Se podría decir que esta es mi historia como La hija del bosque, más bien cómo llegué a saber que lo era. Ahora, casi setenta y cinco años después de llegar a La Selva Negra y de haber relatado mí historia, me siento cómo aquel día en el que Shaylee y yo casi morimos por culpa de Kael, quien dejó de creer en las hadas, y todos sabemos lo que ocurre cuando alguien deja de creer en las hadas, sobre todo cuando tienes a una tan cerca.
Pues así es como me siento. Puedo notar como cada día se me escapa una gota de vida, cómo el día de mi muerte se acerca para que una nueva hija del bosque nazca. Yo ya estoy muy mayor y el hecho de que cada vez la gente crea menos en las hadas no ayuda, pues en los últimos años perdimos a varias, aunque no solo por eso, la contaminación se ha multiplicado tanto que nos ha vuelto débiles y de no haber sido por todo el bosque que nos rodeaba y nos cuidaba del aire que respirábamos no habríamos durado mucho.
Antes de despedirme, quiero que no os quedéis con lo anterior, pues no todo es triste, ya que los buenos recuerdos abundan en mi memoria. Cómo olvidar las noches de los solsticios de verano bailando junto a las hadas y mi pequeña guardiana, los miles de paseos en los que he acompañado a Roko en su cita con la luna llena, las vidas de árboles y animales que he rescatado de la mano de Shaylee, e incluso mis risas junto a ella y Roko son de mis recuerdos favoritos.
Shaylee más que una amiga ha sido una hermana, o incluso me atrevería a decir una hermana gemela, pues desde que entré en La Selva Negra no nos hemos separado nunca, debido a que al estar separadas nos sentíamos incompletas. Junto a Roko he tenido otro tipo de amor y cariño, pero no por eso más débil que el que me unía a Shaylee. Con ellos y junto a las hadas y el bosque entero he conseguido formar mi propia familia, una llena de amor, amistad, cariño, respeto y verdadera admiración entre nosotros.
Espero que estas notas que tanto me han costado escribir en mi vejez, pues a pesar de que todo ello ha sido inolvidable lleva su trabajo ser recordado, sean de ayuda a la futura hija del bosque, estoy segura de que te ayudarán a orientarte en tus primeros días aquí y de vez en cuando hasta a no sentirte tan sola. También espero que te guste la cabaña que conseguí construir, esta vez sí, de uso exclusivo para La hija del bosque, a pesar de no entrar en los planes de las cabezotas hadas.
Querida futura hija del bosque, llega a querer y a amar cada ser, cada partícula de este bosque tanto como lo hice yo, y no dudes en que este te será correspondido de igual manera.
Atentamente
Noa, La hija del bosque 2015-2090
(PD: te la dedico, por ser mi fiel lectora XD jajajaj)
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La hija del bosque
FantasiaMi vida, como cambió en unas vacaciones, me ocurrió algo que ni yo misma he podido nunca llegar a imaginar... Me llamo Noa, todo empezó cuando tenía 14 años, unas vacaciones fantásticas para la familia, ya que fue la primera vez que íbamos de vacac...