Un Contrato Con El Amor (Sebastián Y Tu)

Capítulo 18

-Ah... Creo que esta vez comimos bien...

Menciono Finny, a lo que yo solo Reí. Adolf como siempre estaba molestando a Bard, si que los 5 son unos inmaduros.

MeyRin: La comida de ---- supera todo.

Mencionó, mientras levantaba los platos, ¿Cómo les estará yendo al amo, Yushi y a Sebastián? Dijeron hace mas de una hora que "No tardamos".

Adolf: Te preocupas bastante por ellos

Finny: Pareces como una madre

Bard: Una madre bastante joven a mi parecer... Adolf... ¡Le pido que se quite de encima mio!

MeyRin: ¿No será solo por el señor Sebastián?

Al oír eso, pude sentir como mi cara se ponía totalmente roja

----: ¿C-Cómo se te ocurre eso...?...

Adolf: Ah~ ya salio toda la verdad... Entonces se pondrá celoso por lo que diré

----: 1. No es nada mio, y no tiene el derecho de ponerse celoso 2.¿Dirás...?

Adolf: ¿Recuerdas a Adam?

----: ¿Adam?

Finny/Bard/MeyRin: ¿Quién Adam?

Adolf: Es el hijo de uno de mis socios y mi aprendiz, ---- Paso los momentos finales del baile. Pero después nos tuvimos que ir por unos motivos.

¿Aprendiz dijo?

----: Con que ese chico, tengo que admitir que es bastante atractivo. ¿Qué con el?

Bard: Si es su aprendiz, sera el doble de molesto que usted...

Susurró Bard, ganándose una cara de reproche por parte de Adolf.

Adolf: Te ha invitado a su mansión

Termino regalandome un guiño. ¿Por qué tengo que salir tan seguido ahora? ¿No puedo quedarme en mi mansión sin ningún compromiso?... Espera... ¿"Mi mansión" "Ningún compromiso"? ¡Ah! Ahora habló como toda esa gente rica...

----: Gracias pero no iré...

(...)

----: Genial...

Susurré para mi misma viendo la ventanilla del carruaje como cambiaba el paisaje al avanzar. ¿Por qué no puedo decir que me asesinaron o volvieron a herirme y que no puedo salir a exteriores? Solté un gran suspiro acomodandome el pelo hacia mi hombro derecho. Repaso mi vestimenta nuevamente, un simple vestido color azul agua, con listones rosados y unos botines color beige. Fue lo mas "cómodo" que me dieron cuando pedí algo así. Siento el carruaje frenar, y el chofer me ofrece la maní para salir y bajar. No le presto mucha atención a la estructura, una mujer mayor (Como de 60-70) se acercó a mi con una sonrisa pidiéndome que la siguiera a lo que obedecí. Nos adentramos en la mansión hasta llegar a una sala bastante grande, la señora me pidió que esperara.

Menuda mansión... Aunque hay un gran silencio, de seguro hasta el sonido de una caída de aguja haría gran sonido (Si se presta atención, claro)

-Gracias por haber venido, me tenias preocupado la desde lo ocurrido en el baile.

Mencionó Adam sentándose a un lado mio, con una sonrisa que yo imite.

-Si, sobre eso; siento la impresión que te di.

-no al contrario, me hizo querer saber mas de ti... Conocerte.

Dijo con una sonrisa a la cual yo imite. Así derrepente se paró diciéndome que lo siguiera, y obedecí.