seguía caminando sin rumbo por las calles de la capital de Corea. Tenía que despejar su mente de alguna manera.

-¿JungKookie?

Giró sorprendido viendo a TaeHyung unos pasos tras él. Estaba tan distraído que había pasado por alto el olor del alfa.

-¿Tae? ¿Qué haces aquí? ¿No tenías que estudiar?

-Oh, sólo me doy un pequeño recreo.-el chico sonrió-¿tan tarde terminaron?

-Ah, no. Jin hyung se fue antes y yo...me quedé caminando un rato.

-¿Terminaron antes? ¿por qué?-Tae parecía realmente interesado e intrigado por lo que había dicho.

-Es que tuvo que encontrarse con una amiga.

-¿Una amiga?...¿DaHyun tal vez?

-Sí, ella.

-Oh, ya entiendo porque terminaron antes entonces.

-Hyung y...esa omega ¿se llevan bien?

El alfa lo miró extrañado ante la pregunta pero aun así respondió.

-Claro, hace años se conocen. Desde la universidad, son muy cercanos. Incluso tengo entendido que han salido en citas.

Palabras que definitivamente JungKook no deseaba oír. Gruñó disimuladamente mientras apretaba sus manos en puños. El malestar aumentando. Pero no podía demostrarlo, por supuesto que no.