Demma 2/6.

167 20 0
                                    

Amaba a su padre pero ahora se sentía vilmente engañada por su progenitor, aquellos cuentos o historias donde solía pintar a los estadunidenses como los malos del cuento no eran más que mentiras, aún no entendía por que su padre odiaba tanto a aquella nación y sus ciudadanos.

La jóven mesera había roto los estereotipos de un sólo golpe, parecía demasiado felíz con su falta de dinero y de lujos. Emma inmediatamente se arrepintió por quererle regalar un poco de dinero, desconocía de que manera poder agradecerle.

- Es...muy...bonita.. - Murmuró agitada al entrar al departamento de Dana. Jamás volvería a poner un pie en los famosos metrobús, la cercanía a las personas de bajo recursos la ponía enferma.

Dana asistió un poco apenada e intentó con prisas arreglar el pequeño desmadre que tenía en su habitación dejando a Emma en la entrada.

Condones y más condones estaban en la recámara de ninguna manera la extranjera vería la escena más traumática de toda su vida. No quería quejarse de todas formas la australiana la había ayudado a rechazar a Dolph y su estúpida propuesta de una cena.

- Si quieres puedo prestarte una pijama. - Dijo casi gritando y hechando los condones en una bolsa negra.

- Me vendría muy bien. - Respondió Emma tratando de no recordar las palabras de su padre, los estadunidenses y su ropa hecha de petróleo.

La rubia abrió su clóset, lanzando la bolsa negra y buscando una pijama limpia para Emma, una misión casi imposible al haber olvidado llegar a la lavandería su ropa sucia.

Cuando por fin la encontró se dirigió a la sala viendo como la extranjera se encontraba muy entretenida en su celular y sonriendo al aparato. Por alguna razón aquello le hizo sonreír.

- Mmm.. - Susurró en silenció para llamar su atención. Emma retiró la mirada del celular y miró curiosamente a la mesera. - Aquí está. - Extendió su mano para ofrece el conjunto, Emma lo tomó bruscamente y sin hacer mucho contacto con la rubia.

- Gracias.. - Susurró con pereza, el sueño la iba a vencerla pronto.

*

Emma estaba a acostumbrada a muchísimas cosas entre ella destacaba ser despertada por su nana justo con el desayuno servido en una bandeja de plata, claramente, despertó por el sonido de un taladro.

Maldijo entre sus sueños pensando que todo lo de anoche fue un mal sueño pero al oler las sábanas y notar lo dura que era la almohada con ella supo que no fue una pesadilla.

- Debes de estar bromeando.. - Susurró abriendo sus ojos y quitando la sábana de su cuerpo, trató de no hacerlo tan bruscamente al sentir el cuerpo de la mesera a su lado.

Arrastrando sus pies se dirigió a la sala para buscar su vestido y así pronto irse de aquel lugar, también buscó en su brassier sus tarjetas de bancos y un poco de dinero efectivo para pagarle a la rubia amable.

Con el vestido en la mano se adentró de nueva cuenta a la habitación y dejó más de dos mil dólares en la mesita de al lado.

- Por que no comes algo.. - Ofreció Dana viendo atentamente a la australiana.

- Pensé que estabas.. - Murmuró Emma confundida por la rapidez de la rubia al despertar.

- Debo prepararte el desayuno.. - Dijo Dana prácticamente saltando de la cama.

- No creo que haga falta, en el avión viene un paquete de comida. - Comentó Emma frustada, lo menos que quería era quedarse otro día más.

- Bien, entonces iremos a las compras. - Emma rodó los ojos mientras que Dana chilló de alegría.

- Está bien. - Aceptó cansada. De alguna manera tenía que pagarle el favor ¿no? - ¿Iré con pijama?

- Lo siento pero es lo único que tengo, además no creo que nadie te conozca.. - Respondió Dana restándole importancia a su pregunta.

- Perfecto. - Musitó asegurándose que la rubia no entendiera y hablando por primera vez en su idioma ante ella.

*
Si tenía que confensar algo sobre aquella tarde sería que nunca en su vida se había divertido tanto, Dana Brooke era una caja de sorpresa y en cualquier momento ya sea malo o muy malo ella soltaría un chiste para hacerte reír.

- Emma.. - Murmuró Dana con un evidente color carmesí en su mejillas. La australiana levantó la cabeza de su móvil prestándole atención a la rubia. - Me preguntaba si querías.. Ir a la feria de aquí, sólo será un rato.. Puedes coger tu vuelo luego y... - Habló sintiéndose completamente estúpida y nerviosa.

Justo cuando Emma iba a dar su respuesta su móvil comenzó a vibrar.

- ¿Bueno? - Contestó Emma sin mirar el contacto.

- ¿Amor? - Preguntó del otro lado de la línea, Emma se encogió.

- ¡Paige! ¿Qué pasa, cariño? - Preguntó con vergüenza mirando la reacción de Dana.

- Pensé que estarías en el auropuerto hoy... Tú padre está demasiado preocupado pero no ha tenido tiempo para hablarte ¿ocurre algo?

- Tuve un pequeño retraso con el vuelo. -

- Debemos de terminar algunas cosas para la boda, no me puedes dejar todo a mí. - Dijo la británica demasiado alterada.

- Lo sé, lo sé.. Pero creo que me voy a quedar unos días más en América. - Comentó Emma preocurando utilizar el acento para que Dana no entendiera sus palabras.

- ¿Unos días más? ¿Cuantos? -

- Paige, basta, estoy un poco ocupada. Adiós y besos. - Respondió con prisa y sin esperar respuesta de su novia colgó. - ¿Y dónde queda la feria?

pd: meto a paige por los rumores de un posible regreso, no creo pero bueno.




Complicated (WWE WOMEN'S) |AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora