Charlynch 4/6.

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*5 años después.*

A los dieciocho dejó Carolina e intentó buscar oportunidades en otro lugar, pocas semanas después su padre recibió una demanda y por segunda ocasión el dinero ganó la batalla.

En el momento en que lo vio en la corte sintió una increíble ola de miedo, se estremeció y tembló por segundos, durante la sesión volvió a ser aquella pequeña rubia que se escondía por los huecos de la casa para no ser vista, el juez al no tener las 'pruebas' suficientes contra Richard lo dejó libre sin ningún cargo.

— Hijo de perra. — Fue lo único que pudo lanzarle al hombre que se encargó de joderle la infancia. Su padre simplemente le dedicó una sonrisa burlona para ella.

Años pasaron hasta que encontró al "amor de su vida", Thomas Raymond lo conoció en un evento de lucha que fue invitada por su mejor amiga Rebecca, cuando ambos cruzaron miradas se sintió intimidará, era un hombre realmente apuesto, sus ojos eran del color esmeralda y su cabello era sedoso.

Pronto se volvió su acosadora y lo seguía a todos los eventos donde estuviera incluido, se veía tan caballeroso y atento en la primera cita, ahora después de tres años se encontraba casada con su príncipe.

Según las revistas por que Ashley desató su propio infierno.

*

La rubia amaba ir de compras, tenía un espacio donde se concentraba en elegir cuidadosamente las cosas y revisar su uso. Se tomaba demasiado tiempo en decidir que papel de baño era mejor para su comodidad.

Justo cuando se encontraba observando detenidamente los jugos de tomate escuchó la risa de unas mujeres atrás de ella.

Maldijo en sus adentros, su voz la reconocería a kilómetros, con todos los colores subidos en la cabeza metió el primer jugo que encontró al carrito y emprendió su marcha a las cajas.

Su nerviosismo hizo que chocara con un carro.

— Elizabeth. — Suspiró pesadamente al oír su segundo nombre y volteó resignada.

— ¡Hey, Rebecca! — Saludó falsamente, ¿Desde cuando su amistad se había vuelto así? Bueno, el último reencuento de ambas fue hace un mes y no termino de buena manera.

Al lado de la irlandesa se encontraba una pequeña rubia con las puntas de color rosado, Ashley frunció el ceño mirándola.

— Oh, que mal educada. — La pelinaranja sonrió notando los gestos celosos por parte de la mayor. — Ella es Alexis, y tiene interés en trabajar para ti.

— ¿Si? Que bien.. — La otra rubia sonrió con admiración y por algún motivo Ashley se sintió mareada. — Puedes ir a las oficinas algún día. — Rápidamente se sostuvo del carro de compras.

Sintió arcadas.

— ¿Te encuentras bien? — Preguntó Rebecca viendo el esfuerzo de Ashley por mantenerse en pie. Pero no contestó y avanzó velozmente por los pasillos dejando atrás a las dos chicas.

Desesperada se metió al primer cubículo del baño y vacío completamente su estómago, era sumamente extraño, tenía semanas con los mismos síntomas. Se alarmó mentalmente pero se calmó cuando recordó aquellos panqueques que vendían en la otra cuadra, probablemente iría a comprar unos después.

— Estas embarazada — Soltó  Rebecca justo atrás de ella. Dio un saltó de susto al oírla tan confiada en sus palabras y se notaba más que molesta.

— No.. — Negó aunque estaba temblando del miedo.— Ahora puedes irte con tu noviecita. — Sugirió la rubia mientras salía del cubículo y empujaba levemente a Rebecca.

La irlandesa soltó una carcajada.

— ¿Mi novia? — Preguntó sin dejar de reír, Ashley la fulminó con la mirada. — Es novia de una de tus empleadas, celosa.

Ahora fue turno de Ashley soltar una carcajada.

— ¿Celosa? ¡Ja! Por favor. — Se dirigió al lavamanos y abrió la llave metiendo sus muñecas para limpiarlas.

— No me has respondido. — Comentó con los brazos cruzados.

— ¿Para que quieres saber? — Cuestionó. ¿Por que tanta insistencia por parte de la irlandesa.

— Serán mis sobrinos, ¿no? — Su tono de voz era chilloso y coqueto, eso molesto a Ashley.

— Ni siquiera sabes. — Respondió Elizabeth con amargura.

— Bueno pero deberías ir al doctor. Estaré en Irlanda un par de meses así que.. — Dejó posar su mano en el glúteo de Ashley, una sonrisa pervertida se formo en sus labios.

— Bueno, iré a buscar a Thomas de seguro le alegrará ser padre. — Rebecca quitó su mano del trasero de la rubia, ahora tenía una mueca de desagrado.

— Si, igual. Habrá alguien en el bar que de seguro si me cumple. — Ashley se tensó, ¿Que clase de juego era aquel? Asistió con enormes ganas de llorar.

— Suerte con eso. — Murmuró saliendo como rayo del baño, pequeñas lágrimas caían en su rostro. ¿Desde cuando ser adulto dolía así?

*

Thomas miraba atentamente su teléfono, parecía más importante un mensaje de texto que su propia esposa.

— ¿No pudiste esperar para mañana? — Se quejó rodando los ojos, ambos estaban sentados en la sala de espera en una clínica particular. — ¿Que es tan importante?

Ashley no respondió, a ver si con la noticia se volvía más sensible con ella.

Pasaron algunos minutos más para la llamada de la doctora, el matrimonio pasó a el consultorio.

— ¿Y bien? — Preguntó el ojiverde con prisa. Aún no entendía por que se encontraban en la clínica pero al ver la oficina de la doctora se imagino lo peor.

Fotos de bebes adornaban la pared, una cara de disgusto se pintó en el.

Ashley necesitaba del apoyo de Rebecca en ese momento incómodo.

— ¡Seran padres! — Chilló la enfermera con emoción. ¿Acaso era retrasada? ¿Que tiene de bueno el ser padres?

La rubia volteó a ver a su marido, el tenía una cara neutra ante la noticia que sintió su estómago removerse.

— Imposible. — Susurró pero fue alcanzado a oír por la enfermera y Elizabeth.

— Es muy posible, señor. — La mujer les entregó el papel donde venían los resultados y fue Ashley que los tomo, lo único que fue de su interés fue "positivo" y "un mes".

— Soy estéril. —








Complicated (WWE WOMEN'S) |AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora