La promesa. (Tsuchigumo X Lectora)

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(T/N) POV

Caminaba por las calles de la ciudad, sin rumbo alguno. A veces era tan relajante vagar perdidamente por cualquier lugar, sin ser consciente de la realidad, sin que nada importase.

Al estar sola, todo parece diferente, el mundo parece diferente. Te fijas en tu alrededor, prestando atención a cada pequeña cosa que ocurre. La gente que en el día a día te parece totalmente igual los unos a los otros, los ves con ojos diferentes. Tanta gente... tantos caminos... tantas vidas...

Mis profundos pensamientos fueron interrumpidos al escuchar en la distancia, cerca de una tienda de dulces, un par de voces que me resultaban familiares.

- Vamos, sabes perfectamente que los bollos rellenos de crema son los mejores. ¿Tanto te cuesta admitirlo?- reconocí aquella voz burlona en cuanto la oí.

- ¡Menudas mentiras estás diciendo, idiota! ¡Todo el mundo sabe que los bollos rellenos de chocolate no pueden ser comparados con esos asquerosos bollos rellenos de crema!- el inconfundible carraspeo de dientes gruñon hizo que no tardase nada en reconocerlo a él también.

"Ay... Tsuchigumo y Ogama nunca cambiarán..." suspiré pesadamente. Al reconocer a los dos rivales, ahora amigos, tomé una rápida decisión. Me acerqué a ambos con seguridad y determinación y los agarré a cada uno de una de las orejas.

- ¡Si seguís así acabaréis proclamando otra guerra!- me quejé mientras estiraba con fuerza las orejas de los yo-kais, que permanecían en su forma humana. Gracias a mis palabras, me gané las miradas extrañadas de algunos que pasaban en ese preciso momento por esa precisa tienda.

- ¡Oye, no tienes por qué ser tan agresiva!- se quejó Ogama mientras se retorcía, molesto.

- Ogama... creo que (T/N) tiene razón, tenemos que tomar una decisión ya, estamos haciendo esperar a los demás clientes.- aceptó Tsuchigumo.

- ¿Entonces admites que los bollos rellenos de crema son mejores?- Ogama intentó molestar a Tsuchigumo.

- ¡Jamás!- los dos se soltaron de mi agarre, y ambos le dirgieron una mirada fulminante al contrario, retomando su discusión.

- ¡Oye, vosotros dos!- conseguí llamar su atención, haciendo que ambos girasen su mirada hacia mí.- ¿Y si, simplemente, compráis una caja de cada uno?- propuse. Ambos se quedaron pensatibos un momento.

- Pues... yo diría que es una buena idea.- cedió Tsuchigumo, mientras se rascaba avergonzado la nuca.

- Chica lista...- susurraba Ogama dejando escapar una risa falsa de sus labios, también avergonzado.

"Creo que he salvado a los yo-kai de otra guerra..." pensé mientras soltaba un suspiro de alivio al ver que había conseguido acabar con el debate de los dos generales.

Finalmente, compraron una caja de cada tipo de bollo, sin más discusiones. En ese momento se me pasó una duda por la cabeza...

- Y, ¿por qué habéis venido a la ciudad a comprar estos bollos?

- Bueno, yo... ¡quiero decir, nosotros...!- volteé mi vista hacia Tsuchigumo, pudiendo notar que su rostro entero había tomado un color rosado, lo cual me recordó a aquel día en el colegio... era el mismo tono de sonrojo que tenía después de darme aquel beso en la frente.

- ¡Queríamos invitarte a comer!- interrumpió Ogama a su compañero, proporcionándole una palmada amistosa en la espalda y una mirada de complicidad.

"¿Qué estarán tramando estos dos?" pensé mientras los miraba fijamente.

- Si quieres, claro está...- añadió Tsuchigumo recuperando su tono habitual.

♡One-shots (Yo-kai WatchX Lectora)♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora