*5 años después.*
Mercedes se estremeció al oír su declaración, Alexis debería de estar entrenando con las porristas no aquí armando un escándalo.
— ¿Me vas a contestar? — Preguntó la pequeña rubia con tranquilidad, podría esperar una eternidad solo para saber la respuesta. En su mano aún cargaba la pieza de la ropa interior. — ¡Contesta! — Grito más enojada ahora, el silencio solía decirlo lo que callaba.
— ¡Me he comprado eso! — Elevó el tono aunque no dejaba de ser dudoso y confuso. — ¿Tienes que venir aquí y que todos vean la ropa que uso? — Atacó rápidamente, Alexis no le iba a ganar, nunca.
— ¿Crees que soy estúpida? — La situación se volvía a invertir en su contra, Mercedes estaba a punto de estallar y declarar que efectivamente la ropa no era suya pero sería dañar su relación y apenas iban por el segundo mes juntas.
— No... — Musitó con vergüenza, sus compañeros salían de sus despachos para ver aquella escena. — ¿Podemos hablar después? — Alexis la miro incrédula y le lanzo la prenda en su rostro.
— ¡Vete a la mierda! — Dijo para último irse sin importarle la mirada de los demás.
— Yo también te quiero, cielo. — Comentó Mercedes con felicidad, amaba tanto meterse en problemas.
— Mercedes. — Habló alguien atrás, la pelirosa cerró sus ojos tratando de mantener la guardia. — Te veo en mi oficina. — Comentó su jefa, lucía molesta y deprimente. Mercedes le dio una sonrisa, la pobre iba en aumento de peso cada vez que pisaba las oficinas.
— Sí, claro. — Contestó amablemente, correrla no era una opción para la empresa, era la mejor en los negocios.
*
Mercedes odiaba demasiado levantarse por las mañanas pero tenía que hacerlo, no por ella, si no por Alexis, de alguna manera había que reparar el daño causado.
Ayer fue su primera discusión, hubiera preferido enfrentarla en la casa pero cayó de sorpresa en la oficina, obviamente fue suspendida por tiempo indefinido por él escándalo provocado.
No era nada de qué preocuparse, su jefa estaba en él cuarto mes de gestación y la bipolaridad era uno de los principales síntomas, así que calculando bien, estaría en de vuelta en las oficinas en una semana y media.
Preparó en su mochila toallas especiales para la cara, ropa cómoda y en un bote sirvió té, todo consistía en una rutina que Alexis inventó y lo hacía cada vez que terminaba de entrenar con las porristas.
Con todo listo y su discursó de perdón escrito en un papel se subió a su automóvil con dirección a la cancha de deportes.
— Soy una ridícula. — Murmuró completamente enojada consigo misma, jamás había hecho algo así por nadie pero tuvo que aceptar su destino desde el momento en que se disculpó por romper su nariz.
Todo el mundo parecía estar en su contra aquella mañana, ni bien había pisado las gradas recibió las miradas de las compañeras de Alexis, les dio una enorme sonrisa a todas fingiendo agrado.
— ¡Mercedes! — La más agradable de todas era la capitana, al oír él grito Alexis levantó la cabeza con pereza encontrándose con la mirada de Mercedes, Ambas tenían ojeras, ambas querían llorar en ese mismo instante.
Pero Mercedes no estaba dispuesta a mostrar su punto débil, no enfrente de todos ellos.
Saludó con una mano a la capitana y está le respondió con un guiñó, Lexi parecía estaba sumida en sus pensamientos ignorando las señales.
Mercedes ponía más empeñó en el nuevo videojuego instalado en su celular que en ver las rutinas, no por estar peleadas significaba tener interés hacía cosas que le gustarán a la rubia.
— ¡Eso es chicas! — Ánimo la capitana caminando a las gradas, específicamente al lugar de Mercedes. — Hagan la rutina seis y luego la diez. — Las más largas, Alexis gruñó con molestia, el tiempo para entrenar se había acabado.
— ¿Te gusto mi regalo? — Preguntó la castaña fingiendo tomar agua, Mercedes seguía sin quitar la mirada del móvil.
— Casi. — Respondió, tratando de no verla, su cuerpo era demasiado tentador.
— ¿Lo vio? —
— Sí, claro, lo dejaste en medio de la sala. Gracias pero tu objetivo no resultó. — Presumió con orgullo, podría ser un imán con los problemas pero las soluciones siempre le llovían.
— Es mejor dejar ir, le haces daño. — Comentó la capitana.
— ¡Solo fue una vez! — Alexis miraba con curiosidad aquella escena, Mercedes seguía sin mirar a la castaña y la capitana hacía todo para que la notará. — Lo estoy dejando.
En un intento de descubrir lo que ambas platicaban hizo un pequeño movimiento y con eso tuvo para derribar la pirámide hecha por sus compañeras. Todas sin excepción alguna cayeron al césped.
— ¡Kaufman! — La rubia quería llorar en ese mismo instante. — ¿Que mierda?
Sintió rápidamente los brazos de Mercedes rodearla y darle la protección que necesitaba.
— Llamen a una ambulancia. — Dijo la capitana con molestia, todo su equipo se encontraba en el pasto.
— ¡Por favor! No seas ridícula, Mickie. — Mercedes esbozó una sonrisa, mientras mantenía presionado el cuerpo de la rubia. — Van a estar bien, cariño. — Murmuro al oído de su novia, estaba disfrutando demasiado aquel momento.
— ¡Vete! ¡No quiero volverte a ver Alexis Kaufman! — Los sollozos de la pequeña rubia iban en aumento, era tan sensible en varios aspectos.
— Bah, no necesitamos tu equipo, hay mejores. — Mercedes enseño con molestia el dedo de en medio y se retiró de las canchas cuanto antes.
Ambas subieron al auto, Mercedes le entregó su té preparado y sus toallas para la cara.
— Mer... — Intento decir la rubia entre lágrimas, no podía ni verla.
— Cinturón. — Interrumpió Mercedes con una enorme sonrisa de satisfacción en su rostro. La mejor escapatoria de un problema es ignorarlo. La rubia era tan débil ante cualquier tipo de cariño, y como muchas veces termino de perdonarla. — Daremos un paseo. — Comento con la mirada fija en el camino.
Es de humanos equivocarse pero Mercedes había superado los límites y sin querer estaba arrastrando a una inocente en sus juegos.
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Complicated (WWE WOMEN'S) |AU|
Fanfiction❌Parejas utilizadas❌ Bayley x Carmella Sasha Banks x Alexa Bliss Emma x Dana Brooke Becky Lynch x Charlotte Flair