Siénteme: parte LXXXI

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Un mes después...

¿Cómo se podía describir el dolor que sintió JungKook en ese mes sin Jin? Ese mes en donde llegaron amigos y familiares del alfa a despedirse, mes en donde la marca había desaparecido totalmente y en donde la tristeza se había hecho cosa de todos los días.

¿Cuándo fue la última vez que sonrió con auténtica alegría? Desde que ya no tenía a su alfa no había dejado de llorar, era común que derramara lágrimas a cualquier hora del día y que gritara cuando el dolor se volvía completamente insoportable. La marca extinta había sido lo más duro de afrontar y aun así seguía sin poder lograrlo, arañando esa zona donde en antaño había estado la marca que tan feliz lo había hecho. Lastimándose y logrando que sangrara. Alexander solía ir a verlo una vez al día y curaba las heridas que en ocasiones se hacía sin darse cuenta. Se sentía perdido sin Seok Jin.

Caminaba por la casa como un zombie, sin saber adónde ir, sin saber qué lugar le recordaría menos a su pareja. Pero en cada rincón aún quedaba rastro del aroma del alfa y eso le daba una pequeña calma a su ser destruido.

Veía las fotos en los marcos, las que se habían sacado cuando apenas comenzaron a vivir juntos, las de la boda, otras en exhibiciones, y las más reciente cuando se habían enterado del embarazo. Tomó una, recordando que Seok Jin quería documentar mes a mes, mostrando los cambios que tenía Kook en cada etapa aunque él no pudiera verlo, pero quería sentirlo y quería que su omega tuviera ese recuerdo para mostrarle a sus hijos y posteriormente a sus nietos. Ahora no le veía sentido a nada de eso, no sin Jin.

Las lágrimas cayeron libremente por el vidrio que protegía la foto, su vista se nubló y poco le importó cuando arrojó el marco contra una pared alejada, una cerca de la cocina. El estallido resonó en la silenciosa sala y los vidrios salieron disparados por el suelo. Cayó de rodillas, cubriéndose el rostro y gritando para calmar el dolor, un dolor palpable que llevaba un mes sintiendo y que parecía no aminorar con el tiempo.

Llevó sus manos a su pecho y lo apretó con fuerza, deseando que el dolor se calmara de alguna forma, pero no, seguía ahí, igual de fuerte e insoportable que antes. Apoyó su cabeza contra el suelo de la sala, llamando entre sollozos a su alfa, pidiéndole que volviera a su lado, que volvieran a estar juntos, a reír, a hablar, a discutir el sexo del bebé. Necesitaba a Seok Jin de nuevo en su vida, para que siguiera mostrándole que el amor era lo más hermoso que alguna vez conoció, para que siguiera enseñándole que los alfas podían ser tan perfectos como él, para que siguiera descubriendo a su lado la dicha de tener una familia.

-¿P-por q-qué m-me d-dejaste...J-Jin h-hyung?-tras su pregunta un fuerte sollozo hizo eco en la casa, un llanto desgarrador que venía desde lo más profundo de su alma, lágrimas derramadas de un corazón destruido por la pérdida del ser amado.

Lloró durante horas en esa madrugada, preguntando a la nada tantas dolorosas dudas, rogando por volver a verlo una vez más, por volver a tenerlo entre sus brazos, abrazarlo y decirle lo importante que era en su vida. Rogó a la nada durante horas, pidiendo porque le devolvieran a su alfa, al padre de su hijo y el dueño de su alma entera.

Pero nadie escuchó sus suplicas, nadie hizo realidad su deseo, nadie le devolvió a su amado. Simplemente recibió silencio y la oscuridad de la noche abrazándolo en el suelo, cubriéndolo con su manto frío, congelando las lágrimas de sus mejillas dejándolas como la marca de un sufrimiento incomparable. Un dolor tan agonizante que nadie podría curar.

♡Siénteme♡

Cuando Alexander llegó ya esperaba encontrarse con esa escena de JungKook en el suelo y uno de los cuadros rotos.

Lo ayudó a levantarse y lo sentó en el sillón, cubriéndolo con su abrigo mientras iba a la cocina a preparar algo para comer. Sabía que Kook no había comido nada en todo el día y, aunque no estaba de humor para recibir alimento, sabía que debía comer algo por el bebé.

Mientras esperaba que todo estuviera listo, limpió los vidrios rotos y casi llora al ver la foto. Él también extrañaba a Jin, había sido doloroso perderlo. Ya no era lo mismo ir a dar clases y no verlo ahí. Incluso Nam se sentía extraño al ya no verlo por la escuela. Su muerte había sido impactante y había dejado un hueco en la vida de todos.

TaeHyung aún estaba algo triste por su pérdida, aunque HoSeok hacía todo lo posible por estar a su lado y consolarlo cuando los recuerdos lo traicionaban y lo hacía llorar. JiMin también había sufrido la muerte de Seok Jin, el alfa había sido uno de sus profesores favoritos y saber que ya no volvería a escuchar su voz en el colegio había sido un golpe duro para él, aunque era un gran apoyo para Tae y para JungKook, a quien había visitado con él un par de veces ese mes, consolándolo lo mejor que podía. Pero como el menor le había dicho, no había consuelo alguno que pudiera sanar el herido corazón de JungKook. Ni siquiera él podría hacer algo por Kook...sólo el tiempo y el destino serían los que determinarían la vida del omega. Sin importar todo lo que ellos hicieran para ayudarlo.

Lo peor de todo fue cuando tuvo que darle la noticia a JiSoo y Jennie. Fue desgarrador escuchar la voz de una madre llorando por la pérdida de su hijo. La omega no había podido aguantar y terminó llorando desconsoladamente, por lo que al final tuvo que darle la noticia también a la alfa quien a pesar de haber podido hablar con él, había logrado detectar su dolor en cada palabra y el llanto contenido. En el funeral la imagen de ambas madres llorando había sido aún peor de lo que alguna vez se imaginó. Nam tuvo que consolarlo durante largos minutos aquel día por la escena de JiSoo y Jennie.

Suspiró, un nudo en su garganta. Terminó la comida y fue con ella hacia donde JungKook estaba, aun sentado con su abrigo sobre los hombros. Se acercó, dejando la bandeja con comida sobre la mesa ratona mientras corría parte del abrigo para ver cerca de los hombros del menor. Bajó la mirada al ver nuevos arañazos en esa zona y fue por el botiquín. Al regresar repitió la rutina, limpiando sin ver ningún gesto de dolor en el rostro del omega. Al terminar tomó el plato y extendió una cucharada de sopa hacia los labios del menor. Kook, como siempre, se rehusó, pero tras varios intentos más terminó aceptando la comida, simplemente comiendo menos de la mitad.

Alexander suspiró, dejando el plato y llevándoselo con la bandeja a la cocina. Limpió todo y al volver se encargó de llevar a JungKook a su habitación, para que descansara en un lugar más cómodo.

Se quedó a su lado, acariciando su cabeza, hasta que media hora después Kook se encontraba en el mundo de los sueños.

Sólo en ese momento volvió a su hogar con un mal presentimiento en el pecho.

♡Siénteme♡

JungKook despertó horas después, en medio de la madrugada silenciosa y oscura. No volteó, sabiendo que Jin ya no estaba ahí para abrazarlo ni acurrucarse en su pecho, sintiéndose seguro de nuevo entre sus brazos. Simplemente se quedó en esa posición, viendo hacia la pared que tenía enfrente, su mente casi en blanco. Por algún motivo en esa madrugada no lloró, sólo...se quedó así, mudo en su lugar con la imagen de Seok Jin en su mente.

Hasta que sus piernas se movieron solas, levantándolo de la cama y llevándolo a su estudio, el lugar que había abandonado hacía meses y en donde Siénteme yacía guardado.

Al ingresar, con las luces apagadas, llegó hasta su obra y comenzó a tocarla, sintiendo bajo la oscura tela el rostro de Jin, su nariz, sus mejillas, sus ojos, su boca, su mentón...fue como volver a sentir a su alfa, aunque lo frío del material lo hacía volver a la realidad. Sin embargo ¿acaso estaba mal soñar con que ahí mismo, bajo sus palmas, tenía el hermoso rostro del mayor? ¿Acaso estaba mal volver a verlo en su imaginación, creerse por un instante que nuevamente estaba a su lado? Aunque no lo pudiera abrazar ni pudiera decirle al oído cuanto lo amaba, pero estaba bien. Sentir a su amado, engañarse a sí mismo para verlo, estaba bien...aunque eso lo destruyera aún más, aunque eso se llevara lo poco de cordura que le quedaba estaba bien. Porque esa noche lo había decidido.

Pronto, muy pronto, ambos volverían a estar juntos.

Quizas piensen que no tengo corazon (bueno en parte :v) pero les puedo asegurar que mientras escribía los tres ultimos capitulos llegué a llorar...me dolía escribir el sufrimiento de JungKook, no es sencillo escribir este tipo de dramas :'v 

El siguiente es el epilogo, es largo, me esmere por traerles un buen epilogo así que nos vemos ahí! besos 💋💋💋

Siénteme [JINKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora