De excursión

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Íbamos en la furgoneta de Joaquín, de camino a "Rheinfall" unas cascadas, no podíamos parar de hablar sobre qué haríamos allí y Lía no paraba de preguntar palabras en alemán para decir a Evelyn. Se había encariñado enseguida con ella.

Cuando llegamos me tuve que quitar la chaqueta, había un sol espléndido y el frescor del agua lo hacía más reconfortante. Eran unas cascadas muy largas, pero no altas, al pie de un lago. A un lado de este, sobre una gran roca se alzaba una casa con una torre, pero que para mi hermana era el castillo de una princesa. Claramente nadie le llevó la contraria, ni le explicó nada, era mejor así, que nadie le fastidiara la infancia y que todo fuese de momento en colores para ella, sin manchas negras que no poder borrar.

Nos acercamos al lago y nos hicimos fotos, disfrutando del ambiente, aunque enseguida se empezó a llenar de turistas chinos, así que empezamos a rodear el lago para ver mejor las cataratas, desde allí el paisaje era espléndido y el aire que se respiraba simulaba estar limpio.

Estábamos tan cerca del agua cuando caía, que las gotitas de agua nos salpicaban y nos hacían apartarnos de vez en cuando, hasta que tuvimos que quitarnos definitivamente porque estábamos empezando a mojarnos demasiado.

Nos dirigimos hacia la otra punta del lago para visitar la tienda de recuerdos. Pasamos por un puente en el que la gente se quedaba parada asomada al agua que pasaba por debajo. Como unos curiosos que éramos nos asomamos también y pudimos entender porqué la gente miraba tanto. Había miles de peces amontonados debajo del puente, todos del mismo tamaño, esperando a que la gente les echara cualquier cosa comestible para lanzarse sobre ella. Como no a mis hermanas y a mí no se nos ocurrió otra cosa que escupir, ya que no teníamos nada que echarles.

-¡Seréis guarras!-nos regañó mi madre mientras no parábamos de mirar a los peces, que se habían echado encima unos de otros para ver qué era eso que caía, para luego irse de nuevo.-Venga, seguir andando antes de que me arrepienta de querer ir a la tienda.

Nos miramos las tres y como pudimos nos hicimos sitio entre la marabunta de gente para llegar a la tienda. Resulta que mi madre no quería pasar porque había mucha gente, decía que ya nos compraríamos recuerdos en el pueblo y gracias a papa y a Joaquín conseguimos entrar en la tienda, no solo porque convencieron a mama, sino porque la gente apenas nos veía y no nos dejaba paso.

Para nosotras tres fue toda una aventura, no sé si nos costó más salir o entrar, solo sé que no compramos nada de la gente que había y de lo caro de era todo. Así que como siempre: mama tenía razón.

Volvimos al coche para dirigirnos a un lago y comer por allí cerca. Ahora ya estábamos todos algo más cansados y hambrientos, así que me quedé durante todo el rato mirando por la ventanilla, admirando el paisaje, cuando...

-¡Hey! ¿Qué ha sido eso?-mi grito pilló a todos por sorpresa haciéndoles dar un brinco en el asiento y al amigo de mi padre despistarlo, lo cual hizo que diera un volantazo, que a su vez nos hizo gritar al resto.

-¿Pero qué pasa Noa? ¿Cómo se te ha ocurrido darnos semejante susto? ¿No has visto que podíamos habernos matado?-mi padre que estaba sentado delante junto a Joaquín se había vuelto hacia mi muy enfadado, solo le faltaba escupir espumarajos por la boca, claramente no lo dije, así que intenté defenderme.

-Lo siento, había un animal muerto en la carretera, pero creo que no estaba muerto y pensé que podríamos salvarlo.-mentí. Mentí tan mal que no sé ni cómo se lo creyeron.

Había visto un hada pasar rápidamente por entre la espesura del bosque y no había podido evitar emocionarme, me hubiera gustado saber quién era, si la conocía, pero me di cuenta de que no me hacía falta parar para verlo, mi corazón lo decía. Era Shaylee.

Cuando por fin paramos para comer, no paraba de mirar a mí alrededor para buscar a Shaylee, sabía que estaba en cualquier rincón de la espesura espiándome.

Al terminar de comer me levanté para ir al baño, y aproveché para adentrarme un poco en el bosque, ya que el baño estaba en la parte contraria a la que habíamos comido. Llamé a Shaylee mentalmente, ni siquiera me imaginaba que le llegaría de verdad, cuando apareció delante de mí.

-¿Es que me quieres explotar la cabeza?

-¡Shaylee! Te he visto antes... y te estaba buscando ¿qué haces aquí?

-Ahora que podemos estar juntas no podía evitar seguirte.-dijo algo tímida masajeándose la cabeza.

-Oye... ¿lo que dijisteis anoche era verdad?-le pregunte acordándome de lo ocurrido.

-Sí, pero no te preocupes, yo te ayudaré en lo que haga falta.-me contestó relajándose un poco.-Además, El Sabio que tienes que encontrar se te presentará cuando menos te lo esperes, al menos eso me dijo Kael.

Me senté en el suelo apoyando la espalda en uno de los árboles que me rodeaba, juntando las piernas usándolas de almohada para mi cabeza.

-¿Noa, qué te pasa?-al verme derrumbada mi pequeña hadita se preocupó bastante.

-Todo esto es...un giro brutal en mi vida, no sé si tomármelo como que he tenido mucha suerte o es el karma que ha venido a por mí por todas las travesuras que he hecho.-le dije mirándole a los ojos.

Ante mis palabras no pudo evitar reírse y después yo con ella. Sin darnos cuenta de que el tiempo pasaba empezamos a hablar de cómo sería el siguiente Sabio, pero sobretodo de nuestras vidas. Ella no paraba de preguntarme cosas sobre mí, quería saber todo, conocerme a fondo para poder decir de verdad que estábamos muy unidas. Me hizo tanto preguntas interesantes como preguntas estúpidas que no tenían ningún sentido pero que para las hadas sí que lo era.

Cuando al parecer se había quedado sin preguntas con las que atosigarme, me acordé de nuestro encuentro y de que... ¡se me había hecho tarde!

Rápidamente me levanté, haciendo que casi saliera volando Shaylee, que se había sentado en mi rodilla.

-¡¿Y ahora qué te pasa?!

-Lo siento mucho Shaylee.-la acerqué con mi mano y le di un beso como disculpa en su pequeña cabecita.-Me tengo que ir si no quiero que mis padres se arrepientan de este viaje.


*Nota de autora*

Bueno, ¿qué creéis que le va a pasar a Noa? ¿La regañaran sus padres, la mandarán de vuelta a España...? jjajaja ya se vera en el siguiente capi.

La foto que hay son las cascadas que visitan: Rheinfall


Gracias a todos por votar en mis historias, a los que la siguen.


Y

FELIZ SAN VALENTÍN

FELIZ SAN VALENTÍN

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jejeje tenía que ponerlo


Saludos: natural_adventures


La hija del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora